miércoles, 27 de octubre de 2010

Cárceles de Oaxaca

En promedio la población en los 14 reclusorios de Oaxaca es de unas 5000 personas.

La penitenciaría central del Estado tiene unos 1100 internos, siendo la más grande de Oaxaca.
Le siguen la de Tehuantepec, con 530 internos, Miahuatlán, con 480, Tuxtepec, con 415 y Pochutla, con 310. En este orden, al mes de septiembre del 2010, les siguen el de Matias Romero, con 280; Etla, 269; Tanivet, 253; Cosolapa, 220; Cuicatlán 200; Juquila, 188; Juchitán 185, el Módulo de Miahuatán, 120; el anexo psiquiátrico de Tanivet 60; Huajuapan, 66 y Tlaxiaco con 54 internos.

Aún cuando la Comisión de Derechos Humanos del Estado ha efectuado diversos diagnósticos, siguen existiendo quejas por violaciones al debido proceso, falta de rigor científico en la investigación del delito, falta de cobertura de la defensoría de oficio y cierto relajamiento de la disciplina carcelaria.

De una población penitenciaria de 4 mil 200 personas, sólo 200 son mujeres.

Predomina el fueron común ya que constituye el rubro donde se ubica el 75 por ciento de procesados y sentenciados en el Estado.

jueves, 21 de octubre de 2010

Adiós a los usos y costumbres 2a. parte

Ya pasó de moda.
Después del levantamiento Zapatista de Liberación Nacional en México, la moda fue centrar el discurso sobre los derechos indígenas y múltiples leyes se reformaron para establecer la obligatoriedad de respetar sus lenguas indígenas y procurar que cuenten con traductores en sus relaciones con el gobierno.
De una u otra forma se evocaba la referencia obligatoria en materia de derechos indígenas que es el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y su espíritu inspiraba la perspectiva desde la que el gobierno federal y el estatal enfocaban el problema indígena en México, pero sólo desde el discurso.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no es congruente con las determinaciones del Convenio 169 de la OIT.
En el Estado de Oaxaca la moda incidió sobre la Constitución, se emitió una Ley de Derechos de los Pueblos y Comunidades Indígenas, que es letra muerta, pero que evidencia un sentimiento paternalista y al mismo tiempo de control estatal, que la invalidan.
Desprovistos de un marco legal que regule los usos y costumbres---excepto en materia electoral donde sí están reconocidos para la elección de autoridades muncipales---, el resto de lo que se conoce comúnmente como usos y costumbres es una verdadera anarquía fuera de toda legalidad.
En primer lugar se confunde a los usos y costumbres con las tradiciones de los pueblos. En materia religiosa por ejemplo, las mayordomías, consistentes en la celebración del Santoral católico, son una tradición pagana-religiosa que pervive en la actualidad y que en los pueblos se estima que forman parte de sus usos y costumbres, de modo que pertenecer a otras religiones ya es atentar contra el pueblo, desde la perspectiva de los usos y costumbres, lo cual ha generado severas violaciones a los derechos humanos en comunidades donde los practicantes de religiones distintas de la católica---principalmente---, son despojados y desterrados ante el mutismo de las autoridades tanto federales como locales.
Otro malentendido sobre los usos y costumbres lo representa una pretendida jurisdicción indígena por el que legalmente se reconoce a las autoridades indígenas la aplicación de sanciones de carácter administrativo, pero comúnmente estas autoridades se exceden y juzgan y sentencian incluso tratándose de delitos graves. Ya en otra oportunidad recordé el caso de una joven mujer que fue violada en los mixes y que el síndico municipal multó a los violadores con dos mil pesos a cada uno y a la chica con mil, "por andar de cusca".
Tanto la creencia de que la religión católica constituye un uso y costumbre contra el que no se puede atentar o la falsa creencia de que existe una jurisdicción indígena tienen que ser abatidas a través de la educación formal e informal.
En muchos de los juicios sumarios que se realizan en los pueblos indígenas existen personas que tienen un especial interés por complicar las cosas y lo logran, dejando a los usos y costumbres como un auténtico cultivo de caciques.
¿Y el Gobierno? Buena pregunta.

lunes, 18 de octubre de 2010

Adiós a los usos y costumbres

Es previsible.
Los usos y costumbres en estricto sentido se refieren al modo de elección directa de las autoridades municipales y que es distinto de la elección universal y secreta.
La Ley que regula los usos y costumbres principalmente en materia electoral es el Código Electoral del Estado de Oaxaca y de manera teórica, una Ley de Derechos Indígenas que realmente nunca se ha aplicado y en estricto sentido no tiene aplicación práctica.
Si bien es cierto que durante algunos elecciones, posteriores al reconocimiento de ley del régimen electoral por usos y costumbres, disminuyó el conflicto electoral---en tiempos en que los municipios no recibían recursos de las transferencias federales---, con el paso del tiempo, y la asignación de recursos presupuestales a los municipios, el régimen de usos y costumbres ha venido mostrando serias grietas que amenazan su permanencia.
¿Cuáles son estos riesgos?
Sin pretender realizar un análisis académico del asunto, aquí van algunas evidencias en ese sentido:
-- Agencias que no tienen representación en el ayuntamiento: Existe un acusado centralismo en las cabeceras municipales que no permiten que la ciudadanía de las agencias tengan representación en el ayuntamiento ni voten en las elecciones para renovar a los ayuntamientos.
-- Tanto en los municipios como en las agencias, las personas que no son nativas de la comunidad, aunque sean ciudadanos avecindados, no pueden votar ni ser votados para los cargos en el ayuntamiento.
-- En al menos unos 200 municipios de usos y costumbres, existen limitaciones para la participación de los jóvenes y especialmente de las mujeres.
Una de las causas que ha detonado el conflicto es, sin duda, la mayor cantidad de recursos que reciben los municipios de Oaxaca, ya que anteriormente--cosa de unos tres sexenios--- realmente sus ingresos eran simbólicos y los integrantes del ayuntamiento no cobraban por sus servicios.
Hoy en día las agencias municipales no sólo están peleando poder tener una representación dentro del ayuntamiento, sino en algunos casos, incluso, cambiar la sede del gobierno municipal.
Las autoridades locales han resuelto este problema mediante arreglos políticos por encima de la ley. De esta manera, numerosas agencias---en las los partidos políticos han abonado alegremente el divisionismo--- han sido beneficiadas con recursos en efectivo y en los que al ayuntamiento únicamente corresponde la tarea de comprobar ante la autoridad respectiva.
Por otro lado, es cada vez mayor la penetración de los partidos políticos en municipios que se rigen por usos y costumbres, sin embargo, no se atreven a dar el paso para cambiar su régimen al de partidos políticos.
Esto ha generado que en cada proceso electoral---donde los municipios tienen una duración variable que va de un año, año y medio, dos y tres años--- realmente exista un silencioso conflicto electoral solapado por las autoridades.
Pero éste, es solo el aspecto político de los usos y costumbres que demanda con urgencia una revisión a la luz de la equidad y el respeto por los derechos políticos.

jueves, 14 de octubre de 2010

China y Oaxaca o el Dragón sobre el Chapulín

Esto debería ser materia de seguridad nacional.
Evidentemente, la seguridad nacional es una de las grandes víctimas del neoliberalismo, por lo que la doctrina de la seguridad nacional prácticamente se ha restringido hoy en día a cuestiones de seguridad pública y mantenimiento del orden social.
Al menos Estados como Oaxaca y otros del sur del país debieran ser objeto de seguridad nacional porque si bien es cierto que encabezan la marginación, la pobreza y el retraso, también es cierto que son Estados con poblaciones originarias y que todavía ofrecen amplias posibilidades de explotación de recursos naturales. Sin embargo, la explotación de esos recursos enfrenta límites serios. Uno de estos límites es la desconfianza de las comunidades indígenas de que al ceder sus tierras para minas, sus fuentes de aguas para embasadoras o sus bosques, se les estén dando espejitos a cambio de oro, como ya ha sucedido en la historia de este país.
La referencia es pertinente porque últimamente los actores políticos oaxaqueños han tenido contacto con la vieja y poderosa China, que está coqueteando para lograr más acercamientos con un Estado realmente frágil en el entorno económico nacional.
Es conocido que el Estado de Oaxaca presenta un déficit en su producción interna que favorece de manera principal al mercado poblano y al del Distrito Federal.
Cualquier competidor comercial serio sabe que Oaxaca es una oportunidad para invertir con amplias posibilidades de ganancias. La fragilidad del Estado no sólo se caracteriza por una clase política oportunista y muchas veces hipersensible a la corrupción---con sus muy honrosas y escasas excepciones, supongo---; un Estado, donde la cohesión social está fragmentada por una multiplicidad de culturas locales, que aunque se están venciendo gradualmente por la migración, el pluralismo religioso y la influencia de los medios de comunicación, todavía ofrece un poco de resistencia por los usos y costumbres, incluso para el propio gobierno que no ha logrado articular una política de cohesión que le brinde identidad al Estado, como compartir una visión de largo alcance para un proyecto local de desarrollo.
China avanzará como cualquier país que promueva su cultura, las relaciones sociales, el intercambio comercial, la inversión y se disputará, probablemente con otros países, alguno de los gajos de una pequeña, pero jugosa naranja que representa el Estado, aunque, en la mira del Dragón, Oaxaca parece un pequeño y frágil chapulín.

lunes, 11 de octubre de 2010

Las muertas de Oaxaca

Es escabroso.
Aunque no existe un consenso amplio para identificar con precisión los crímenes de odio contra las mujeres, que dentro de las tendencias existentes se perfilan como "feminicidio",---que sería un nuevo tipo penal, en caso de aprobarse---- es un hecho que sí hay muertas.
Recientemente la Fiscalía Especializada para la Atención de Violencia contra la Mujer, dependiente de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Oaxaca, dio a conocer que durante el 2009, se registraron 64 homicidios de mujeres, correspondiendo 29 a Valles Centrales, 14 a la Mixteca, 11 a la Costa, 6 al Istmo y 4 a la región de la Cuenca del Papaloapam.
En otras ocasiones, la Titular de la Procuraduría General del Estado de Oaxaca ha llamado la atención para que en el manejo estadístico de los delitos contra las mujeres, se diferencien aquellos que son comunes, de los que realmente tienen una carga simbólica de odio contra las mujeres. De este modo, un delito culposo o "accidental", por ejemplo cuando un borracho choca su automóvil contra otro en que viajan mujeres y derivado de esto fallece alguna mujer, no sería considerado en estricto sentido como un "feminicidio", sino como un accidente común.
Una revisión de los sentenciados que compurgan penas por homicidios contra mujeres en las cárceles del Estado de Oaxaca nos arrojaría al mes de septiembre un total de unas 184 personas, de las que sólo 4 son mujeres y el resto varones.
Los tipos de delitos dicen mucho de las circunstancias en las que fallecieron, pero eso, será motivo de otra colaboración futura.

jueves, 7 de octubre de 2010

Ecocidio en Valles Centrales de Oaxaca

Como en las mejores sátiras políticas.

Es sabido que la ausencia de políticas públicas de atención al problema de la basura en la ciudad de Oaxaca de Juárez y municipios conurbados de su zona metropolitana es una bomba de tiempo que ya explotó y a nadie parece importarle, excepto a las autoridades comunales de Ocotlán de Morelos, a quienes acusan de haber falsificado decenas de firmas para autorizar la construcción del nuevo basurero en la única zona boscosa que existe en el Valle de Ocotlán.

Tocuela es una agencia que limita con el municipio de San Antonino Castillo Velasco, San Juan Chilateca y la cabecera municipal de Ocotlán de Morelos. Se caracteriza por la abundancia de sabinos y varios manantiales que incluso ha permitido a algunos vecinos abrir balnearios.

La parte más oculta de Tocuela, ha sido devastada ya que al día se realizan en promedio unos 150 viajes de tierra que es utilizada en la carretera que se está construyendo en el libramiento que se incorporará a la carretera Oaxaca-Ocotlán a la altura de Santo Tomás Jalieza y que las autoridades comunales de Ocotlán de Morelos, según denuncian, cobra alegremente a diez dólares por carro.

Además de aprovechar la venta de la tierra que se extrae y que ha desaparecido parte del microsistema ecológico de la zona con las afectaciones serias a la flora y la fauna, varias hectáreas se han asignado para crear el basurero más grandes de Oaxaca, ya que se ha agotado el espacio en el basurero de Zaachila, que es el lugar donde se entierra sin reciclar toda la basura que se genera en la Ciudad de Oaxaca y algunos municipios conurbados.

De permitirse esta medida se estará cometiendo un ecocidio porque la zona donde se pretende enterrar la basura está en una parte alta con abundancia de sabinos y de agua y su emplazamiento en el terreno del valle contaminaría los mantos acuíferos de Ocotlán de Morelos, San Antonino Castillo Velasco, San Juan Chilateca, Santa Ana Zegache y todas las comunidades que se extienden a lo largo del Valle de Zimatlán.

La semana pasada los diligentes vecinos de Tocuela descubrieron la silenciosa tarea de devastación y después de realizar algunos bloqueos consiguieron detener los trabajos de la construcción del nuevo basurero de Oaxaca de Juárez en terrenos comunales de Tocuela.

El presidente municipal de Ocotlán de Morelos anunció ese día con bombo y platillo que "ya se detuvo el permiso para la construcción del basurero" como una auténtica hazaña de su gestión.
Sin embargo, los habitantes de varios municipios denuncian que se les está tratando de tomar el pelo porque el presidente ha anunciado que el permiso se detuvo y no que ya se revocó.

martes, 5 de octubre de 2010

El recuento de los daños

Pasada ya la euforia de Tláloc, tenemos noticias de que San Miguel Santa Flor, en la sierra cuicateca sufrió también el desgajamiento de un cerro y la zona, que abarca también el municipio de Chapulapam, estuvo tres semanas sin energía eléctrica ni teléfono, con serios problemas de ingreso de víveres.
En el Distrito de Zimatlán, el municipio de Santa Inés Yatzeche fue afectado por el desbordamiento del río atoyac que pasa a las orillas del pueblo, que generó serias afectaciones a los habitantes.
Vecinos de Cuicatlán se quejan de que las despensas deben llegar a las agencias, ya que por lo general se las entregan a la autoridad municipal y muchas veces no las hace llegar a los habitantes de las comunidades.
Por otro lado, muchos daños no se han reportado por el distanciamiento de las comunidades con las cabeceras municipales.