martes, 24 de diciembre de 2013

Los impuestos ocultos de los malos gobiernos

No está obligado a pagarlos.

Pero en la mayoría de los casos, termina pagándolos sin darse cuenta.

Los impuestos ocultos del gobierno son diversos gastos que el ciudadano común tiene que pagar, sin estar estrictamente obligado a hacerlo y que, en la mayoría de los casos, representan gastos adicionales para cubrir deficiencias por la mala calidad de los servicios públicos, o por la mala administración pública.

Son impuestos ocultos porque no ingresan a la tesorería para que de ahí se redistribuyan, sino que el ciudadano los paga directamente, suplantando involuntariamente al fisco y al gobierno.

Un ejemplo muy claro es, por ponerle un nombre, el impuesto para coadyuvar al alivio de la pobreza, mediante el subsidio de la limosna.

Va usted por la calle y una persona con evidente estado de necesidad o pobreza extrema le solicita que le done una moneda. Usted no está obligado a apoyarla, pero las condiciones materiales que ve le motivan un comportamiento ético y solidario por el que desembolsa un par de monedas.

Al igual que usted, cientos o tal vez miles de personas a la semana tendrán un comportamiento similar con diversos solicitantes en esa situación, lo que equivaldría a una enorme suma de dinero anualmente, a la manera del pago de un impuesto para apoyar a quienes sufren de pobreza extrema.

Sin discutir sobre la crisis del Estado de Bienestar y el paradigma neoliberal del “rásquese como pueda”, yo creo que evitar la pobreza de la población debiera ser una de las primeras responsabilidades del gobierno, pero como éste no puede por omisión o por comisión, usted como ciudadano común contribuye con un impuesto oculto, por lo menos para aliviarla.

Otro caso, en su comunidad el servicio de alumbrado público es deficiente, por lo que usted se ve en la necesidad de alumbrar la vía pública con un foco afuera de su casa. No obstante que existen postes de alumbrado público, la distancia o la calidad en el servicio es deficiente o falla con frecuencia, por lo que usted determina encender todas las noches el foco que alumbra la calle.

Este servicio se lo cobra regularmente la Comisión Federal de Electricidad como DAP, “Derecho de Alumbrado Público”, pero hay casos donde el servicio es deficiente.

Al poner usted su propio foco fuera de su casa, más allá de las razones estéticas y ante la necesidad de alumbrar la calle por la inseguridad prevaleciente, el consumo de energía eléctrica se incrementa, lo cual es un gasto adicional derivado de la mala calidad en el servicio público de alumbrado y que usted está financiando, a la manera de un impuesto oculto.

En el mismo sentido, ¿la inseguridad le ha obligado a realizar gastos adicionales o pérdida de tiempo? Digamos que usted tenga que asegurar sus ventanas, comprar candados, instalar cámaras de seguridad o contratar un vigilante: exactamente está usted pagando un impuesto oculto por la mala calidad del servicio público.

Otro ejemplo, aunque la dotación del servicio de agua potable es una obligación del municipio o del gobierno de su ciudad, usted se ve en la necesidad de comprar agua embotellada y purificada, porque la que le suministra el gobierno es deficiente en su calidad y poco apta para consumo humano.

Esa obligación constitucional que tiene el gobierno de brindarle agua potable para consumo humano, simplemente no se satisface, por lo que usted está financiando un impuesto adicional, para obtener un líquido de mejor calidad que le debiera brindar el gobierno.

Tratándose de empleados de gobierno ¿recibe usted su sueldo o salario vía nómina bancaria? ¿Qué ocurre cuando en una urgencia usted se ve en la necesidad de retirar dinero de un cajero automático que no pertenece al del banco en el que recibe usted su pago? Tiene que pagar por el servicio a la manera de un impuesto adicional para acceder a su propio dinero, por la prestación de un intermediario que se lo facilita a través de una comisión. Si usted ha devengado su salario, no tiene por qué pagar para tener acceso a éste.

Los impuestos ocultos del gobierno no sólo son en efectivo, en muchos casos también son en especie o intangibles.

Supongamos que usted perdió tiempo o dinero en algún trámite burocrático porque no se lo resuelven con rapidez o por causas ajenas a los procesos administrativos, pero atribuibles a los servidores públicos. Ese retardo con los perjuicios que pudieran significarle representan impuestos ocultos que usted está pagando y que, evidentemente, no podrá cobrar o hacer que se los regresen.

Su hijo perdió el empleo y junto con su nuera usted les da asilo temporal y contribuye al gasto de ellos, pues esa ayuda familiar representa un impuesto similar al apoyo al desempleo.

Por causa de la política económica del Estado, cuando un conocido o un familiar le pide prestado dinero porque ya está en el límite y no puede obtener créditos de las instituciones formales o porque los intereses bancarios son excesivos y los mecanismos de cobro son muy agresivos , usted le puede prestar o no, sin embargo, el hecho de prestar el dinero le significa que dejará usted de utilizarlo para alguna emergencia o para sus gastos ordinarios, viéndose en la necesidad, incluso, de pedir prestado, lo cual le ocasionó ya un perjuicio. Ese es un impuesto oculto derivado de la mala administración de la economía del Estado., 

Cuando una mala decisión gubernativa  genera pérdidas al erario, no dude usted que los costos, a fin de cuentas se trasladan al ciudadano común, como sucedió con la venta de algunos bancos del estado a la iniciativa privada que no pagaron impuestos y como sucede con el Fobaproa.

Sin duda, la mayor carga de impuestos ocultos a la ciudadanía la generan los gobiernos corruptos. 

Al igual que estos ejemplos mencionados, la realidad nos demuestra que hay una infinidad de resquicios por los que el ciudadano paga de manera informal los impuestos ocultos, sin darse cuenta de que con sus aportaciones, le está ayudando a hacer su tarea a los malos gobiernos.

martes, 3 de diciembre de 2013

Cuatro formas en que las iglesias podrían salvar a la sociedad

Es un oportunidad.

Las sociedades contemporáneas enfrentan hoy en día, en mayor o menor medida, una crisis de valores profunda.

Una muestra de esto es el crimen.

En países como México, los hechos de sangre, en periodo de paz, nunca habían registrado un crecimiento excesivo como en los años recientes.

Si bien es cierto que el crimen no tiene ética, por su propia naturaleza antisocial, el hecho de que se asesine a niños, jóvenes y mujeres de manera indiscriminada evidencia que el crimen ha escalado al estadio máximo de su sobrevivencia: matar o morir.

Este impulso homicida, que es multicausal, también se explica por la existencia de una severa crisis de valores.

La pregunta clave es plantear si las religiones pueden contribuir a disminuir el crimen mediante la ética religiosa.

Un primer punto de análisis es que las iglesias defienden por sí mismas diversos dogmas que, incluso, entre ellas mismas, enfrentan conflictos.

Omitiendo este asunto del conflicto interreligioso, rescatemos la deontología particular de los diversos credos religiosos, al menos de las iglesias basadas en el Cristianismo. De modo que, independientemente de las perspectivas de sus credos, se pueda destacar la misión final que cada una de éstos tiene.

Partimos de la idea de que las religiones basadas en el cristianismo persiguen un fin ético individual y social. Y que éste conjuga una serie de principios morales que se fomentan y se promueven en la vida cotidiana y que son de elevado respeto por la vida, la dignidad, el trabajo, la solidaridad, la honestidad y en general, del bien.

Bajo estos principios, las religiones representan un activo extraordinario para contribuir a sanear la sociedad y prevenir conductas antisociales desde el seno familiar a través de la fe.

De manera más práctica, ¿de qué manera pueden contribuir las religiones a la restauración de la armonía social?

1. Robustecer sus iglesias. En primer lugar se trata de que las religiones cierren filas, es decir, que fortalezcan la identidad religiosa entre sus fieles y se reagrupen como asociaciones con características y fines propios, de acuerdo con sus credos y prácticas de fe, enfatizando de manera particular los valores y virtudes a partir de la fe. Tendrían que darle prioridad a la reconstrucción del hombre nuevo.

2. Hacer un pacto de no rivalidad. Más allá del ecumenismo, a las iglesias de las distintas religiones les debe quedar claro que no se pueden agredir entre éstas, por lo que se tendrán qué revisar los métodos de proselitismo religioso y evitar prácticas de conversión que representen disputas y enfrentamientos.

3. Crear cooperativas financieras respaldadas por las religiones. Aunque se escucha como una incongruencia--dado que los fines de la fe, no son los fines del dinero--, las asociaciones religiosas pueden
contribuir al apoyo y saneamiento financiero de sus feligreses, a través de cajas de ahorro o cooperativas, que manejen bajos intereses, ya que no inspira a las religiones el espíritu de lucro.

4. La religión y la productividad laboral. La infraestructura de las iglesias debe contribuir al desarrollo y la productividad del ciudadano y de la sociedad a través de la creación de talleres, la impartición de artes y oficios socialmente útiles que cubran el vacío que genera el estado neoliberal.

A fin de cuentas lo que desea el hombre normal es vivir en paz y en armonía social. Si el Estado laico tiene muchas limitaciones estructurales para apoyar el desarrollo de las personas y de la sociedad, las religiones representan una oportunidad maravillosa para consolidar su función ética y de paso contribuir de manera más determinante para prevenir una sociedad sin brújula por carecer de principios y valores.

Bueno, eso creo.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Triquis basquetbolistas: entre la tragedia y el triunfo

Son la sensación.

El éxito efervescente de los pequeños bastquetbolistas de la etnia triqui--- originarios principalmente de Río Metates, comunidad de Copala, más cercana a Putla Villa de Guerrero, el municipio tropical que no tiene mar---, representa un respiro en la tragedia de un pueblo dividido en dos bandos politicos caracterizados por prácticas de exterminio mutuo.

Al igual que en las comunidades triquis de la zona alta, Chicahuaxtla e Itunyoso, donde el frío es parecido a la sierra tarahumara, los triquis de la zona baja han dado una lección extraordinaria de disciplina y entrega para el deporte.

Por su pertenencia étnica---en Oaxaca hay 16 grandes troncos raciales y la comunidad afromestiza--- los triquis basquetbolistas no escapan a los vaivenes de la política de su grupo poblacional. Prueba de ello es una reciente manifestación integrada por varios cientos de triquis agrupados en una poderosa organización social, que encabezaban precisamente los triunfadores niños basquetbolistas.

Los infantes iban con la felicidad de quien ostenta el triunfo, con la inocencia a flor de piel mientras que sus líderes iban con la malicia del político que tiene una nueva arma para la lucha.

¿Qué quieren los triquis? Quieren acceso al desarrollo. Aunque se conforman con que les adelanten estímulos económicos para sus propósitos. Se rumora que la última vez que los desalojaron del Palacio de Gobierno de Oaxaca, las autoridades tuvieron que desembolsar 70 mil pesos por persona.(El jugoso negocio de la protesta social).

Lástima. Si el gobierno no aprovecha este resquicio de luz en el futuro triqui--el deporte del basquetbol--- otros, sin duda, ya lo están viendo como un filón político con prometedoras ganancias económicas.

Ojalá que este triunfo signifique la prometedora esperanza de un nuevo camino para la paz entre las comunidades triquis, principalmente de Copala.

Que el deporte una a los hombres.

Lo deseo de corazón.

domingo, 27 de octubre de 2013

Oficios populares

La referencia es de 1956.

En una compilación de artículos periodísticos titulado "Los Mexicanos se Pintan Solos", Ricardo Cortés Tamayo describió los oficios populares de la época en la Ciudad de México.

La mayoría de esos oficios son comunes en los estados de la República Mexicana y también en Oaxaca.

Vamos a reseñar los oficios que menciona Cortés Tamayo, revisando su situación actual en el contexto de la sociedad oaxaqueña:

1. El fotógrafo ambulante.-  Han sobrevivido pese a la masificación de las cámaras de fotografía. Ya no cargan su caja negra para hacer su revelado instantáneo y tampoco usan tripié; actualmente usan cámaras digitales. Tiene amplia presencia en las festividades escolares y religiosas de los pueblos.

2. El Cilindrero. En la Ciudad de Oaxaca a veces llegan solitarios cilindreros cargando su extraordinaria caja de madera, debidamente uniformados--parecen viejos carteros---, colectando la cooperación con su cachucha. Se ven menos, pero se siguen viendo.

3. La Quesadillera. Acá en la Verde Antequera sólo hacen quesadillas de quesillo: "¿Pus' qué se cree? Las quesadillas, como su nombre lo dicen, son de quesillo. Aunque, honestamente, son más ricas las memelas, una quesadilla sin doblar, embarrada de frijoles, pedazos de quesillo, salsa verde o roja y con queso o quesillo en trocitos dorados. Otra cosa son las empanaderas, que venden empanadas típicas de San Antonino, aunque no vengan de San Antonino, no importa. Hay que saborearlas.

4. El Peluquero.- La verdad es una profesión amenazada por las estéticas, que son atendidas alegremente por muchachas jóvenes. Pocas peluquerías perviven. Van desapareciendo poco a poco.

5. El Voceador.- A diferencia de lo que creen sobre la tecnología, el oficio de voceador es ampliamente socorrido y nuevos y variados periódicos surgen hoy en día en las principales ciudades de Oaxaca. Incluso, en las principales vialidades van toreando los carros los voceadores anunciando los periódicos del diario. En los pueblos es común que cuando sucede un acontecimiento escandaloso: homicidio, robo, escándalo al fín, circulan los coches con bocinas anunciando la noticia y vendiendo el periódico en el lugar de los hechos.

6. El Afilador.- Cada vez son menos. El hombre de sombrero que va empujando su monociclo mientras anuncia con un silbato inconfundible pitido se aparece cada vez con menor frecuencia, para desesperación de las amas de casa que tienen que comprar cuchillos chinos, tan filosos como variados.

7. El Jefe de Sección.- La mayoría ya se jubilaron o pasaron a mejor vida. Se les extraña en la administración pública porque, por lo menos, eran educados y sabían hacer con precisión su trabajo de elaborar oficios y comunicados.

8. El Lechero.- Al menos son más frecuentes en Oaxaca las lecheras, que llevan su bote de aluminio de 20 libros, con su despachador de aluminio de medio litro y que venden ahora la leche en bolsas de plástico. El lechero como oficio es inusual y queda únicamente como un recordatorio de tiempos de gloria en los albures.

9.- El Camotero.- Se les ve con menor frecuencia, pero todavía andan por las calles de la Ciudad como la cabeza de un tren, ofreciendo camote y plátanos fritos. En los mercados son las mujeres las "camoteras", que desde tempranito llegan con su deliciosa variedad de camote con miel y el inigualable chayocamote, que es el tubérculo madre de los chayotales y una auténtica delicia para el paladar.

10. El Merolico.- El tipo de merolicos que más abundan por estos lugares de Oaxaca son los vendedores de pócimas mágicas y remedios milagrosos contra dolores musculares, manchas en la cara, cansancio, cayos... en franca competencia contra los productos milagros de la televisión.

11. El de los Raspados.- Es un oficio que pervive. Sobre todo afuera de las escuelas. Con su carretilla o su triciclo, ahí va vendiendo el hielo azucarado con los más variados sabores.

12. El Billetero.- Por lo general son hombres y mujeres de edades muy avanzadas. Ya casi no se ve al jorobadito, al que todo mundo le compraba un billete de lotería por considerarlo un buen augurio.

13. La Herbolaria.- Es un oficio que va desapareciendo y cada vez se ven menos. Casi siempre se les encuentra en los mercados o plazas principales de Valles Centrales. Sus productos.son un mundo mágico porque tienen el remedio para todos los males.

14. La de las Pepitas.- Acá en los Valles Centrales de Oaxaca, por lo general son mujeres y les dicen "semilleras" porque a las pepitas les dicen "semillas"; en efecto, la semilla de calabaza dorada al comal con sal y limón son la botana tradicional.

15. El Azúl.- Por acá es más frecuente llamarlos "polis" u "oficiales" y su reputación está por los suelos. Como garante del orden todos saben que cuando agarra a un ladrón, se lo lleva, lo despoja y regresa alegremente a continuar vigilando, total "ladrón que roba a ladrón".

16.- El Abonero.- Este oficio está aumentando. Ya con bicicleta o motocicleta, los aboneros entran y salen de las calles como almas endemoniadas con una sola misión: cobrar, que nadie se quede sin pagar. Creo que en este modelo neoliberal, los aboneros se multiplican alegremente.

17. El Cartero.- Es un oficio en extinción. Lástima.

18. El de los Toques.- Insólito. Al menos en la Ciudad de Oaxaca sobrevive un par de estas personas con su cajita maravillosa que le dobla los brazos al más valiente. Por diez pesitos le dan unos toquesitos, sin ser torturadores.

18. El Ropavejero.- La verdad, la verdad ya desparecieron. En el mejor de los casos, podríamos decir que han sido substituidos por el "Fierro Viejo" que pasa en su destartalada camioneta cargada de cachivaches gritando "Fierro viejo que vendan, compro lavadoras, bicicletas, estufas, licuadoras, monedas antiguas y toda clase de fierro que ya no le sirvaaaaaaa."

19. Los Mariachis.- Ni dudarlo. No se concibe una ciudad sin mariachis. Mantienen su vigencia.

20. El Bolero.- Es de los oficios más nobles y limpios. Si alguna vez quiere saber el termómetro político de un lugar, simplemente hágale la plática a un bolero, auténtico maestro de análisis político local.

21.- El Tortero.- Nunca falta. Las tortas compiten con los tacos, de modo que donde no haya tacos habrá tortas y viceversa.

22. El Soldador.- Como tal ya no se le ve. En cambio está el hijo de doña Lupe, la de la esquina, que tiene conocimientos de plomería y arreglará el asunto por unos cuantos pesos.

23.- El Barrendero.- Perviven gracias al ayuntamiento, que los contrata para que desde las cuatro de la madrugada aseen con sus escobas las calles de la Ciudad. También en los pueblitos que tienen mercado, contratan a una persona para que desde temprano haga lo propio.

24.- El Cargador.- Al menos en la Central de Abastos de Oaxaca es un oficio muy socorrido. Por lo general andan con su diablo y si uno se descuida, más de uno se irá por otro lado con la mercancía.

25. El Mozo de Puertas.- Todavía se le encuentra en algunos despachos de gobernadores, abriendo y cerrando la puerta. Es el viejecito inventariado en la oficina de la gubernatura que ha visto pasar a todos los gobernadores y sabe quién ha sido el menos malo y hasta el peor, porque en estos menesteres no hay buenos.

26. El Camionero.- Al menos en la Ciudad se le llama "urbaneros" y se quedaron en la edad de piedra. Son parte de la ecología urbana.

27.- El Evangelista o Escribano.- En el mercado "Benito Juárez" de Oaxaca todavía existe un escribano que va un par de días a la semana con su escritorio portátil, su máquina de escribir portátil y su habilidad extraordinaria para teclear sin ver y sobre todo, adivinar el pensamiento de los usuarios, pues basta con que uno le diga que necesita hacer tal solicitud, para que el escribano se la entregue de inmediato a firma con su debida copia al carbón.

28. El Fierro Viejo.- Decíamos que pervive como un ave de rapiña de la era de acero. Negociar con un fierro viejo, como se les conoce, es francamente aceptar una derrota anticipada. -Oiga, pero si esto que le estoy vendiendo es cobre. -No importa seño, naiden se lo va a comprar, si no soy yo.

29.- La Taquimecanógrafa.- Están desapareciendo. De hecho, ya casi no hay Academias de Taquimecanografía, de donde salían las futuras secretarias que corregían a sus novatos jefes. Todavía en algunas oficinas públicas hay secretarias de la tercera edad que son taquimecanógrafas profesionales y que corrigen a esas pomposas secretarias. Las taquimecanógrafas no sólo son hábiles en los menesteres de la escritura y sus misterios ortográficos y lingüísticos, sobre todo, tienen una personalidad y un glamour envidiables.

30.- El Cuidador de Coches.-  Bueno, ni qué decir de este oficio que se ha dividido hoy en día en el cuidador de coches de primera clase: el "valet parking" y el de segunda clase "el franelero", que te aparta el estacionamiento y te limpia el carro, por una módica cuota.

31.- El Machetero.- También conocido como el "chaflán", es más común en los carros que se dedican a la carga. De hecho, también se les encuentra en los camiones de transporte de pasajeros, anunciando las rutas y uno que otro piropo a las chicas guapas.

32.- El Chícharo.- Este ayudante de peluquero está desapareciendo junto con los peluqueros.

33.- El Tamarindo.- Como policía vial pervive gracias a la burocracia que no ha creado otra figura para ordenar el tránsito. Es común escuchar entre ellos la frase aquella de que "tránsito que no tranza, no transita".

34. El Librero de Viejo.- En  la ciudad de Oaxaca hace un par de años apenas abrieron una librería de viejo, ahí cerca de la Iglesia de nuestra señora de las Nieves. Ahí encontré la autobiografía de Gonzálo N. Santos, ante la mirada atónita del vendedor por mi entusiasmo. Ya regateado el libro me costó cincuenta pesos.

35. El Ruletero.- Ese oficio acá es muy amplio y los sitios de taxis se multiplican por doquier.

36. El Maestro Rural. Sin palabras.

En otra colaboración hablaremos de los oficios que no mencionó el buen Ricardo Cortés Tamayo, pero que, al menos en la Ciudad de Oaxaca, son comunes.

jueves, 26 de septiembre de 2013

¿Benito Juárez era realmente de Guelatao?

La historia oficial dice que sí.

No obstante, los antecedentes que consigna el poblamiento de Guelatao indica que sus habitantes provenían de una comunidad vecina que se ubicaba en Rabezi, ranchería perteneciente a Santiago Xiacui.

Según esta información, Rabezi, que en zapoteco significa árbol de nudos en la punta, era una población rica y abundante en el siglo XVIII; sin embargo, hubo una epidemia que devastó a la mayoría de los pobladores, por lo que, los sobrevivientes abandonaron el pueblo y solicitaron  permiso a las autoridades de Ixtlán, para que les permitiera vivir en Guelatao, en donde estuvieron como vecinos hasta 1824, fecha en que obtuvieron su reconocimiento.

Benito Juárez nació en 1806 y en sus "Apuntes para mis Hijos", su autobiografía, consigna que nació "en el pueblo de San Pablo Guelatao de la Jurisdicción de Santo Tomás Ixtlán en el Estado de Oaxaca", precisamente cuando todavía eran considerados "vecinos" de la comunidad, es decir, no originarios.

Como sea, la ascendencia étnica de Don Benito Juárez, según esa evidencia, podría encontrarse justamente en Rabezi, que en el censo del gobierno del estado de Oaxaca, del último tercio del siglo XIX, arrojaba apenas una población de 15 personas.

Este detalle le da un cariz de leyenda a los orígenes del prócer y tal vez por ese motivo, Xiacuí podría reclamar moralmente, ser la cuna de la raza de este extraordinario personaje de la vida pública del país.

martes, 10 de septiembre de 2013

El adeudo de Benito Juárez con Alejandro de Humboldt

Juárez puso la primera piedra.

Este 14 de septiembre se cumplirán 244 años del natalicio del gran sabio alemán Alejandro de Humboldt.

Al menos son tres las características que hacen de Alejandro de Humboldt un personaje imprescindible en la historia de México:

En primer lugar su sólida y destacada formación científica y humanista, que lo llevó a acometer a sus treinta años una de las más grandes hazañas del mundo contemporáneo: la exploración científica del continente americano durante cinco años(de julio de 1799 a julio de 1804), de los que uno dedicó a México.

Los resultados de este extraordinario viaje los publicó en una obra monumental denominada "Viaje a las Regiones Equinocciales" y dentro de las obras más destacas para México, el "Ensayo Político sobre el Reino de la Nueva España".

Otra segunda característica, sin duda, fue su ascendencia con el Rey español, Carlos III, que le cofinanció su viaje de exploración a América y  le expidió las más amplias recomendaciones para penetrar la complicada burocracia de las colonias y de sus autoridades civiles, militares y eclesiásticas, incluyendo las sociedades científicas de la época.

Fue tan relevante su presencia en el ámbito científico y cultural que además de realizar su trabajo de campo, intervino como sinodal en exámenes de titulación y tuvo que hacer gestión ante diversas autoridades para desenterrar la impresionante escultura de la Coatlicue.

Y una tercera característica de su relevancia, la constituye su interacción en un entorno de ideas libertarias que convergió en su persona por su afinidad intelectual con las causas de la justicia, y la preocupación del desarrollo de un país contrastante que lo fascinó y lo hizo vibrar en cuerpo y alma.

Tal vez no haya interactuado directamente con Don Benito Juárez, por las diferencias de edades y la distancia, ya que dos años después de que regresara a Europa con su abultada investigación sobre tierras americanas, apenas nacía Benito Juárez en la frondosa sierra oaxaqueña. Por otro lado, se sabe que el gran sabio alemán siempre quiso retornar a su amado objeto de estudio, pero las circunstancias no se lo permitieron.

En 1857 el presidente Comonfort, le adiciona el apellido de Humboldt a un pueblo zapoteco del istmo, Guevea, en honor del científico que había identificado y propuesto el istmo de Tehuantepec, como una de las zonas idóneas para unir los dos oceános intercontinentales. Otro de los lugares que había propuesto para el canal fue Panamá.

Alejandro de Humboldt murió en Alemania el 6 de marzo de 1859. Tres meses después, el 29 de junio, Don Benito Juárez, en justo homenaje por sus aportaciones a la ciencia y el conocimiento de México, lo nombra "Benemérito de la Patria" y como suele suceder con los grandes hombres que realizan grandes aportaciones, determinó que se le construyera una estatua.

Juárez hizo lo que tenía que hacer en calidad de hombre de estado.

Pero como dice Alicia Reyes en sus excelentes apuntes biográficos sobre Alejandro de Humboldt(SEP, México, 1967), "Las duras pruebas por las que atravesaba México, la guerra de Reforma y la intervención francesa, impidieron la ejecución de estos decretos. Pero durante los treinta años de paz porfiriana tampoco se les dio curso, y el único testimonio de gratitud a Humboldt fue dar su nombre a una calle del centro de la Metrópoli. La estatatua que se levanta en el pequeño jardín de la Biblioteca Nacional fue obsequiada a México por Guillermo II, con motivo del centenario de la Independencia."

Sin duda, Juárez hizo lo propio, la República, entonces, está en deuda con el gran sabio alemán.

lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Zimatlán de Álvarez o Zimatlán de Mejía?: O la venganza de Don Porfirio

Es un municipio de valles centrales.

Zimatlán de Álvarez es también cabecera distrital y debería de llamarse Zimatlán de Mejía, pero se llama Zimatlán de Álvarez por una venganza de Porfirio Díaz.

En el municipio de Zimatlán, Oaxaca,  nació el 4 de agosto de 1814 el General Ignacio Mejía Fernández, gran patriótica que formó parte del Ejército Trigarante, fue uno de los ilustres miembros de la generación de liberales juaristas, combatiente de la Batalla del 5 de Mayo; Gobernador interino de Oaxaca, Gobernador y Comandante Militar de Puebla y también Ministro de Guerra y Marina de Don Benito Juárez.

Bajo su mando militar tuvo en repetidas ocasiones como subalterno a Porfirio Díaz---y también a Félix, el "Chato Díaz", hermano de Don Porfirio---.

Correspondió al General Ignacio Mejía combatir, vencer y contener los levantamientos guerrilleros de Porfirio Díaz ( y de Félix Díaz) en contra de Benito Juárez. Por eso, cuando muere Juárez, el candidato natural para sucederlo era por mérito y linaje el jefe del partido Juarista, el General Ignacio Mejía.

Porfirio Díaz de hecho le temía y lo respetaba, por eso durante su primer y segundo mandato presidencial lo exilió a la Habana.

Siendo gobernador de Oaxaca Félix Díaz, en 1868, emitió un Decreto por el que concedió una feria anual a Zimatlán, modificando su nombre a Villa de Álvarez, en reconocimiento al General guerrerense Juan Álvarez, que fue presidente de México.

Evidentemente, con esta medida se ratificó el rencor de los Díaz contra el General Ignacio Mejía y que se tradujo en un duro golpe para los oaxaqueños, pues el General Ignacio Mejía, además de haber nacido en Zimatlán tenía el mérito suficiente para ser él la persona honrada con esta medida.

Sin embargo, el General Ignacio Mejía, con la dignidad y sabiduría de un hombre de su talla, no se amedrentó por este detalle.

El General Ignacio Mejía falleció el 2 de diciembre de 1906 en Oaxaca.

¿Se le reivindicará algún día?

lunes, 26 de agosto de 2013

Regularán las buenas conciencias el matrimonio infantil

Creo que es envidia.

En el estado de Oaxaca, es frecuente que menores de edad contraigan matrimonio entre ellos---digamos de 16 o 17 años---, de acuerdo con la información empírica del entorno.

De modo que cuando una mujer de más de 20 años no ha contraído matrimonio, por lo general en muchas comunidades les dicen las "quedadas". Es parte de la cultura local.

Según reporta la prensa, algunos respetables miembros de la Honorable Cámara de Diputados del Estado de Oaxaca---"Congreso" le llaman ellos---, están proponiendo acabar de una vez y para siempre con el matrimonio de los menores de edad.

Argumentan que entre ese tipo de matrimonio existen los matrimonios pactados, pero no se aportan cifras y se incurre en un lugar común que es achacarlos como un mal de los usos y costumbres.

De manera adicional se proporciona datos de que del 2005 al 2050 la tasa de fecundidad adolescente por cada mil mujeres entre 15 y 19 años  será de 52.9 por ciento.

No dudo que, efectivamente, a lo mejor embarazarse a una temprana edad en el caso de las mujeres, pueda representar un alto riesgo para su salud, pero me queda bien en claro que conozco y veo a muchas madres jóvenes sanas y saludables. Es decir, que si bien hay un riesgo, éste debe ser la excepción, como en todo.

O tal vez se esté exagerando el principio generalmente aceptado de que "nacer es causa de muerte", porque, desafortunadamente, hasta ahora, todos los que hemos nacido vivos, indudablemente que algún día moriremos, tarde o temprano.

Prefiero creer que estas medidas que atienden a lo superfluo, tienen una motivación más bien prejuiciosa de las buenas conciencias. Si los diputados quieren tener una sociedad sana, educada y desarrollada que sobreviva a los vaivenes del mundo moderno, sin duda tienen mucho trabajo por hacer y no es precisamente tratando de frenar el crecimiento natural de la población.

Lo contrario, nos hace sospechar de esas viejas políticas de control natal del estado "espanta cigüeñas", que pese a sus muy perversos objetivos, seguirán como el petate del muerto.

Al menos mis paisanas se seguirán casando jóvenes, si no es por la vía civil, será por la vía extralegal, porque el matrimonio entre jóvenes es una forma de enfrentar los duros y severos problemas económicos de una economía que no sirve a la gente común y corriente.

Es sólo una opinión personal.

sábado, 17 de agosto de 2013

Mexico South de Miguel Cobarrubias


Es uno de los grandes libros sobre el Istmo.

Miguel Covarrubias documentó entre 1930 y durante más de una década su fascinación por algunos pueblos de Oaxaca.













Especialmente ilustró un estilo de vida que, incluso en nuestros días, pervive con una extraordinaria exactitud, como si los hubiera dibujado el día de hoy.

Tal vez por ese motivo, en su momento, Mexico South de Miguel Cobarrubias, fue desdeñado por las vacas sagradas del indigenismo y la antropología, que lo consideraron como un libro "romántico". Y aún cuando Miguel Cobarrubias advirtió que se trata de un apreciación personal, su sensibilidad para captar y plasmar lo que veía lo hacen uno de los grandes clásicos para estudiar las culturas oaxaqueñas.













Considérese esto como un modesto homenaje a Miguel Cobarrubias, maestro sensible y talentoso que nos legó una perspectiva extraordinaria a través de su maravillosa visión.

Las ilustraciones pertenecen al libro "Miguel Cobarrubias, artista y explorador" de Sylvia Navarrete.




















lunes, 12 de agosto de 2013

Desaparecer el adjetivo de Honorable a poderes y órdenes de gobierno

Fue un chispazo.

Se me ocurrió después de que ví la camioneta de lujo con una enorme placa metálica que decía "HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS", siendo conducida con exceso de velocidad y pasándose por el arco del triunfo las más elementales normas de tránsito y civilidad.

Desconozco quién la conducía y a quien pertenece, pero era conducida a la manera en que un niño por primera vez abre un juego en computadora o en esas famosas máquinas de juegos e intenta controlar inútilmente la velocidad de un auto de carreras ante los cientos de obstáculos del juego.

¿En qué momento de nuestra historia bautizaron como HONORABLES al Congreso, a las Cámaras de Diputados, a los gobiernos, a los tribunales?

Por ostentar ya un poder en sí mismas, esas instituciones públicas, ¿deben ostentarse también como HONORABLES?

La experiencia nos demuestra que sus representantes, llámense ministros, autoridades, diputados y hasta presidentes municipales, en múltiples ocasiones dejan mucho que desear por la ausencia de esa tan renombrada "honorabilidad".

Como ciudadano ordinario me parece un exceso que las instituciones públicas ostenten el adjetivo de "Honorable" y es un imperativo categórico desaparecer de una vez y para siempre el adjetivo de los nombres de poderes y órdenes de gobierno.

Si no se puede, eso no me quita el sueño.

Me acuerdo lo que decía la maestra Vite en mi antigua escuela primaria, ante las bromas que hacíamos con la H muda: "¡Deje esa H en paz, qué no ve qué es muda!".

Efectivamente, cada vez que veo a un prepotente con una placa(Dime de qué presumes...) ostentando la famosa y ausente  "honorabilidad", me acuerdo de que la H es muda.

Así es señores honorables diputados de la honorable cámara, honorables ministros de la honorable corte; honorables integrantes del honorable ayuntamiento, me es grato manifestar a ustedes que la honorable H es muda y como la lengua, no tiene hueso.

martes, 6 de agosto de 2013

La vocación política del municipio

Algo está pasando.

En el periodo electoral 2013 del estado de Oaxaca un municipio más de usos y costumbre se pasó al régimen de partidos políticos, de modo que el resultado general de la entidad queda así:


                                   2013
municipios electos por partidos políticos 153
municipios electos por usos y costumbres 417

que suman los 570 municipios que hay en el estado.


Las leyes en el estado de Oaxaca permiten que un municipio cambie de régimen electoral, es decir, se pueden pasar de usos y costumbres a partidos políticos y viceversa y los requisitos son mínimos: basta con un acta de asamblea comunitaria.

Durante los últimos años los municipios prefieren pasarse al régimen de partidos políticos. La razón es muy evidente y elemental: los partidos políticos tienen una fuerte presencia en diversos municipios que eligen a sus autoridades por usos y costumbres.

Adicionalmente, hay municipios de usos y costumbres que tienen una población considerable, que ya no les permite manejar una elección a mano alzada y donde prácticamente participa un sector muy reducido de la población.

La tendencia pues, lamentable o afortunadamente, para el mediano plazo será que cada vez más municipios de usos y costumbres se vayan pasando al régimen de partidos políticos.

No está mal, mientras existan reglas claras, pero es precisamente lo que falta: un marco regulatorio que apoye con eficacia dichas transiciones.

Veremos.

viernes, 26 de julio de 2013

"¡Dios no existe!"

Dramático.

Con motivo del periodo vacacional volví a ver a mi joven amigo a quien recuerdo porque desde pequeño, un poco por la religiosidad de su madre, quería ser sacerdote.

De rostro inteligente y vivaracho, supuse que podría ser un extraordinario ministro de Dios en la tierra y en cierta forma, por la crisis de la falta de sacerdotes católicos acá en Oaxaca, me daba orgullo que desde pequeño hubiera identificado su ruta para el futuro.

Uno le preguntaba, "¿Qué te dice Dios?" y él contestaba risueño: "Dios me necesita y dice que tú eres un mamón." -Pues cuando seas sacerdote, voy a ir a misa nada más para hacerte reír, le contestaba.

Pasaron los años y supe que su madre, con grandes esfuerzos, lo había logrado inscribir al Seminario San José de Ixtapaluca, Estado de México.

En un par de ocasiones, involuntariamente, fui testigo de reuniones sociales en las que participaba mi joven amigo con miembros del seminario. Me alertó y disgustó que la persona a la que presentaban como "El Rector", abrazara de manera lasciva a los jovencitos. Hice un comentario a la mamá de mi amigo y ella se molestó muchísimo conmigo. Me dijo que yo siempre he criticado a la iglesia, que no voy a misa, que soy un ateo y que confundo las cosas.

Se generó un sano distanciamiento hasta que volví a ver a mi joven amigo.

Todo un adolescente, le tiré a quemarropa: "¿Qué te dice Dios, wey? Y con el rostro adusto, el ceño fruncido y la mirada enojada me contestó "¡Dios no existe!" y dándome la espalda se retiró.

Nunca había esperado una respuesta tan fría y directa de alguien que en toda su vida quería servir a Dios.

Me quedé callado, pensando --y deseando--- que su respuesta fuera una broma, pero no. Esta vez su mamá ni siquiera me regresó el saludo.

Posteriormente, conocidos de su mamá me indican que mi joven amigo ya no quiso seguir asistiendo al Seminario San José de Ixtapaluca, porque supuestamente el actual Rector intentó violarlo y que la mamá de mi joven amigo no quiere presentar ninguna denuncia ante las autoridades competentes, porque está muy lastimada moralmente y dice que este asunto lo deja en manos de Dios.

Sólo por no dejar, crucé un par de llamadas con amigos comunes y me confirmaron la situación. Dicen que efectivamente la mamá de mi joven amigo dice que él sufría de hostigamiento y que el Rector del Seminario San José de Ixtapaluca, quiso violarlo, pero ellos creen que realmente abusaron de él porque tienen conocimiento de otros casos similares y que supuestamente el Rector del Seminario los ataca mientras duermen.

La seriedad de las personas y los datos reales que aportan, y que omitimos aquí por cuestiones de respeto a las víctimas y sus familiares, nos advierten que algo huele muy feo en ese Seminario.

Por lo pronto tenemos un sacerdote menos para el futuro y un adolescente que ha perdido la fe en quien más creía.

Yo siento que he perdido un par de amigos y confirmo mi desconfianza en los representantes de Dios en la tierra.

lunes, 22 de julio de 2013

A disfrutar la Guelaguetza en San Antonino

Este lunes 22 y el próximo lunes 29 se efecturá la tradicional Guelaguetza en el Cerro de las Azucenas de San Antonino Castillo Velasco.

El espectáculo empieza más o menos a partir de las 16:00 horas. La entrada es libre y se puede estacionar en la parte trasera del COBAO de San Antonino.

También hay servicio de mototaxis desde el centro de Ocotlán de Morelos.

De manera paralela a la realización de este evento, en las faldas de la Rotonda de las Azucenas--- así se llama el auditorio al aire libre---, se realiza una expoventa de artesanías locales y gastronomía local.

Una vez que se concluye el evento, inicia el tradicional fandango en la explanada municipal, donde grupos musicales amenizan el baile y algunas veces la autoridad municipal invita la cena y el mezcalito.

Allá nos vemos!!!

lunes, 8 de julio de 2013

Extraordinario libro de memoria oaxaqueña

A sus 91 años sorprende su lucidez.

Nos acaba de regalar uno de esos libros que se leen con avidez, con ansias y que no se sueltan hasta que uno les ha extraído hasta la última tinta.

Arcelia Yaniz es una periodista oaxaqueña ampliamente conocida en el ámbito cultural.

Muchos la identificamos por su programa cotidiano en la televisión local "Oaxaca de mis Amores", que lleva el mismo título de su libro de crónicas y artículos, subtitulado Cosas, casos y personajes, que vio la luz pública por estos días, en una bella edición de Carteles Editores, la imprenta oaxaqueña que se caracteriza por el cuidado y la calidad en sus impresiones.

El libro básicamente se divide en tres partes, el apartado de "Los que ya no están con nosotros", que se refiere a personas y personajes de la vida pública local y nacional vinculados por algún motivo con Oaxaca, que además le tocó a ella ser testigo fiel de lo que narra. De esta manera, se evocan recuerdos de personajes como Antonio Caso o Carlos Monsiváis, como de la  humilde cocinera que servía con su familia en su infancia.

Un apartado especial para Don Lázaro Cárdenas y el ex gobernador oaxaqueño Brena Torres, en un recorrido por la mixteca.

Y finalmente, Casos y Cosas del Oaxaca que ya no existe, en el que se reseña y se desbordan datos que configuran parte de la historia cotidiana del Estado de Oaxaca.

Cito al azar un párrafo que se requiere a la esposa del Arquitecto Martín Ruíz Camino, que era el responsable de la cartera de turismo con el gobernador Alfonso Pérez Gasga, en cuyo gobierno se oficializó la organización de la Guelaguetza y cuya esposa, del Arquitecto Ruíz Camino, "de quien su esposa tenía parentesco con el poeta León Felipe, arquitecta también, intentó cambiar las costumbres de las locatarias de Tlacolula, pues no quería que se sentaran en el suelo sino en sillas..." Evidentemente la medida no prosperó.

Oaxaca de mis Amores de Arcelia Yañez es un gran libro de la crónica oaxaqueña.

Enhorabuena.

martes, 25 de junio de 2013

Ideas para conmemorar a Benito Juárez

Decía alguna vez que la celebración más relevante del patricio pasó de noche.

Pero no vale juzgar el pasado, como sea que haya sido.

Lo importante es que todavía hay muchas ideas para celebrar el natalicio(21 de marzo) o el aniversario luctuoso del prócer (18 de julio).

Así, podría plantearse la pregunta del millón: ¿DE QUE MURIO REALMENTE BENITO JUAREZ?

Y que una comisión científica se dedicara a esclarecer para siempre el misterio de la muerte de Juárez o comprobar que realmente murió de una angina de pecho o por la tristeza de haber perdido a su amada Margarita.

Qué tal revisar entre los libros que todavía puedan existir si quedó alguna muestra de su cabello para determinar más o menos su estado de salud, claro, en caso de que fuera posible.

Y si vamos más allá, checar el ADN de quienes se dicen sus descendientes y que, al parecer no son mexicanos.

Sin duda, el mejor festejo es seguirá siendo, tratar de reproducir su ejemplo.

Eso sí es un reto.

martes, 11 de junio de 2013

Pierde seriedad la jornada electoral en Oaxaca

Es un exceso.

Desde el día de ayer 10 de junio ya se había desatado el rumor que finalmente se confirmó en la página web del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), que aprobó que en las boletas de las próximas elecciones del siete de julio aparezcan "sobrenombres" y "apodos" de los candidatos a presidentes municipales y diputados locales de los partidos participantes.

De esta manera los candidatos aparecerán así:

"Mi amigo Wicho" de San Francisco Ixhuatán
"Paco Reyes" de Oaxaca de Juárez
"El Chivo", de San José Chiltepec
"Arqui Willy" de San Pedro Mixtepec
"Manolo León" de Santa Catarina Juquila
"Antonio, El Gordo Sacre" de Tuxtepec, y
"El Lobo Mayor" de Xoxocotlán, entre otros.

A excepción de los afortunados consejeros, que se supone escucharon y avalaron los sesudos argumentos de los partidos que hicieron esta propuesta, el común de los ciudadanos desconocemos una sola razón por la que se aceptó esta medida.

No es que estemos "chocheando" para no "agarrar la onda" de que esta medida puede ser más "cool" para una democracia deprimente donde los partidos, a falta de auténticas propuestas de soluciones a los problemas reales, lo único que pueden ofrecer al ciudadano común es una marca de un producto vacío.



jueves, 6 de junio de 2013

Oaxaca de Juárez y la violencia

Las cifras hablan por sí mismas.

Hoy publica la prensa los resultados de un estudio realizado por Carlos Sorroza Polo, académico del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma "Benito Juárez" de Oaxaca, sobre la inseguridad en este Estado que arroja las siguientes cifras:

Se cometieron 105 delitos al día en el Estado en el primer cuatrimestre del presente año.
(Según el número de denuncias efectivas en el Estado, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y que se registraron durante los meses de enero, febrero, marzo y abril del 2013 y que ascienden a 12 mil 598.)

En la Ciudad de Oaxaca se cometió el 81 por ciento de esos delitos.
(Ya que de los 12 mil 598 delitos en el estado, 10 mil 246 se cometieron en esta Ciudad.)

Los principales delitos en la Ciudad de Oaxaca de Juárez son:

  • Robo a transeúnte: 2,579
  • Homicidio: 96
  • Secuestro: 6
Según el maestro Carlos Sorroza: 

Oaxaca de Juárez ocupa el primer lugar nacional en no denuncia de delitos, así como en golpes y lesiones.

De las 13 agencias de Oaxaca de Juárez, la zona más insegura es San Martín Mexicapam

"Mientras no haya una mejor gobernabilidad van a seguir habiendo problemas muy serios"

Por lo que todo lo anterior genera que:

"Oaxaca de Juárez es el segundo municipio más violento del país."

Sin palabras.

lunes, 3 de junio de 2013

Las TIC's: poderosa arma ciudadana

Era de esperarse.

Las tecnologías de información y comunicación (TIC's) están configurando nuevas modalidades de participación ciudadana e interacción con los gobiernos.

Más allá de los fines de diversión, entretenimiento, información y divulgación que podría generarse a través de las TIC's, hay una práctica que constituye una poderosa arma para el ciudadano común: la denuncia pública.

A diferencia del paparazzi, que se entromete en la vida íntima de las personas para divulgarla con fines de lucro, el ciudadano común difunde hechos en los que, generalmente, él u otra personas, son víctimas. Es la visión del agredido.

De esta manera hemos sido testigos a través de redes sociales como Facebook o Twitter de escándalos que involucran a servidores públicos, o a sus familiares, en calidad de agresores.

La respuesta de la sociedad ante estos hechos es contundente y confirma los lazos sociales de solidaridad, apoyo e identidad comunitaria, porque una agresión en contra de un ciudadano es una agresión en contra de toda la ciudadanía.

Por eso llama la atención que ante los excesos que se divulgan por estos medios, las respuestas de los agresores pueden ser igual o peores que sus reprobables actos.

Sólo de esta manera se justifican los intentos por regular el internet y penalizar actos de la libertad de expresión, como la desafortunada propuesta del Partido Acción Nacional en la Cámara de Diputados neolonesa para castigar prácticas derivadas del uso de twitter o facebook.

Al buen entendedor pocas palabras.

Los delitos que se podrían derivar del mal uso de estos medios y tecnologías, ya existen en los códigos penales, e incluso, es probable que agencias de seguridad tengan en estos medios una extraordinaria fuente de información y no son pocos los casos a nivel internacional en los que se ha podido detectar a algunos delincuentes y proceder en contra de ellos.

Entonces, ¿por qué el énfasis en el medio? Porque es un arma de alto impacto con una envidiable economía de medios.

A diferencia de los abusos cometidos en la era preTIC's, si cabe el término, en que la ausencia de estos recursos tecnológicos contribuía a su impunidad y ocultamiento, hoy en día es más fácil que primero se entere la ciudadanía, antes que la autoridad, muchas veces con evidencias contundentes e irrefutables.

Desde una perspectiva de gobernabilidad en un entorno de TIC's, las autoridades de todos los niveles de gobierno deberían de tener presente que hoy más que nunca su actuar está bajo el escrutinio público y que este acceso democrático a las TIC's está devolviendo un poquito de poder a la ciudadanía.

Las TIC´s, al mismo tiempo, representan un extraordinario medio de acceso y legitimidad para las autoridades por su acercamiento con la ciudadanía.

Por lo pronto, las intenciones de imponer mecanismos de control a la libertad de expresión como la nueva figura en Nuevo León del "cyberbulling", cuyo tipo delictivo está tan abierto que deja lugar a muchas dudas e interpretaciones subjetivas, lo convierte en una auténtica amenaza para las libertades individuales.

El mayor efecto, deplorable, de dicha medida es la incertidumbre que genera esa criminalización de la libertad de expresión que es, al mismo tiempo, una velada amenaza e intimidación para las personas que quieran denunciar abusos.

O sea es lo más parecido a la intolerancia fascistoide, que para acabar con sus opositores los mandaba a desaparecer, en una inútil, desgastante y peor medida de contención.

Las TIC's representan hoy por hoy una auténtica herramienta para la democracia, que a la manera de un poderoso río va fijando su cauce; que le teman aquellos que tienen algo que ocultar, por ineptitud, ceguera política o complicidad, pero irán contra corriente, porque las tendencias son irreversibles: el ciudadano tiene que recuperar un poco del poder que ha cedido de manera involuntaria y para este propósito las redes sociales, como medios de información y comunicación del desarrollo tecnológico, representan una poderosa arma que no va a ser fácil tratar de controlar y prohibir.

viernes, 31 de mayo de 2013

Frágil municipalismo oaxaqueño

Es irónico.

El Estado con el mayor número de municipios a nivel nacional, 570 a la fecha, es al mismo tiempo el estado con menos políticas públicas municipalistas.

Por eso es importante destacar la añeja demanda de ordenar el desarrollo metropolitano en el Estado de Oaxaca y de manera especial, de su principal zona metropolitana--que es la ubicada alrededor de la ciudad de Oaxaca de Juárez---.

Como se sabe, en el federalismo mexicano, el orden de gobierno municipal sufre de un alto grado de paternalismo que limita su autonomía, principalmente financiera y que reduce su potencial de gobierno a una mera ventanilla de trámites del estado y la federación.

Históricamente se han obtenido logros determinantes en la configuración del municipalismo mexicano: su autonomía política, que le permite nombrar a sus propias autoridades municipales; su autonomía administrativa, por el que se pueden organizar conforme a sus características y necesidades y su creciente--y hoy limitada-- autonomía financiera.

Al menos son tres los problemas que limitan el ejercicio cabal de sus competencias:

1. La falta de un servicio civil de carrera en áreas técnicas. Por lo que no cuentan con profesionistas de planta que le den seguimiento a los servicios técnicos: auxiliares de tesorería, auxiliares de la sindicatura, auxiliares de la alcaldía y auxiliares de los servicios públicos municipales. Esta ausencia de leyes estatales de servicio civil de carrera municipal ha sido tergiversada con la falsa idea de la reeleción municipal, que atenta contra la tradición del espíritu democrático del municipio.

2. La falta de programas de desarrollo regional.- Honestamente desconozco la experiencia de los estados en esta materia. Al menos en el Estado de Oaxaca carecemos de instrumentos de planeación que permitan articular a las regiones y los municipios desde una perspectiva de integración regional para el desarrollo, y

3. La falta de ordenamiento urbano.- Con la sola experiencia empírica de visitar otros estados, creo que esta es una demanda añeja que tiene mucho camino andado en la academia y en programas de gobiernos federales.

La buena noticia para Oaxaca es que por fín, al menos en el discurso, se está llamando ahora la atención sobre este problema. Nunca es tarde para meter orden. Y es precisamente en la diputación local donde se convoca a la creación local del Instituto Metropolitano de Planeación.

Este instituto tendría como objeto contribuir al desarrollo metropolitano de los 22 municipios que conforman el área metropolitana de la Ciudad de Oaxaca de Juárez---según se anuncia, este municipio ya creó su propio Instituto Municipal y está empujando para la creación del Instituto Estatal---, lo cual no está nada mal.

Lo malo de estas propuestas es que con los cambios de autoridades cambian las prioridades y ya no tienen el mismo empuje inicial para su concreción y operación, no obstante que estén en la ley. El ejemplo más patético sucedió en Oaxaca con la desaparición del Instituto de Desarrollo Municipal, en el sexenio pasado, en un estado donde las necesidades de capacitación, orientación y asesoría de gestión son una gran demanda para la mayoría de los municipios, cuyos magros presupuestos y la ausencia de la cultura de la capacitación los vuelve más frágiles.

Esperemos que estas medidas no se pierdan y pronto podamos ver una gran concertación de esfuerzos para demostrar que sí se puede dejar de ser tan frágiles para el desarrollo.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Las tendencias centralistas del federalismo mexicano

Es evidente.

Como la presión del agua caliente que sale de un volcán anunciando una erupción, al menos los problemas de seguridad pública, corrupción, educación, pobreza y desarrollo desigual están empujando fuertemente una nueva realidad del federalismo mexicano: se hace cada vez más centralista.

Parece contradictorio.

La intervención de la federación para paliar los graves problemas nacionales tienen el riesgo de fortalecer su ámbito de acción en detrimento de las potestades de los estados y de los municipios.

Si bien es cierto que debe existir una armonía legal y funcional de competencias y estrategias de coordinación, concertación y complementariedad de recursos, programas y acciones, en los hechos quien sale fortalecido de estas tendencias es la federación.

En este proceso de detrimento del federalismo no se puede culpar a los municipios, porque en su mayor parte son el eslabón más frágil de la cadena.

La culpa, en todo caso, recae sobre las soberanías estatales que, por omisión o por comisión, no han sido capaces de contribuir al ejercicio responsable del poder público.

Así lo demuestra el crecimiento desmedido de la inseguridad en ciertas zonas de la República Mexicana.

En consecuencia, la Federación responde con la movilización del ejército y las propuestas de una gendarmería nacional--como existe en algunos países centralistas--.

Así lo muestran también los casos escandalosos de corrupción que son del dominio público en los estados por la poca discreción de los propios actores involucrados en esas ilícitas actividades y que generalmente se dan a conocer a través de la ciudadanía o la prensa y no precisamente por los otros poderes o los órganos de control y vigilancia de los propios poderes ejecutivos locales o nacionales.

De qué sirve que tengamos leyes de transparencia y acceso a la información pública, órganos más estrictos de control y supervisión de los recursos públicos y cámaras de diputados repletas de representantes populares de los más diversos partidos, si no son capaces de prevenir, evitar y castigar estos actos de corrupción que parecen increíbles, por las enormes cantidades de dinero que se puede robar del erario público.

La federación responde entonces con propuestas de intervenir con mayor rigor las finanzas estatales y municipales.

También se trata de una crisis de los partidos.

Es realmente exagerada la tolerancia y la impunidad que existe entre los partidos hacia sus miembros que, ocupando cargos políticos o administrativos, siguen como si nada, lo que los hace cómplices de estas anomalías.

Los problemas focalizados de la educación no son ajenos a la intervención del poder público. Los monstruos sindicales que pelean, manejan y defienden cuantiosos recursos públicos, con la existencia de auténticos ejércitos de aviadores, fueron fomentados en buena medida por los propios gobiernos locales y que, en la mayoría de los casos, perdieron el control de un monstruo al que alimentaban económicamente con la falsa idea de la gobernalidad y pasándose por el arco del triunfo la legalidad y el imperio de la ley.

En el aspecto de la pobreza es evidente también que los estados hacen pocos o nulos esfuerzos por enfrentarla seriamente. Se percibe una gran ausencia de la gestión y gobierno para el desarrollo. Claro, debe haber excepciones, pero la impresión es que la marginación le gana la carrera a los gabinetes de gobierno. Esto ha generado una relevante intervención del poder ejecutivo federal a través de programas como el que combate el hambre.

Los gobiernos locales dan muestras de mucha pereza y corrupción y al parecer la política y la democracia no abonan mucho para resolver esta crisis que sólo fortalece la intervención del poder central.

Acaso, la mayor incertidumbre no será si los gobiernos locales son capaces de coordinarse con el poder federal para defender y vigorizar su soberanía en el marco del federalismo; el mayor problema es que al ejercerse un mayor poder central, la propia federación se vuelve vulnerable ante amenazas más grandes.

No cabe duda que hay mucho trabajo por hacer.

martes, 28 de mayo de 2013

La tiranía del sistema

Es el sistema.

En mi vida personal y académica “El Sistema” ha tenido diversas definiciones y usos.

Así, en una primera parte, el sistema era un mecanismo de control político que sometía a las personas a la economía y política hegemónicas, sin ninguna posibilidad de rebelarse.

Era una idea más próxima a la división de la estructura y la superestructura del modo de producción capitalista.

Las personas que manifestaban cualquier inconformidad eran llamadas “antisistema” y ahí cabían desde profesores de avanzada, intelectuales criticones, políticos de izquierda y hasta alumnos que se atrevían a cuestionar los excesos de los maestros y directivos en las aulas.

Pero al sistema eran achacados todos los vicios, errores e irregularidades de la vida.

Luego, ya más formalmente, en la universidad tuvimos que abordar la Teoría de Sistemas, como una metodología de análisis ---aunque dominaba académicamente la Teoría Crítica de la escuela de Frankfurt---, el caso es que la vieja y popular idea del sistema recobró relevancia con la llegada de las computadoras.

Cuando estábamos concluyendo el periodo universitario se introdujeron en la universidad las salas de cómputo y la máquina mecánica de escribir se fue al desván. Incluso al final de la carrera llevamos una materia que se refería a las computadoras y que básicamente estaba enfocada a su uso, y el internet era una gran novedad que todavía no estaba accesible fuera de la academia.

Entonces todas las carreras que tenían que ver con la computadora se volvieron más destacadas y el término “sistema” se convirtió en una pesadilla, porque, palabras más palabras menos, “el sistema es un conjunto lógico matemático de operaciones secuenciales que no admiten discrecionalidad alguna”.

Digo que se volvió una pesadilla porque las computadoras invadieron toda la vida personal y social y la idea del sistema adquirió una dimensión mayor, especialmente por esa creencia científica de que el sistema no falla. (Ahora me acuerdo que en la elección del Presidente Salinas se cayó el sistema, el sistema informático, desde luego.)

Estos antecedentes del sistema son importantes porque hay trámites y procesos que están bajo la tiranía del sistema (el sistema informático). Antes podías plantear hipótesis descabelladas a una persona que se encargaba de tomar decisiones y comprensiblemente la decisión iba en ese sentido, como un caso especial.

Ahora, con la tiranía del sistema informático, no se admiten casos especiales: "¿Por qué no pago su abono mensual al banco?" -Es que un asaltante se llevó mi cartera. "Lástima, para el sistema usted es un cliente moroso." "¿Por qué no se inscribió a tiempo?" -Es que se le ponchó una llanta al autobús y perdimos tres horas más en el trayecto. "Lástima, ha quedado fuera porque el sistema tiene cortes de cierre muy precisos" y así hasta el infinito.

Nuevamente el sistema adquiere relevancia porque no admite las descabelladas hipótesis que suelen suceder en la vida diaria.
  
De ahí que quienes no estén durmiendo por crear una máquina que piense como humano, lo más probable es que terminen quitando a las máquinas y poniendo en su lugar a un humano.

Es decir, un humano sólo puede ser entendido por un humano, creo.

miércoles, 22 de mayo de 2013

La muerte de Mari


Es una crónica de la vida real.

Conocí a Miguel Ángel una vez que solicitamos un rotulista para pintar unos letreros en la fachada de la defensoría de oficio.

Era muy alto, más de unos 180 centímetros, musculoso, trigueño, de nariz aguileña, barbilla partida en dos, cabello crespo y con cejas y pestañas abundantes. Podría pasar como un actor o un galán.

A pesar de su presencia imponente, había algo que no cuadraba y que sólo se evidenciaba cuando él hablaba o se le notaba el antebrazo y las muñecas de las manos llenas de cicatrices de agujas de jeringas.

Nos lo recomendó un amigo que tiene vínculos con un Centro Religioso de Rehabilitación para personas con problemas de drogas y alcohol. “El es muy bueno para rotular y además cobra barato”, nos dijo.

Me llamó la atención la rudeza de su físico, contrastante con su convicción religiosa.

A sus 40 años, nos contó que la mitad de su vida la había llevado como alcohólico y drogadicto y ahora, en proceso de reforma, miraba la vida desde una perspectiva de fe en Dios, que se notaba reiteradamente en su lenguaje, pues con cualquier pretexto daba gracias a Dios por haberse regenerado.

Efectivamente, realizó un trabajo impecable de rótulos. Tenía talento. Me imaginé que gracias a su proceso de rehabilitación bien podría dirigir un taller.

No supe de él hasta pasados seis meses, en que bien vestido, pulcro, feliz, con su rostro inteligente y bien parecido me buscó en la oficina para solicitar trabajo para su compañera sentimental.

En sus sesiones de rehabilitación Miguel Ángel conoció a Mari, una joven mujer de 22 años, que habiendo sido una niña de la calle creció bajo el amparo del Centro Religioso de Rehabilitación y era madre soltera de dos mujercitas. Miguel Ángel vivía ya con Mari y ahora la traía porque le estaba buscando trabajo.

Mari me contó que hacía un par de años que una señora le prestó dinero para que se atendiera su segunda hija de una enfermedad. Como Mari no pudo pagar la deuda, por dedicarse a limpiar parabrisas en la glorieta de Viguera, en la capital de Oaxaca, la señora le quitó a la niña. El DIF le resolvió favorablemente su asunto, pero ella necesitaba un trabajo con prestaciones para poder atender a sus niñas.

Planteándole el asunto al director de la institución, éste apoyó para que ella fuera contratada para el servicio de intendencia. Pero ella jamás regresó a realizar su trámite de ingreso. Por terceros supimos que carecía de acta de nacimiento y que la desanimó el tipo de trabajo que se le había ofrecido.

Como ambos vivían por el rumbo, en varias ocasiones los vi abrazados, caminando por la calle. “Un final feliz”, pensé.

Sin embargo, un día, sin aviso previo, una sombra furtiva se introdujo a mi oficina.

Me sorprendió ver a aquel tosco sujeto con la barba crecida y el cabello largo en mechones tiesos de mugre. Un pantalón de mezclilla que algún tiempo fue azul y ahora negro por las plastas de suciedad sostenido por un pedazo de tela que hacía de cinturón.

Cuando entró aquel espanto a mi oficina, rodeado de un hedor insoportable, me puse en guardia. La verdad, casi grito.

Pero, reconocí el rostro de Miguel Ángel en ese andrajo humano y me quedé callado y apenado, pero en guardia.

En las manos de Miguel sobre las venas de sus puños se notaban grandes cicatrices de orificios con manchas de sangre, provocados por constantes pinchazos de jeringas de cocaína sobre sus venas; la mirada brillante, fija e inexpresiva con los ojos rojizos, le daban un aspecto de un muerto viviente.

De momento nos quedamos viendo uno al otro fijamente. Hasta que le dije su nombre con nerviosismo. “¡Miguel! ¿Cómo estás hombre, qué te has hecho?”

Y aquel fantasma jaló una silla y literalmente se echó sobre mi escritorio llorando y diciendo entre sollozos: “Se murió… se murió… la atropelló un camión en la glorieta”.

¿Quién se murió Miguel?, le pregunté, y con sollozos sinceros y dolorosos me contestó: “Mari, mi vieja. La atropelló un maldito camión cuando ella se resbaló de limpiarle el parabrisas y una llanta le aplastó la cabeza a la pobrecita, ¡Se murió! ¡Está muerta! Ayyyyyy!”

Me quedé petrificado en mi silla. Honestamente la crudeza e intensidad con que lo dijo y el sentimiento sincero con el que lloraba me afectaron y debo confesar que, sin darme cuenta, yo tenía de pronto un par de lágrimas en los ojos.

De pronto, la imagen de las hijas de Mari se me revelaba como un asunto de extrema urgencia. No podía concebir que Miguel Ángel, habiendo caído nuevamente en el vicio, estuviera en condiciones de vivir con las criaturas.

Le pregunté, ¿cómo te puedo ayudar, Miguel? Y él me contestó sollozando: “Ahorita sólo dame un poco de dinero, lo que sea, lo que tengas, lo necesito realmente”. Sin dudarlo le entregué algunos billetes de cien pesos. Apenas los vio salir de  mi cartera y me los arrebató con avidez y dándome las gracias se salió de la oficina rápidamente.

No me importó preguntarle nada más. Era evidente su convicción y con eso era suficiente. Tratándose del dolor humano, siempre son innecesarias las preguntas.

Pasaron algunos meses y regresó algún par de veces, cada vez más deteriorado, a pedirme dinero.

En una ocasión salí de comisión y regresando a la ciudad me detuvo el semáforo de la glorieta de Viguera. Me imaginé el terrible accidente que le destruyó la cabeza a Mari y estaba justamente en eso cuando una joven mujer que no dudé en identificar como Mari, la fallecida pareja de Miguel Ángel, se trepó al cofre de la camioneta, echándole agua de jabón al parabrisas con una botella de plástico. No cabía duda. Era Mari. Así que terriblemente asustado grité de terror. Me eché sobre las rodillas del copiloto que desconcertado gritaba “¿Qué le pasa, por Dios, dígame qué le pasa?” Mientras la muerta, se asomaba por la ventana. Volteé hacia ella y se trataba efectivamente de Mari.

Me puse a rezar un padre nuestro cuando Mari me reconoció y me dijo, “Licenciado, qué le pasa?” Entonces, eso que me pareció muy real me regresó a la normalidad, le contesté, “¿Mari? ¿Mari, la pareja de Miguel Ángel?” y ella asintió afirmativamente con sus enormes ojos de sorpresa.

-Discúlpeme Mari, pensé que estaba enferma y que… bueno, no esperaba encontrarla por aquí.

Entonces, entrecerrando los ojos me inquirió: “¿No me diga que también a usted le dijo Miguel Ángel que me atropellaron y que me morí?”

Moví la cabeza afirmativamente. Y luego ella aseveró, “Me separé de Miguel Ángel porque ya está loco. Está cada vez muy mal.”

Mi acompañante le extendió un billete de veinte pesos y bajándose de la camioneta se pasó al volante. Automáticamente me pasé del lado del copiloto. Ante la insistencia del ruido del claxon de los automóviles que teníamos atrás me despedí con un gesto del rostro y un saludo de mano.

Pensé silenciosamente “Maldita droga”.

lunes, 20 de mayo de 2013

La juventud y el sentido ético

Se trata de un mensaje a la juventud.

Por razones laborales he tenido la oportunidad de dirigirme hacia grupos de jóvenes y señoritas que han concluido sus estudios de bachillerato.

En diversas ceremonias de graduación se da la oportunidad de hablar de aquello que es estrictamente institucional, pero también, aprovechando el marco que representa un hito en la vida personal de los asistentes, de aquello que se debe tener presente.

Y es así como se les recuerda el sentido ético.

El sentido ético es un referente cotidiano en nuestra vida diaria.

Es la inspiración y obligación natural de hacer el bien. Es la virtud.

Como regla externa, no esperes a que nadie te persiga para que lo hagas. Sabes que procurar el bien es una actitud voluntaria y natural, sin fines políticos ni religiosos.

Como regla interna, el hacer el bien significa la satisfacción del deber cumplido. Tal vez nadie te lo reconozca, tal vez nadie se entere. Pero es precisamente la convicción de que has actuado con honestidad, con apego a la verdad, con solidaridad y generosidad, sin esperar nada a cambio.

Y que tus actos, de esta manera, han contribuido a la equidad, la justicia, la legalidad, la honestidad.

El sentido ético es un buen referente cuando tomas decisiones.

De eso se trata.

lunes, 13 de mayo de 2013

Desprecio por la ecología

Viajar por Oaxaca es conocer que hay poco aprecio por la ecología.

Por lo general se encuentran por las carreteras del Estado numerosos basureros improvisados a cielo abierto. Algunas playas son depósitos de aguas negras y en las partes bajas los ríos también son de aguas negras y se aprecia en sus riberas basura, basura y más basura.

En algunos distritos se perciben cerros deforestados. Tal vez desde hace cientos de años, pero hay algunos donde la deforestación es creciente. Los cauces de agua que alguna eran transparentes y constantes, hoy se reducen a arroyos secos.

Al rededor de las principales ciudades se ve como van creciendo nuevas casas habitación sobre terrenos que antes servían para cultivos.

El aprovechamiento del espacio es brutal. No hay lugar para sembrar árboles.

De la misma manera, a veces me da la impresión de que no hay control sobre los químicos que utilizan los campesinos en sus cosechas.

Incluso en lugares más urbanizados, se encuentran animales muertos en la vía pública.

Y la basura que se queda en el camino, por efecto del arrastre de los ríos y lluvias, por lo general son plásticos, desde bolsas chiquitas, hasta bolsas grandotas, plástico, plástico y más plástico....

jueves, 9 de mayo de 2013

Un día como cualquiera


El 14 de febrero siempre me había parecido una fecha ideal para sacar toda la hipocresía acumulada.

Sin embargo, cuando conocí a Flora, la estudiante de psicología de la Costa —más concretamente, cuando le ví las piernas---, sentí lo que es el amor a primera vista y consideré que el 14 de febrero debe ser algo así como el día propicio en que uno se debe enamorar.

Flora, mi vecina en esa pensión de estudiantes, nunca me había llamado la atención por tres razones: en primer lugar porque parecía una niñota con su abundante cabello largo y negro amarrado en una cola de caballo; en segundo lugar por su forma de vestir: siempre con sus enormes faldas negras de monja en penitencia perpetua. Pero el motivo principal que me alejaba de ella era su actitud huidiza, no sostenía la mirada ni por error.

La disposición de aquella vivienda de dos pisos era en forma de escuadra con un enorme y desaprovechado patio. Justo en la parte más pequeña de la estructura, donde hacían esquina la escuadra, quedaban dos habitaciones, una arriba y abajo otra junto a un baño compartido.

Una escalera metálica que terminaba justo antes de la puerta de mi habitación permitía ver a través de mi ventana quién sube y quién baja.

Cuando Flora, la estudiante de psicología, llegó a habitar el cuarto de arriba de la escuadra, encima de mi habitación, me pareció un respiro psicológico porque la mayoría de los vecinos eran hombres, estudiantes, fumadores, bebedores empedernidos, léperos y hasta un homosexual declarado, que hacían un ruido espantoso, pero cuando se percataron de la nueva vecina, se dedicaron a espiarla detrás de las ventanas, esperando el momento para verla pasar y lanzarse como lobos hambrientos persiguiendo su presa.

Sólo a mí no me importaba porque, como les digo, me parecía aburrida y también porque la veía más seguido y más cerca cuando subía a su cuarto, además de que casi siempre sabía lo que hacía a través de los ruidos que se dejaban escuchar por la delgada estructura de concreto del piso de arriba: el quitarse los zapatos, sus pies descalzos arrastrándose por la habitación, y el rechinar de su cama cuando se sentaba en su colchón o se acostaba.

Y lo mismo cuando se levantaba: el rechinar de la cama, el arrastre de las chanclas, el ruido al bajar la escalera, el ruido al subirla y todas las referencias propias del rito de vestirse para salir a sus actividades diarias.

Coincidía con Flora sólo dos veces al día, que era el tiempo en que yo permanecía en esa habitación, muy temprano, antes de salir y muy noche, antes de dormir.

La situación no se prestaba para la convivencia, de modo que ella se convirtió en un fantasma para mí. Sin embargo, algunas veces nos veíamos al coincidir en el uso del baño.


Todo hubiera seguido de esa manera, de no ser porque una noche de luna llena ella empezó a realizar algunos extraños sonidos sobre el piso de su cuarto, o sea, sobre el techo de mi habitación.

Al principio no le dí importancia. Luego, con el paso de los días, noté que los sonidos mantenían un ritmo y cierta secuencia.

Todas las noches cuando yo regresaba, escuchaba esos toques característicos en la habitación de arriba, como el lenguaje morse, que yo era incapaz de entender y que básicamente consistían en tres golpes “Toc-toc-toc”, silencio; otros tres golpes…silencio y así varias veces.

Como era el mismo patrón cada noche, en una ocasión que sostengo una escoba y con la punta del palo de madera golpeé el techo con tres golpes y para mi sorpresa, ella me contestó arrastrando el zapato en el piso, como quien dibuja una raya. Luego daba dos golpes y yo le contestaba con tres.

Aún cuando no cruzábamos palabra alguna, yo regresaba a mi habitación cada vez más intrigado para tratar de descifrar algún contenido en esos sonidos. Era ridículo y divertido.

De la curiosidad pasé al erotismo.

El hecho de estar solo en la noche, sabiendo que sobre mi habitación había una joven mujer solitaria, la única mujer de la vecindad, tratando de llamar mi atención a través de sonidos, también era tormentoso, porque no tenía el valor de buscarla abiertamente.

Cada noche era lo mismo, cuando yo llegaba a mi habitación, el ruido de la puerta y la luz encendida eran el preludio para que empezaran los golpes sobre el piso y ante el mudo e inexplicable lenguaje seguía el rechinar de la ruidosa cama de ella, en señal de que se acostaba a dormir.

Cuando la encontraba a la mañana siguiente, todo el encanto se esfumaba por su actitud seca, su larga falda de negro y su cabello largo amarrado en una cola de caballo.

Lo ganado en la noche lo perdía durante el día al convencerme de que con ella nada de nada. Incluso, aumentó el ruido en las noches y el rechinar de la cama, pero yo me desistí, y llegué a la conclusión de que con esa mujer definitivamente nada, ni siquiera los ruiditos en el techo. Simplemente, pensé, cuando una mujer no le gusta a uno, pues lo mejor es dejar las cosas como están y no darle pretextos ni hacerle caso.

Pasaron varios días y ella continuó con los golpes en el techo y el ruido de la cama, inútilmente porque yo ya no contestaba. Incluso, cuando me la encontraba yo la evadía. Se me hacía una pérdida de tiempo y la aceptación racional de que eso no tenía sentido.

Sin embargo, y contrario a su costumbre de los sonidos por la noche, en la madrugada del trece de febrero me despertó el rechinar de su cama. Hasta me pareció escuchar algunos gemidos y pensé que se estaba dando placer ella misma, con la evidente intención de despertarme. Me causó gracia y consideré eso como algo natural.

Las ganas por responderle y darle a entender que yo escuchaba todo eso, eran menores a mis deseos de dormir. No sé por qué motivo hay días en que de plano te da sueño y te duermes y esa madrugada era uno de esos días.

Ya me disponía a agarrar la escoba, pero más que responderle con tres golpecitos, yo quería dar uno bien fuerte para insinuarle que dejara dormir a esas horas de la madrugada. No bien empuñaba la escoba cuando escuché sus pasos por las escaleras. Me asomé por la ventana que daba justo debajo de la escalera que lleva a su habitación y me llevé una sorpresa que me dejó boquiabierto cuando la ví bajar al baño en un diminuto y ajustado short blanco y una playera también blanca y ajustada que evidenciaba la ausencia del sostén y muy cortita, muy arriba del ombligo, mientras su cabello negro y abundante le rodeaba los hombros con suavidad. El sueño se me escapó.

Fue amor a primera vista.

Respiré su esencia. Me embriagué de su juventud y belleza y sentí que toda ella era el amor de mi vida.

Esperé extasiado a que subiera y confirmé que efectivamente se trataba de ella. Tenía las piernas más hermosas que haya visto, una cintura diminuta y todo lo demás en su lugar… era una modelo perfecta.

Me dieron ganas de agarrar la escoba y retomar los golpecitos al techo para festejar, pero no me atreví porque iba a confirmar el interés repentino que había generado en mí, después de tantos desaires.

Esa mañana del trece de febrero ella no volvió a salir  y yo me quedé dormido.

Todo el día anduve contento y con cualquier pretexto hablaba del amor y me imaginaba verla en todas las mujeres que encontraba en mi camino. Me reprochaba el haber dejado pasar tanto tiempo. Pero estaba convencido de que nunca es tarde para el amor.

Con la seguridad de que no se trataba de un sueño, yo ya me había decidido a avanzar, así que conseguí un ramo de rosas rojas, una caja de chocolates y una  enorme mascota de peluche en la que amarré un enorme globo rojo en forma de corazón y una tarjeta en la que escribí unas cursilerías que decían algo así como “Para Flora: en el Día del Amor y la Amistad, porque he descubierto que tras el tenue velo de la vida existe la portentosa llama del amor que despierta e ilumina nuestros corazones a la manera del rayo que fertiliza de fuego y pasión nuestra frágil existencia. Con admiración y Respeto: Beto G.”

Al regresar con los regalos, traté de pasar desapercibido, pero fue inútil. Como siempre, los jovenzuelos, reunidos al atardecer en una sola habitación, escuchando música a todo volumen, fumando y tomando cerveza, se asomaban sin ningún pudor para ver quién entra y quién sale de esa vivienda.

Así que el más feo de todos, un gordo cacarizo que hacía de porro en la Universidad y al que llamaban el King Kong ironizó en voz alta, dirigiéndose al homosexual del grupo: “¡Órale,  Caramelo, ahí te hablan!” Luego, la cabeza chiquita del tal Caramelo se asomaba por la ventana y con su voz chillona contestó con toda naturalidad: “¡Pero, mira! ¡No lo puedo creer… va a recibir visita conyugal! Nada más que en vez de una muñeca inflable trae un oso que se parece a ti, pinche gordo King Kong. ¡Huuuy, qué goloso con el oso!” Y toda la bola de gañanes lo festejó con ruidosas y destempladas carcajadas.

No hice caso de esa bola de salvajes y me dirigí a mi habitación, deseando ansiosamente que oscureciera pronto para entablar la conversación en clave y dar el paso a mi nueva vida.

Todo me parecía maravilloso. Por fín había encontrado un motivo de interés en aquella vetusta vecindad y hasta la presencia de mis demás vecinos, los jóvenes desordenados, borrachos y ruidosos me pareció una actitud romántica frente a la vida.

Estoy convencido de que el amor es una poderosa máquina de iniciativa y creatividad. Mientras avanzaba lentamente la tormentosa espera del anochecer imaginé que tendríamos que vivir juntos en una sola habitación, por lo que sería necesario contar con un frigobar, una estufa eléctrica y adquirir una cafetera. Claro, tendría que cambiar mis hábitos, mandaríamos la ropa a la lavandería y aprovecharíamos el tiempo para ir al cine y de vez en cuando comer en algún restaurante y regresar tomados de la mano para hacer el amor de manera desenfrenada y alocada. Para eso precisamente había guardado mis energías durante tanto tiempo, ¡falta más!

Mientras llegaba la noche me recosté en la cama con la escoba en la mano, conteniéndome las ansias de iniciar la secreta conversación de los golpecitos. Al menor ruido me incorporaba para contestar, pero realmente sólo se trataba de mi imaginación y mi deseo de que ya sucedieran las cosas.

Después de  una terrible y larga espera por fín anocheció, pero no me atreví a tocar el techo y ella tampoco manifestó ninguna señal. Supuse que no estaba y decidí salir a caminar.

Sólo entonces caí en la cuenta de que realmente estaba muy estresado, pero contento.

Respiré profundamente el aire fresco de la noche y me dirigí a mi cafetería favorita.

La mesera que regularmente me atiende me dijo que se me notaba una cara de gran alegría. Yo le contesté: “Claro, son razones del corazón y mañana cupido me hará justicia.” Sonrió con picardía y continuó su trabajo. Al retirarme le dije que regresaría al día siguiente, el 14 de febrero, acompañado de una amiga y que desearía una buena atención que sería bien recompensada. La mesera me dijo que si llegaba a determinada hora me apartaría la mejor mesa.

Regresé de prisa a mi habitación. El corazón me palpitaba alocadamente. Empuñé la escoba. Estuve a punto de iniciar la comunicación, pero me contuve. Dejaría que ella tomara la iniciativa.

Las horas transcurrían y nada.

Entonces, seguí pensando en lo maravilloso que es el amor. Es de las cosas buenas que da la vida.

Pensé que uno debe darse la oportunidad de ser feliz, porque la felicidad es lo más grande que hay en la vida y es gratis. El lema de que el amor da vida es realmente cierto. Hay que ver a alguien enamorado para ver el brillo de sus ojos, de su piel, su energía, la nueva visión que tiene sobre el mundo.

Me lamenté el haber dejado pasar tanto tiempo con Flora. La había subestimado innecesariamente. Mi mente loca hacía planes y los ratificaba milimétricamente. De alguna manera tendría que ponerla a salvo de mis ruidosos vecinos que en cualquier momento podrían aprovecharse de su inocencia. Pensé que en el corto plazo sería bueno regalarle algo útil como una computadora y hasta hice una lista de la música que debería disfrutar.

No me dí cuenta en qué momento me quedé dormido, pero estoy seguro que apenas había cerrado los ojos cuando un ruido extraño me despertó. Era el rechinar intenso de la cama de Flora. Miré el reloj y eran las cuatro de la madrugada del nuevo día 14 de febrero.

Estaba tan extasiado que había dormido profundamente y por eso seguramente no escuché sus golpecitos y ahora ella hacía un ruido extraordinario con su cama para llamar mi atención. El rechinar ruidoso y constante de su cama, acompañado de algunos gemidos, me sugirió que podría estar en otra sesión de autoerotismo.

Yo no sentía una atracción sexual, sino un sentimiento de enamoramiento mucho más grande, por lo que ese ruido lo enmarqué como un buen detalle del 14 de febrero y sonreí. En el colmo de la felicidad, me puse a dirigir una imaginaria orquesta al ritmo del ruido de la cama de mi futura novia.

Como era insistente el ruido se me ocurrió tomar la escoba para avisarle que ya escuchaba yo y que había logrado despertarme, pero me contuve me contuve cuando escuché pasos en la escalera metálica. Me imaginé de nuevo aquél maravillo espectáculo de las piernas, el short diminuto, la blusa transparente y el cabello en cascada moviéndose lenta y suavemente.

Mi corazón palpitaba aceleradamente. Con decisión abrí la ventana, primero con temor y discreción, luego de golpe de par en par y noté que los pasos de la escalera se detuvieron.


--“Me está esperando. Para qué me asomo, de una vez salgo” Me dije, y abrí la puerta con determinación y valentía.


Miré hacia la escalera con ojos de enamorado y mi mejor sonrisa ensayada repetidas veces frente al espejo, que desconcertaron al gordo cacarizo King Kong, que en calzoncillos iba bajando la escalera, con el resto de su ropa entre las manos, y atrás de él mi deseada Flora se asomaba envuelta en una pequeñísima toalla de color rosa mientras le decía al gordo: “¡córrele, córrele que te van a ver!”.

Me metí rápidamente a mi habitación con la mente en blanco. Sólo después he vuelto a creer que el 14 de febrero es un buen día para deshacerse de toda la hipocresía acumulada, un día como cualquiera pues.