miércoles, 28 de octubre de 2009

Un macuarro exportador de arqueología

Macuarro significa aprendiz de ayudante de albañil.
Pero eso no le importa a Macuarro (Mac), porque en esta temporada de lluvias le ha ido bien.
Desde muy temprano ha salido ha buscar en un conocido arroyo que se caracteriza porque serpentea unos dos kilómetros y en sus arenas deja al descubierto vestigios arqueológicos.
Para Mac esos son "monos" que revende a una persona en mil quinientos pesos.
Dice Mac que esa persona los traslada a Tamaulipas por donde entran esas piezas a Estados Unidos.
Mac tiene ahora un competidor serio.
Pero como en la fiebre del oro, cada quien defiende su territorio a puñetazos.
El lugar del competidor de Mac se está poblando rápidamente por improvisadas casas de lámina y cartón.
Los vecinos han hecho la promesa de no decir absolutamente nada a las autoridades sobre los descubrimientos de piezas arqueológicas, el líder de la colonia les ha había advertido ya que si alguien rompía el pacto pondría en riesgo las propiedades porque seguramente las autoridades en la materia no permitirían más la urbanización de esos predios.
Mac dice que su principal competidor es su patrón, el albañil que está sacando provecho de la ventaja natural que tiene para trabajar en las construcciones que se están haciendo sobre esos vestigios.
Mac está al acecho, sabe que un descuido significaría mucha plata.
Macuarro no lo sabe pero él y su patrón están revendiendo la herencia de sus antepasados.
Lástima por los antepasados

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