lunes, 26 de agosto de 2019

El misterio del hermano de Don Vicente Guerrero

Asunción Nochixtlán, Oaxaca.- El año de 1821 marca un hito en la historia patria, la provincia de Antequera declara su independencia de la Corona española en el mes de junio, en el hoy municipio de Tezoatlán de Segura y Luna, distrito de Huajuapan.

El 31 julio de ese año, después de una intensa campaña en Yanhuitlán y Nochixtlán contra el ejército realista, entran las fuerzas insurgentes a la hoy ciudad de Oaxaca, siendo el primer gobernador provisional el General Antonio de León.

Al mismo tiempo, del 23 de octubre de 1821 al 16 de mayo de 1823, Vicente Guerrero fue nombrado Comandante General del Sur.

Este es el contexto en el que se podría sustentar la misteriosa tumba que se encuentra en el centro del panteón municipal de Asunción Nochixtlán, Oaxaca, y que la tradición popular atribuye al hermano de Don Vicente Guerrero.

Una lápida en forma piramidal de un metro de alto por .50 metros de ancho, identifica el lugar en el que reposan los restos del General de División Pomposo Guerrero, acaecido el 24 de diciembre de 1871.

He leído algunas biografías de Vicente Guerrero y no citan que él haya tenido un hermano, aunque tampoco aseguran que haya sido hijo único.

Vicente Guerrero nació en Tixtla, del hoy estado de Guerrero, en 1872 ó 1873 y fue fusilado en 1831.

Si Pomposo Guerrero nació más o menos por los mismos años de Vicente y murió en 1871, podría tratarse de su hermano longevo, que vivió cerca de 90 años aproximadamente.

¿Y si no? ¿Acaso sería el hijo oaxaqueño de Vicente Guerrero?

¿O es el hermano menor que eligió Nochixtlán para quedarse a vivir aquí?

Son preguntas al aire.

Habría que buscar en los anales de la masonería oaxaqueña alguna referencia porque la lápida de la tumba tiene el símbolo de la escuadra y el compás.

Y cualquiera que sea la respuesta, justo es desempolvar la memoria de tan ilustre personaje, cuyos restos mortales yacen en el olvido en el panteón de Asunción Nochixtlán.














miércoles, 14 de agosto de 2019

CHICANO, ARTE ACÁ: INSPIRACIÓN DIDÁCTICA

Toda la niñez debería ir al museo.

Todos los niños y niñas deberían ir este mes y hasta el 10 de noviembre de este 2019 al Museo de los Pintores Oaxaqueños(MUPO) para ver la muestra de arte chicano de los Angeles, California "Construyendo puentes en época de muros".

No es que se trate de una exposición para niños, pero las obras que componen esta exhibición tienen, a mi modo de ver, un carácter didáctico que incentiva la imaginación creadora.

Es esa una de las virtudes de los museos modernos, acopiar materiales que al tiempo que se disfruten, inspiren, que muestren experiencias y recursos que sirvan como referencia para la creación, como lo sintetizó José Vasconcelos con una frase contundente que dice más o menos así: "derrochar las ideas, porque solo en el derroche de ideas florece el pensamiento".

Tal vez los niños en el museo no entiendan las complejidades sociológicas de la creación artística en contextos multiculturales y complejos. Lo que se pretende al llevarlos a ver esta muestra es que asocien la cotidianeidad como fuente de producción artística.

Desde California--laboratorio de las ciudades del futuro-- y tras una feliz gira en territorio nacional llega al MUPO esta exposición de hombres y mujeres de la resistencia cultural que recrean el arte en el antiguo territorio mexicano.

California, a la que malamente se desprestigia con el dicho: "frutas sin sabor, flores sin olor y mujeres sin amor"... en realidad, muestra en estas obras una gran sensibilidad artística y creativa, por lo que podríamos decir, California chicana, pinturas con color, ideas con sabor y arte de lo mejor.

¿Por qué casi no veo escolapios en los museos? Esta es una buena oportunidad para llevarlos, la muestra se presta para una buena visita guiada y de paso visitan la excelente exposición dedicada al gran maestro Juan Alcázar.

Museo de los Pintores Oaxaqueños, calle de Independencia, en contraesquina de Catedral. Descuentos a estudiantes y maestros. Niños entran gratis.

















PATRIK MARTÍNEZ. America is for dreamers.



FRANK  ROMERO. Carro con corazón. 






















ANA SERRANO. Cartolandia.

jueves, 1 de agosto de 2019

La casa que habitó Margarita Maza de Juárez en Etla, en el olvido


Foto de doña Margarita Maza de Juárez, tomada de la portada del libro "Margarita Maza de Juárez: epistolario, antología, iconografía y efemérides" de Ángeles Mendieta Alatorre, México, 1972.


Una de las casas que habitó Don Benito Juárez en el centro de la Ciudad de Oaxaca es hoy en día una zapatería.

En el exterior una placa da cuenta de este antecedente histórico.

Hoy también se oferta en renta como local comercial el inmueble histórico ubicado en la Villa de Etla, en el que según la costumbre, la gente señala como el lugar en el que doña Margarita Maza de Juárez habitó con sus hijos e hijas y en la que abrió una tienda para sostener a su familia ante la persecución de Don Benito Juárez en 1854.

El inmueble ha pertenecido a diversos dueños y ha tenido varios usos, incluso como hostal.

Debido a su extensión de 6 salones que ocupan un total de mil metros cuadrados, se ofrece en una generosa renta de 60 mil pesos mensuales, a tratar.

Es cierto que no tendríamos por qué hacer santuarios de todos aquellos espacios en los que habitó gente importante en la historia nacional, pero este caso es distinto.

Margarita Maza de Juárez, encarna por excelencia la figura de la Primera Dama de la Nación, así, sin ánimo discriminatorio, pues en su vida supo enfrentar con valentía, con humildad y con convicción los desafíos de la historia que le impuso ser la esposa del indígena que salvó a la República.

Perseguida y hostigada por los enemigos de la Patria por su condición de esposa de Don Benito Juárez, doña Margarita Maza de Juárez simboliza, asimismo, a la madre mexicana por excelencia, a la esposa inteligente y comprometida que coadyuva a consolidar las ideas del estadista preclaro.

Doña Margarita Maza concilió con su esposo el predicar con el ejemplo y aún así se destacaba por su elegancia, su sencillez y la fineza de una mujer que vislumbró y apoyó sin mayor pretensión el papel que la gloria signaba a su marido, aunque ella misma y su familia fueran víctimas de graves carencias, peligros y desgracias.
















Hoy el espacio simbólico en que habitó y trabajó Margarita Maza es un inmueble catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, incluso, trabajadores de esa dependencia inspeccionan el lugar; pero inevitablemente será rentado para alguna actividad comercial.

Su fachada conserva como memoria de aquellos tiempos un águila de los liberales y sus puertas semidestruidas conservan con gallardía restos de sus mejores tiempos.




















Como es usual en Oaxaca--donde algunas personas pintan con grafitis los monumentos históricos en una muestra de incultura, ignorancia y patanería--, el frente de este inmueble también tiene pintas de vándalos.

Es una pena que muchos centros de población, avenidas, calles, espacios públicos se llenen con nombres de políticos vivos de dudosa honorabilidad, mientras que los espacios con valor simbólico pasen desapercibidos.

martes, 16 de julio de 2019

La familia de Benito Juárez

Don Benito Juárez contrajo matrimonio a los 37 años con Margarita Eustaquia Maza Parada, de 17 años, con quien procreó 12 descendientes.

Antes de este matrimonio, Juárez había vivido en unión libre y tuvo una hija que Margarita aceptó como suya, también existió un varón que tras la muerte de Juárez, solicitó su reconocimiento, pero no lo pudo comprobar legalmente.

Los nombres de sus hijos e hijas con Margarita Maza fueron los siguientes:

Manuela
Felícitas
Margarita
María Guadalupe
Soledad
Amada
Benito, que fue el único varón que le sobrevivió y es el de la foto que reproducimos acá.
María de Jesús y
Josefa (gemelas)
José María
Jerónima Francisca
Antonio

DON BENITO JUÁREZ MAZA

El único hijo varón sobreviviente de Don Benito Juárez no tuvo descendencia. Fue Gobernador del Estado de Oaxaca, pero falleció en el cargo.

Acá una foto que fue exhibida en una exposición en el Ex Convento de Yanhuitlán, Nochixtlán, Oaxaca, en marzo de este 2019 y que a su vez fue tomada del libro "Por ser hijo del Benemérito, una historia fragmentada: Benito Juárez Maza (1852-1912)" de Esther Acevedo. INAH. México, 2011.

En la foto, Benito Juárez Maza posa al centro de las vías del tren, frente al bravo ejército Maderista de Nochixtlán que se disponía a tomar la Ciudad de Oaxaca. Los maderistas pidieron a Juárez Maza para que detuviera la marcha de ese ejército y evitaran tomar la ciudad capital.

La medida tuvo éxito y la foto del recuerdo es la que sigue y que fue tomada en Nochixtlán, Oaxaca:






















jueves, 27 de junio de 2019

Su santidad El Santo




Este mes de junio se inauguró en el Museo de los Pintores Oaxaqueños la exposición de arte y pintura “Tercera Caída” de Charles Barth.

“Tercera Caída” es una colección de pinturas, objetos y ensambles que tienen como punto central al Santo, el gran exponente de la lucha libre que es todo un ícono de la cultura mexicana del siglo XX.

Al mismo tiempo que la exposición podría considerarse un homenaje al “Enmascarado de Plata”, también, de manera destacada, es una interesante muestra del contexto de la cultura nacional, por la gran variedad de evocaciones locales y los colores típicos de la nacionalidad; por los personajes históricos del país y el enfoque peculiar y atinado de Barth para recrear en un collage estético una cosmogonía de la cultura del personaje en su contexto histórico-social.

En un primer punto del discurso estético de estas representaciones encontramos primero al Santo, en la excelente metáfora de su santidad, con los elementos que caracterizan el culto en la iconografía del arte sacro: el santo en su sitial sagrado, rodeado del aura brillante propias del iluminado; el Santo en la representación de una trinidad escolástica: El Diablo luchador y representante del mal; el Santo, al centro, reivindicador del bien y a su lado, la luchadora con la máscara de la muerte y ataviada—“con el debido respeto”--- con el reconocido manto de una virgen, porque en la lucha la mujer tiene una participación preponderante.

Una vez precisada la divinidad del Santo, que podrían convertir a Barth en un hagiógrafo de su santidad el de la máscara plateada, con un gran sentido del humor, a la manera de un iconodulo del feudalismo, el siguiente paso es reconocer su proyección histórica en tres caídas: nacimiento, desarrollo y muerte.



Al principio fue la oscuridad, pero luego llegó el Santo y comenzó la función.

El nacimiento del Santo sucedió en el Templo Mayor, en la cúspide la pirámide de las serpientes y fue ofrecido de la mano de Huitzilopochtli al panteón azteca. El Caballero Jaguar y el Caballero Águila auspiciaron el inicio de la leyenda, en la mejor tradición de los guerreros meshicas.

El Santo es el Atlas que sostiene el mundo de la lucha libre, lleno de luchadores hombres y mujeres que le dan sentido, en una zona donde es de día y es de noche, rodeada de esqueletos en forma de ángeles alados, como en forma de demonios, de colores blanco, verde y rojo, que representan el bien y el mal y coadyuvan a sostener este planeta.

Si bien es cierto que la muerte es la fiel compañera del luchador, ilustrada ya con su máscara, ya con sus desnudos huesos, el Santo también está rodeado de otras destacadas figuras del pancracio nacional, para bien(como compañeros de bando) o para mal(cuando han caído vencidos bajo la fuerza y la astucia del Santo) y cuyas máscaras perdidas penden en lo alto de las columnas de su altar principal.

La Boda del Santo es como un domingo en la Alameda, en donde todos los personajes de la historia patria llevan la máscara del Santo. Total, la vida es un carnaval y todos se amparan bajo la misma máscara.

Todo un circo es la familia del Santo. Bajo la lluvia de serpentinas y el amparo de la Virgen de Guadalupe, fiesta y religiosidad van de la mano en un espectáculo donde toda la familia contribuye con su vocación, porque al final de cuentas la vida, además de espectáculo, es una lucha incesante.

El cuadrilátero es en realidad una cruz, en cuyos cuadrantes extremos la lucha se desarrolla como una rifa. Es la feria, que es luz, juego y azar donde gira la vida de los luchadores en medio de la función.


Ningún juego mexicano ilustra con tanta precisión el espíritu de la lucha libre como el de Serpientes y Escaleras.  Como información adicional hay que recordar que en toda su carrera luchística el Santo nunca perdió la máscara. Como los héroes de carne y hueso, siempre estuvo rodeado de mujeres hermosas, ya como luchadoras, ya como tentaciones o complemento del héroe.

Un cuadro triste es la muerte del Santo. Blue Demon, Mil Máscaras y el Rayo de Jalisco, cargan en lo alto la tabla donde descansa el Santo bocarriba con los brazos colgantes, sin vida. Las sacerdotisas enmascaradas realizan los funerales en el templo de Quetzalcoátl, mientras su imagen clásica, donde aparece con el dorso desnudo y con los brazos  levantados, brilla ya en la inmortalidad .

No es necesario ver al público de la lucha libre, el griterio, los accesorios, la parafernalia porque desde que te introduces en esta exposición todo el ruido te acompañará silenciosamente.



Charles Barth ha sabido captar la esencia de una leyenda, asociándola al carácter nacional. Su ingeniosa y brillante representación artística de la vida, pasión y muerte de El Santo es un homenaje al Enmascarado de Plata, Rodolfo Guzmán Huerta, que cobra mayor vigencia mientras pasa el tiempo.

Enhorabuena por este generoso acto que reivindica la cultura popular.

miércoles, 12 de junio de 2019

La tragedia del archivo de Nochixtlán
















(Vista del Palacio Municipal de Nochixtlán reconstruido, desde el atrio del templo católico)


Asunción Nochixtlán, Oaxaca.- El domingo 19 de junio del 2016 fue un día aciago para la historia de Nochixtlán.

Su virtud y su amenaza consiste en que la autopista México-Oaxaca pasa por el municipio, caracterizado por una posición geoestratégica para entrar o salir de Oaxaca y también para entrar o salir de la mixteca oaxaqueña, motivo por el que también se le conoce a esta población como la puerta de entrada a la Mixteca Oaxaqueña.

En una historia que aún está por escribirse, de pronto los ciudadanos de Nochixtlán se vieron envueltos por el conflicto. Todo empezó cuando, aproximadamente a las 07:30 horas de la mañana de ese domingo, las campanas de la población empezaron a sonar en toque de alarma, convocando a la ciudadanía al atrio de la iglesia. Varias personas señalaron que la policía estaba desalojando a los maestros que llevaban varias semanas bloqueando la autopista.

También dijeron que habían muerto muchos manifestantes y solicitaban el apoyo para atender a los heridos y para defender a las personas que eran desalojadas con violencia.

Muchos ciudadanos se alistaron para pelear contra la Policía Federal, entre los rumores de una supuesta invasión de cientos de policías armados a la comunidad, mientras que el ruido de los balazos y el humo de los carros quemados habían convertido en zona de guerra ese lugar cerca del panteón municipal.

Pronto, organizaciones sociales de la región, aliados de los maestros empezaron a llegar para participar en la batalla.

Al medio día, en medio de la confusión algunos ciudadanos culparon a las autoridades municipales de haber convocado a la policía y en venganza quemaron algunas unidades de motor, una en el interior del palacio municipal y otras afuera.

Al calor del fuego y de los rumores, personas avezadas determinaron que había que quemar las oficinas de la policía municipal y de tránsito estatal, ubicadas en la parte oriente del municipio y que simbolizaban al enemigo y la opresión. La refriega se mantenía con la llegada de más policías y de más apoyos de organizaciones sociales de la mixteca y aliadas de los maestros que llegaban a Nochixtlán.

Según algunos testigos, más o menos como a las 19:00 horas de ese domingo, la gente estaba asustada y enardecida y con todo su coraje le prendieron fuego a las oficinas del Registro Civil, ubicadas en la parte poniente del edificio. Afirman algunos testigos que entre las personas que regaron la gasolina para quemar el palacio había algunas que no eran de Nochixtlán.

Llama la atención, dicen, que antes del fuego total se registró un saqueo en el interior del Palacio Municipal, en el que algunos tomaron lo que pudieron, perdiéndose entre otros objetos, un antiguo bastón de mando con empuñadura y casquete de plata.

El fuego convirtió rápidamente en un horno todo el edificio de gobierno.

La galería de fotos de los presidentes municipales colgadas de las paredes del lugar, empezaron a arder y algunas se perdieron para siempre, porque no será posible volver a conseguirlas.

Rápidamente el fuego se extendió y consumió uno a uno los documentos del archivo histórico municipal, reduciendo todo a cenizas.

Personas de la localidad dicen que no es la primera vez que la turba enardecida quema el palacio municipal, en la historia de Nochixtlán ya hay estos antecedentes; sin embargo, dicen, esta sí es la primera vez que queman el Registro Civil y prácticamente todo el edificio municipal.

Al quemarse el archivo municipal, Nochixtlán perdió fuentes importantes de su historia, de la documentación de su gobierno y de la fundamentación para legalizar muchos actos y acciones. Por lo pronto, dado el rezago en el registro de la identidad principalmente de las personas mayores, muchas personas tienen problemas severos para reconstruir su existencia legal, ya que el fuego desapareció su origen e identidad.

Hoy en día se requiere una decisión determinante para reconstruir lo que se pueda de lo que se perdió.

Sin embargo, siempre será más fácil y más económico, educar en valores para que las personas rescaten sus archivos, en vez de incendiarlos.








jueves, 6 de junio de 2019

La otra Guelaguetza

Era de esperarse que un día reventara el escándalo por el creciente sobreprecio de los boletos para ver la Guelaguetza.

Ya se habían tardado un poquito en denunciar un hecho lamentable que consiste en la mercantilización de la fiesta de los oaxaqueños, que ha rebasado su carácter histórico de ser una fiesta de la hermandad indígena a un espectáculo comercial para tomarse la foto.

Si se ha constituido en eso, está bien, que venda.

Acaso, el espectáculo más original e igual con una añeja tradición se encuentre en espacios de la periferia, como la Guelaguetza que se realiza los mismos días 22 y 29 de julio, pero por la tarde, en el municipio de San Antonino Castillo Velasco, que es considerado la "Cuna del Jarabe del Valle" y en el que participan algunas delegaciones que han participado por la mañana en el Cerro del Fortín.

Ubicado el auditorio en el "cerrito" a un costado del Plantel 34 "San Antonino" del Colegio de Bachilleres del Estado de Oaxaca, se realiza esta presentación con una entrada totalmente gratis y a diferencia de otras ocasiones, no habrá necesidad de llevar sillas, ya que la autoridad se ha encargado de anunciar que éstas serán puestas como cortesía del municipio.

Junto con esta fiesta se realiza un mercado gastronómico en las faldas del cerrito en donde se pueden degustar antojitos regionales, pero la fiesta continúa ese mismo día ya que al término de las presentaciones de las delegaciones, los bailarines de todas las delegaciones se concentran frente al palacio municipal de San Antonino para disfrutar del tradicional "fandango", que es amenizado por grupos musicales.

San Antonino está al sur de la Ciudad de Oaxaca, a unos 30 kilómetros sobre la carretera a Ocotlán.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Oaxaca le falla a Google


Google, una de las empresas tecnológicas más importantes del mundo, tuvo el acertado tino de programar la impartición de una serie de talleres y conferencias de gran relevancia y utilidad dirigidos a una audiencia de los sectores público, social y privado de Oaxaca, pero la burocracia local no pudo brindar la atención necesaria que requiere un acto de estas dimensiones y por falta de garantías de la parte anfitriona se canceló este acto histórico.

La empresa que se ubica entre los primeros lugares del ranking mundial del sector denunció públicamente la falta de apoyos y garantías de la parte estatal, lo que representa al mismo tiempo una pésima señal de la capacidad de organización y logística de los responsables oaxaqueños.

El silencio de las autoridades de Oaxaca abona a estas denuncias y ya los ciudadanos comentan en redes sociales no solo la incapacidad de la parte oficial, sino, incluso, las posibilidades de que se hayan cometido excesos o abusos en las contraprestaciones exigidas a Google, lo cual podría tratarse de actos de corrupción.

Cualquier estado de la República Mexicana que tenga autoridades capaces y sensibles a la modernidad tecnológica apreciarían que Google los eligiera como destino para estas actividades de divulgación, formación y apoyo de primera mano.

Hay que recordar, sin ir tan lejos, el enorme prestigio que le brinda al estado de Puebla, albergar la “Ciudad de las Ideas”; o los eventos tecnológicos que se realizan en el estado de Jalisco cuya infraestructura comercial y de servicios tecnológicos son punta de lanza a nivel nacional; por no mencionar otras tantas experiencias exitosas que hablan bien de los gobiernos de esas entidades federativas.

Esta lamentable situación en Oaxaca se alinea a los errores y vicios del gobierno mexicano por su desinterés hacia la ciencia y la tecnología, demostrado a nivel nacional por los recortes presupuestales al sector y por la falta de ideas precisas y objetivos claros en la materia en el Plan Nacional de Desarrollo.

Los tiburones del marketing de otros estados ya deben estar ofreciéndole a Google todas las facilidades para trasladar este tipo de eventos hacia otras entidades, más comprometidas con el desarrollo y también, mejor sensibilizadas de la autopromoción que le haría a sus gobiernos la presencia del gigante tecnológico.

Oaxaca pierde la oportunidad de promocionar el turismo corporativo y manda una mala señal para el mercado mundial del turismo de convenciones.

Nuestra entidad sufre de severos rezagos educativos, tecnológicos y de desarrollo y además deja mucho qué desear en la vinculación con empresas globales.

En el mejor de los casos en el gobierno oaxaqueño debe prevalecer una lógica elemental, un prurito de sensatez y un acto de educación, para disculparse y reivindicarse para apoyar este tipo de actos. 

Eso es lo deseable, a pesar de que el daño ya está hecho y ha quedado registrado en la historia como el día en que Oaxaca le falló a Google, ¡qué pena y qué vergüenza mundial!

jueves, 16 de mayo de 2019

Plásticos: el resbalón de los diputados de Oaxaca








Imagen: https://www.pinterest.com.mx/beba_cigartua/gente-hipócrita/


Hace un mes los diputados locales de Oaxaca prohibieron el uso de plásticos y unicel en el estado.

Dicha medida está prevista para entrar en vigor dentro de un año, aunque a la fecha, todavía no se publica el decreto correspondiente en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado.

Es indiscutible que los plásticos son una grave amenaza para el medio ambiente y que es necesario regular su uso con el propósito de disminuir la contaminación. Al mismo tiempo, la industria del plástico ha penetrado en la vida común debido a su bajo costo y su variedad de usos, además de que es una actividad económica que genera miles de empleos.

Por esta razón llama la atención la premura y la displicencia con que abordaron los diputados locales el problema.

En primer lugar, esa medida es necesaria, pero su procedimiento fue arbitrario ya que no hubo una planeación legislativa, es decir, se incumplió el proceso de aprobación de las leyes que consiste en realizar análisis, estudios y concertar políticamente con los actores involucrados para encontrar alternativas viables bajo un enfoque de costo-beneficio.

Por ese motivo la iniciativa privada a través de sus organismos nacionales y locales han denunciado esa medida prohibitiva como un ejercicio de abuso de autoridad. Los diputados simplemente aprobaron sin evaluar su impacto y sin consultar a los actores involucrados. 

Toda esta premura y precipitación legislativa demuestra falta de oficio, desconocimiento y probablemente un agudo sentido de infundado protagonismo de los diputados oaxaqueños.

Carlos Guzmán Gardeazabal, delegado estatal de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, denuncia que nunca se les consultó y que por esta prohibición se ponen en riesgo miles de empleos; en este mismo sentido, Aldimir Torres Arena, Presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Plástico pide a los gobiernos locales que escuchen a este sector.

Se sabe que son varios los estados de la República que han legislado ya la prohibición de los plásticos y que en la mayoría de los casos se han emitido dichas disposiciones sin los estudios respectivos.

Con estas medidas legislativas también se focaliza el problema en los productores y en el consumidor final y queda claro que se omite la responsabilidad del estado, en sus tres órdenes de gobierno, ya que únicamente se les prohíbe consumir y usar plásticos y unicel, pero las cámaras locales pasan por alto los graves problemas de omisión de los tres niveles de gobierno en el tratamiento y disposición final de los residuos sólidos.

En el caso de Oaxaca es común ver por todo el territorio estatal basureros a cielo abierto improvisados por la ciudadanía ante la falta de eficacia de los servicios públicos de recolección de basura y su persistente incumplimiento de las normas de protección al medio ambiente.

Los mercados públicos ofrecen toneladas de productos de plástico chino con la complicidad y la omisión de las autoridades.

Al mismo tiempo, el sector público deja abandonados a su suerte a los empresarios y a los miles de trabajadores del ramo, ya que no se proponen políticas de reconversión ni tratamientos adecuados a la realidad local.

Es lamentable que los diputados oaxaqueños se hayan resbalado con esta medida necesaria pero mal hecha.


miércoles, 15 de mayo de 2019

Teposcolula, pueblo mágico

¿Qué es lo que hace mágico a un lugar determinado?

La energía que fluye en su entorno, y que se percibe en su arquitectura, en su ubicación geográfica, en historia, en su cultura, en su gente.

Enclavado en un pequeño valle, el municipio de San Pedro y San Pablo Teposcolula es uno de los tres municipios cuyo nombre es de dos santos. Hay otros dos municipios también dedicados a los mismos santos.

San Pedro y San Pablo Teposcolula cuenta una de las capillas abiertas más sorprendentes de los templos dominicos ya que es considerada la más grande de América Latina.

La intención de la Orden Dominica era crear un auditorio para predicar y realizar sus ceremonias religiosas ante grandes contingentes de personas. Cuando visitas este lugar no es difícil imaginarse la proyección que alcanzaba el orador principal desde el altar al dirigirse a unos cuantos miles de personas.

Hay una característica especial que tiene el ex convento anexo al templo, sobre sus paredes del patio principal existen cuadros que ilustran momentos clave de la vida de Santo Domingo de Guzmán, por lo que resulta muy interesante primero documentarse sobre la biografía de este hombre extraordinario y posteriormente apreciar los cuadros que existen en este lugar.

Especial atracción para visitar después del templo y su ex convento es la Casa de la Cacica, que son vestigios de la residencia de los descendientes de los reyes mixtecos, que habitaban de manera regular entre las regiones de la mixteca poblana y guerrerense.

Ubicado a 140 kilómetros aproximadamente de la capital del estado, el municipio de San Pedro y San Pablo Teposcolula es un lugar mágico para visitar en la región de la mixteca oaxaqueña.

















Aspecto de la entrada lateral al templo de San Pedro y San Pablo Teposcolula. En esta entrada se encuentra un pequeño huerto utilizado por los antiguos frailes de la orden.
















Capilla abierta, fachada del templo y ex convento anexo.




















Debajo de la cruz que se aprecia en el fondo se ubica el altar principal de la capilla abierta.




















En el interior del templo se encuentran altares con los estilos que son comunes a esa orden religiosa.




















Los altares son un alarde del tallado magistral de la madera.




Pasillo del ex convento en el que encuentran las grandes pinturas al óleo con imágenes de la vida de Santo Domingo de Guzmán.
















Algunas pinturas al óleo tienen recuadros que explican momentos de la vida de Santo Domingo.
















Las pinturas al óleo tienen técnicas de muralismo que destacan la imagen del fundador de esa orden.
















La Casa de la Cacica colinda prácticamente con predios de vecinos que han construido casas modernas. Los vestigios de la construcción permite dilucidar que se trataba de complejos palacios funcionales.








A la Cacica la describen como una hermosa mujer rica y poderosa, a la que honraban los pueblos mixtecos llevándole oro, cacao y los mejores textiles. Al igual que los caciques de Tlaxcala, los caciques mixtecos conservaron sus títulos, tierras y reconocimientos y sus descendientes cambiaron sus nombres con la llegada de los españoles, pero conservaban su estatus social.
















A un costado del majestuoso templo de San Pedro y San Pablo Teposcolula se ubica el edificio de lo que fue el antiguo Hospital de Indios.
















El colorido y diseño del edificio del Palacio Municipal lo hacen una exquisita obra arquitectónica para la vista.

 

En las fachadas de las casas antiguas de la comunidad se puede apreciar el extraordinario trabajo de la cantera.





















El seis de agosto se realiza en la comunidad la tradicional Calenda en la que participan "El Diablo" y "La Muerte", figuras típicas de la cultura popular.



lunes, 29 de abril de 2019

Ambientes obesogénicos en el Colegio de Bachilleres del Estado de Oaxaca


El Colegio de Bachilleres del Estado de Oaxaca(Cobao)  genera ambientes obesogénicos en sus más de 68 planteles propiciando que más de 38 mil estudiantes estén expuestos a una mala alimentación.

Lo anterior se deriva de las políticas internas del Cobao que consiste en privilegiar la venta de alimentos chatarra y de refrescos como una condición para la operación de los servicios de cafetería que funcionan en los distintos planteles de este subsistema de educación media superior.

De acuerdo con el avance preliminar del diagnóstico sobre “La Alimentación del alumnado en el Cobao”, realizado por alumnos de la Licenciatura en Gastronomía del Instituto de Estudios Superiores de Teposcolula(IEST-LG), en los planteles del  Cobao es un requisito distribuir los alimentos procesados de la empresa “Bimbo”, así como de las variedades de bebidas envasadas de la Pepsi, que, a decir del propio personal de las cafeterías, es quien tiene la concesión para la venta de esos productos en el interior de los planteles.

Además del servicio de cafetería, existen  también en muchos planteles máquinas despachadoras de alimentos procesados y de expedición de refrescos de esa marca.

De acuerdo con la versión de un gerente regional de esa empresa refresquera, entrevistado por los alumnos del IEST-LG y quien pidió no mencionar su nombre, ya tiene varios años que la Pepsi tiene la concesión de la venta de refrescos y bebidas envasadas en todo el Cobao, incluyendo sus oficinas centrales, sin embargo, la venta de bebidas se ha rezagado en relación con las aportaciones económicas que la Pepsi otorga al COBAO a través de una fundación que se encarga de administrar los servicios de las cafeterías: “Aunque se vende mucha agua embotellada, hemos venido insistiendo en que se tiene que elevar el consumo de refrescos para alcanzar nuestras metas anuales de ventas”, dijo.

El diagnóstico preliminar de los alumnos del IEST-LG, señala que junto con esta situación que convierte a los planteles del COBAO en una poderosa red de distribución de refrescos y alimentos chatarra, se percibe también una falta de supervisión para regular la calidad de los productos que se expenden al alumnado. “En nuestra muestra aleatoria del servicio de cafeterías del COBAO encontramos algunas fallas elementales en materia de protección civil, algunos problemas de higiene en el manejo y preparación de los alimentos y sobre todo, una venta predominante de refrescos y de alimentos chatarra que propician una mala alimentación en los educandos”.

Hay que recordar que según la teoría sobre los ambientes obesogénicos, éstos se caracterizan por la existencia de condiciones que propician una mala alimentación que puede generar efectos nocivos para la salud de las personas.

martes, 16 de abril de 2019

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, IN MEMORIAM

Este 17 de abril se cumplen cinco años del fallecimiento del querido maestro Gabriel García Márquez, acá algunos textos que he publicado en este mismo blog:

MIS FOTOS FAVORITAS DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Las fotos que siguen fueron tomadas del libro "Gabo Periodista", cuya reseña está en este mismo espacio. Son fotos que en lo personal identifico con tres momentos clave de García Márquez.



















En esta foto percibo a un periodista vigoroso, audaz, reflexivo y profundamente humano. Esta foto fue tomada por Nereo López en Bogotá, Colombia, alrededor de 1967. (Página 58 del libro)



















Esta otra foto me gusta mucho, se ve bien pícaro, alegre, de un humor rebosante, fue tomada por Rodrigo Moya en México, D.F., en 1976.





















  
Esta es, para mí, la fotografía del escritor consagrado. El maestro de la literatura que ha cosechado el éxito. Fue tomada en 1990, en Bogotá, por Hernán Díaz. (Página 28 del libro).
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UNA SELFIE CON GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ


Empezaba a oscurecer.

O tal vez sea una de las precisiones de la memoria, que dibuja a Gabriel García Márquez como si estuviera iluminado y todo a su alrededor oscuro. Lo que es cierto y seguro es que era un día entre semana por la tarde, porque entonces yo estudiaba en la Universidad por la mañana y la otra mitad del día era empleado de la Librería Gandhi de Coyoacán.

Entonces sólo existía la antigua y única librería "Gandhi", hacia finales de los años noventa, pero ya consolidada como un espacio de libros clásico que era visita obligatoria de escritores, intelectuales, lectores, artistas y bohemios.

Hasta la fecha, la presencia de escritores ahí es frecuente y para algunos empleados de la librería esas visitas eran la oportunidad para platicar y obtener la dedicatoria en las obras de sus autores. Varios trabajadores de la "Gandhi" nos disputábamos para ser los primeros en atender a los escritores de renombre que según nuestra propia experiencia de desplazamiento de sus libros entre los lectores les asignábamos una importancia determinada. También había algunos autores que parecían espantapájaros porque a la hora de su visita y por su trato no tan cálido, los empleados nos desaparecíamos como por arte de magia.

Empezaba a anochecer y parecía un día normal, hasta que el revuelo comenzó por la entrada de la librería. De pronto, mucha gente, entre clientes y empleados se remolinaron en torno a alguien y el barullo impedía acercarse, pero era una señal precisa de que un personaje destacado había llegado. Casi enseguida corrió la voz: "¡Llegó Gabo, llegó Gabo!" y nuestro primer impulso fue ir corriendo a la sección de novela y tomar Cien Años de Soledad para acercarse al maestro.

De manera natural se formó una fila para conseguir el autógrafo de Gabriel García Márquez, que con una sencillez de santo preguntaba el nombre de las personas para escribirles su dedicatoria. Cuando fue mi turno, entre empujones me acerqué al maestro y no pude evitar extenderle la mano para saludarlo, él sonrió,vestía un saco a cuadros y ya las canas y sus lentes le daban el aspecto de un sabio que contemplaba un fenómeno ordinario, pero se notaba gozoso y feliz de ver coronada su vida y su obra con el reconocimiento espontáneo de la gente, me saludó con un apretón de manos fuerte y firme y sentí en ese momento una ligera descarga eléctrica que sacudió todo mi cuerpo y luego una sensación de calor agradable.

El maestro sonreía y me dio la impresión de que una lágrima asomaba por sus ojos. Todo lo que quería preguntarle me lo contestó con ese fugaz y momentáneo saludo de manos y su mirada colmada de felicidad. Yo quedé satisfecho y lo miraba a la distancia. Apenas terminó de escribir las dedicatorias a las dos docenas de personas que se encontraban a esa hora en la librería se retiró como entró, en medio del júbilo y la buena vibra de todos.

Las personas que estaban en la cafetería y las que se encontraban en el área de discos apenas empezaban a llegar a la sección de libros y a solicitar con urgencia "Cien Años de Soledad".

Una clienta joven y guapa, de una gabardina oscura y una mascada naranja, parecía artista de cine, me pidió el mismo libro y me dijo "o tráigame cualquiera de Gabo, rápido por favor, que se va." Me deslicé con velocidad a la sección de novela y el espacio de exhibición dedicado a ese autor aparecía vacío. Con el mismo sentimiento de premura me dirigí a la bodega y justo en ese momento sacaban más libros de García Márquez, pero como tenían que registrar el título y número de libros que se sacaban perdí un par de minutos.

Salí al área de ventas con varios ejemplares de "Cien Años de Soledad", pero la chica que me lo había solicitado ya no estaba. García Márquez ya se había marchado y los demás clientes empezaban a dispersarse. Acomodé los libros en su lugar y me acordé de repente que mi libro autografiado lo había dejado en la mesa donde la chica bella me había pedido un ejemplar de Gabo. Lo busqué con ansia, pero el libro ya no estaba y la joven tampoco.

Pregunté en cajas si alguna chica hermosa de gabardina oscura y mascada naranja había comprado "Cien Años de Soledad" y la cajera me contestó que sí, que ella misma le preguntó a la clienta si se iba a llevar el libro de todos modos porque el escritor García Márquez ya se había retirado de la librería y la joven le dijo que sí, que se lo cobrara lo más rápido que fuera posible porque "hay días en que una se levanta con suerte" y luego se retiró con mucha prisa.

En esos años el teléfono celular era incipiente y las cámaras fotográficas no eran tan prácticas ni populares como para andar cargando una todo el tiempo.

Pasados los años visité el Museo de Cera de la Ciudad de México y ahí me volví a encontrar con Gabriel García Márquez, era la segunda vez en la vida que me lo encontraba y podría jurar que vestía como la última vez, solo que ahora estaba convertido en una inmortal figura de cera.

Estuve todo el tiempo que quise junto a él y festejé nuestro encuentro con una selfie.

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RESEÑA DEL LIBRO "GABO PERIODISTA"

¿El periodista nace o se hace?

Pregunta ociosa que recuerda el dilema planteado por los maestros a los pupilos si primero fue el huevo o la gallina y que cualquier biólogo precisa, con la mano en la cintura, que antes que todo fue el huevo en una continua y compleja red de células que fueron evolucionando.

Si la teoría evolucionista tuviera que aplicarse al periodismo---ya como decía Manuel Buendía, el oficio más antiguo del mundo, o como diría Gabriel García Márquez, el mejor oficio del mundo---, es evidente que el periodista nace, de la misma manera que se nace para ser la Madre Teresa de Calcuta, Martin Luther King o Gabriel García Márquez.

Más allá de los determinismos, un hecho es bastante cierto: la mayoría de los seres humanos tienen cierto talento, una vocación, un halo del espíritu que bien orientado es germen generoso de fecunda creatividad.

Pero el talento por sí mismo no es garantía de éxito si no se disciplina y se le brinda la constancia rigurosa del trabajo constante y optimista y sobre todo, la firme creencia de que lo mejor está por hacerse, lo que supone la premisa virtuosa de la humildad y el deseo fervoroso del mejoramiento permanente como un desafío de vida.

Son escasas las oportunidades en las que el creador puede documentar su obra.

Recuerdo a Jorge Ibargüengoitia en la excelente selección de artículos que hizo Guillermo Sheridan, intitulado “Autopsias Rápidas”, publicado por Vuelta, en algunos de los que explica el tormentoso proceso creativo o la chispa inesperada que le dio forma a sus novelas. Algo parecido hace Paco Ignacio Taibo II en las últimas novelas de Belascoarán, sus prólogos son sinceras confesiones de las dificultades que enfrenta el escritor, y en su caso, de las facilidades que, merced a una constancia a toda prueba, arrojan en momentos inexplicables la solución a la novela.

A diferencia del que escribe literatura, el periodista no puede excusarse de los alcances de su trabajo, apremiado por el rigor de las presiones de la entrega, prácticamente tiene que avanzar contra viento y marea para llegar a buen puerto que es publicar con oportunidad su colaboración. Pasado el tiempo y tras el éxito obtenido, el periodista reconoce que ha hecho un buen trabajo.

En estos casos, sirve de mucho el testimonio de los colegas.

Este es el caso del libro “Gabo Periodista”, que es una antología de textos periodísticos de Gabriel García Márquez , seleccionados y comentados por periodistas cercanos al autor de Cien Años de Soledad.

Para los admiradores del trabajo literario y periodístico de Gabriel García Márquez, esta obra, bajo el cuidado de Héctor Feliciano, a la sazón, presidente de la coeditora Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, viene a ser una antología fundamental para conocer la evolución creadora de Gabo y en la mayoría de los casos, del contexto en el que se generaron dichas creaciones, con venturosa constancia de primera mano.

Un acierto editorial ha sido el acompañar las publicaciones con numerosas fotografías de Gabo en su oficio de periodista, por lo que el lector logra un mayor acercamiento en la vida y la obra de García Márquez.

De hecho, no cambia mucho en sus retratos, es el mismo de la frente ancha coronada por un crespo cabello del caribe criollo; su mirada infantil y risueña, pero escrutadora y analítica, que enmarcan sus cejas inquisidoras; la nariz aguileña remata con un abundante bigote sobre unos labios que revelan una sensualidad permanente y un mentón protuberante que señala determinación y arrojo.

Hay tres fotos que me parecen muy interesantes.

Las tres son poses para la cámara. Una es donde aparece con el ojo morado y que consignó Rodrigo Moya en México, D.F., en 1976, después de un incidente con Mario Vargas Llosa que el mismo Gabo omitió en Vivir para Contarla y que en el mundillo de los libros se cuenta como una anécdota de chisme y de la que se espera que algún día Mario Vargas Llosa haga alarde en sus memorias.

Gabriel García Márquez aparece sonriente con el ojo morado en una actitud pícara. Esa foto se puede encontrar en internet y a pesar de que fue tomada cuando Gabo rondaba casi los 50 años, es una foto en que se muestra travieso, como quien ha perseguido a un gato sin lograr atraparlo y que en su correría ha dejado una evidencia de vajillas rotas que le ha provocado un gran regocijo.

Esa foto se podría ubicar en la delgada línea que divide a la realidad de la ficción y más allá del ojo morado, es la foto que preferiría que utilizaran los maestros de literatura cuando hablaran de García Márquez, porque es un retrato que nos acerca más al hombre de carne y hueso, al vecino costeño y divertido.

Otra foto interesante, a mi modo de ver, es la que inmortaliza al literato consagrado, es una fotografía de su edad madura, allá por 1990, tomada en Bogotá por Hernán Díaz (Página 28 del libro). Gabo tiene 63 años, pero aparenta una edad menor—es un traga- años---. Es un hombre de cabello cano y bigote blanco que aparece sentado de espaldas a un espejo que le sirve de marco, viste camisa blanca y un suéter oscuro, está cruzado de brazos y mira de frente a la cámara, que está ubicada a una altura menor, y se destaca por su sonrisa enorme y franca. Esa es la foto que podría estar en las bibliotecas o en las instituciones culturales.

La tercera foto que escojo, del centenar que contiene el libro, es la foto con la que preferiría identificar al Gabriel García Márquez periodista (página 58 del libro) y que fue tomada por Nereo López en Bogotá alrededor de 1967.

Aparece en primer plano el rostro de Gabriel García Márquez, tres cuartos mirando hacia la izquierda; tenues líneas horizontales surcan su frente y el vértice de su ceño fruncido ligeramente muestra la costumbre de impresionarse y reflexionar de continuo, pero la mirada fija es penetrante y se nota que escruta y sopesa humanamente algún acontecimiento.

Imagino que esa actitud, esa mirada es la misma que debió contemplar el náufrago que sobrevivió a la maratónica sesión de mayéutica a la que fue sometido por García Márquez para reconstruir la osadía psicoanalítica que dio vida a un relato-reportaje extraordinario. Es la misma mirada de periodista cuando armaba el rompecabezas de la crónica, a través de las preguntas a cada una de las personas que conocieron de una muerte anunciada; la misma e inteligente mirada que observaba milímetro a milímetro la exhumación de las criptas del Convento de Santa Clara, entre las que asomó la cabellera de leyenda que dio pie al gran reportaje sobre el amor y posteriormente a los demonios y la novela del mismo tema, y por qué no decirlo, acaso, la mismísima mirada que esperaba una respuesta de la Cabarcas, sobre un pretendido amor que será evocado, en el cénit de su vida y carrera, como la causa de sus memorias tristes.

La mayoría de la muestra periodística de García Márquez que se compila este libro, compuesta por artículos, crónicas, entrevistas, reportajes, ensayo, se puede localizar en la obra dispersa y eso le da un valor adicional, que las muestras son cronológicas y selectas. Para quienes no han tenido la oportunidad de encontrarse con los Cuentos de la Mamá Grande, los Textos Costeños o sus Obras Completas, por mencionar algunos, o para quienes ya las han leído, este libro, coeditado también por el Fondo de Cultura Económica y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, representa un homenaje póstumo y un documento imprescindible, junto a Vivir para Contarla, para conocer y gozar de la obra periodística y literaria de García Márquez.

Los textos no solo evocan el mejor estilo periodístico de Gabriel García Márquez en sus diversas etapas de crecimiento desde la trinchera, sino que también pasan revista a la convicción ideológica que lo orilló al periodismo militante, en una época que en que ser periodista capaz y honesto, se vislumbraba ya como una amenaza para el poder corruptor de la política y las tiranías latinoamericanas.

Seguramente muchos biólogos estarán inconformes con la licencia literaria y periodística de nombrar a los dictadores como gorilas porque al fin y al cabo, el gorila no le pide nada al hombre y no tiene la culpa de la degeneración humana; pero el uso del término calcó a la perfección al salvaje, al que se impone bajo la fuerza bruta y que en la teoría de la evolución se quedó incompleto y alejado de la razón y de la civilización.

El gorila latinoamericano que es una amenaza para el periodismo y la sociedad, tal vez disminuyó un poco en su perfil de militar y dictador, pero hoy en día el nuevo gorila latinoamericano es el que se disfraza de gobernante y usurpa el poder civil con sus hordas de mafias de narcotraficantes y de corruptos que también hacen blanco frágil al periodismo.

Del oficio más antiguo del mundo, del mejor oficio del mundo se ha pasado al oficio más perseguido del mundo.

En nuestras incipientes democracias latinoamericanas el periodismo está en alerta roja ante la combinación explosiva de la política y la corrupción que hacen del ejercicio periodístico un campo minado y con tantas muertes que jamás profesión alguna hubiera resultado tan peligrosa.

Sufrido en carne propia, el mismo Gabo alentó la discusión y la protección del periodista como objetivos de cobertura de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberaoamericano.

Ojalá y que esta iniciativa documentada pueda servir de inspiración a los gremios de periodistas locales que resisten los embates del poder, desde los territorios contaminados por la corrupción política y la delincuencia organizada.

Una de las mayores contribuciones del libro “Gabo Periodista” también es documentar su acción visionaria y de avanzada para recuperar la vigencia de un periodismo moderno y eficiente, a la manera de una escuela viva donde los grandes periodistas del mundo compartían con jóvenes periodistas de Iberoamérica sus experiencias y visiones sobre el mejor oficio del mundo.

Partiendo del principio de que no hay escuela de vuelo para aves y de que el periodista nace, nunca está por demás nutrirse de la experiencia de quienes han logrado conquistar las cimas y aunque las condiciones son diferentes, como particular es la existencia misma, este tipo de libros son como un faro en el puerto de la creatividad porque ayudan a iluminar el camino.

La selección de los textos periodísticos de Gabriel García Márquez no son oro molino, son lingotes de oro macizo.

Los consejos, valoraciones, los análisis y las recomendaciones que sobre el periodismo hace en algunos artículos García Márquez, quedan consignados en esta obra que la convierten en un referente obligatorio para estudiantes y practicantes del periodismo y en una obra imprescindible para sus lectores.

Cinco citas de Gabo Periodista, tomadas del libro de referencia:

“El periodismo es la profesión que más se parece al boxeo, con la ventaja de que siempre gana la máquina y la desventaja de que no se permite tirar la toalla.

“El reportaje no es, ni mucho menos, el periodismo. Pero hay que pensar que al lector siempre le gustará leer una historia completa, alentada por una narrativa de sabor literario.

“La mejor noticia no es siempre la que se da primero sino muchas veces la que se da mejor.

“Cuando uno se aburre escribiendo, el lector se aburre leyendo.

“Hay que empezar con la voluntad de que aquello que escribimos va a ser lo mejor que se ha escrito nunca, porque luego siempre queda algo de esa voluntad.”

Otro acierto de este libro “Gabo Periodista” es que cierra con una minuciosa cronología de los principales hechos de su vida y su trabajo como periodista que va de 1927, el año de su nacimiento, hasta octubre de 2012, cuando recibe la medalla de Bellas Artes por el gobierno mexicano.

El libro se publica en noviembre de 2012, prácticamente a un año medio antes de que la muerte viniera por él para embarcarse al Macondo de la inmortalidad.

Esta antología se lee como los mejores libros, de principio a fin sin soltarlo, y si se ve en la necesidad de interrumpir la lectura, solo es con el propósito de no agotar el material y prolongar su disfrute. Los comentarios y las anécdotas citados por los colaboradores de Gabo, en torno a los materiales publicados, son tan sinceros que cuando se termina el libro a uno le queda un nudo en la garganta por la generosidad y la gran calidad humana de Gabriel García Márquez.

Obvia señalar que hay un atisbo de su vida privada, implícito apenas a través de una entrevista, pero que permea la obra de modo que puede identificarse a la gran mujer que estuvo siempre al lado de este gran hombre, su señora esposa Mercedes Barcha.

Además de ser un reconocimiento y un homenaje merecido al periodista Gabriel García Márquez, este acto también habla muy bien de sus colegas y los comentaristas que lo hicieron posible: Héctor Feliciano, Gerald Martin, Héctor Abad Faciolince, María Luisa Ronderos, Juan Villoro, José Salgar, Jon Lee Anderson, Teodoro Petkoff, Sergio Ramírez, Enrique Santos Calderón, María Jimena Duzán, Alex Grijelmo, Martín Caparrós, Antonio Muñoz Molina, Juan Cruz, Jean-Francois Foguel, Joaquín Estefanía, María Elvira Samper, Alma Guillermoprieto, Jaime Abello y José Luis Novoa.

Tal vez un pendiente de la Fundación que hoy lleva el nombre de García Márquez, consiste en documentar algunos de los cursos que se impartieron tanto por el mismo Gabo, como por otros reconocidos periodistas y ponerlos al alcance del público, o probablemente ya existan. Al menos esta obra de Gabo Periodista consigna lo que pensaba y recomendaba Gabriel García Márquez en torno al periodismo, pero no está por demás compilar también las apreciaciones de personajes como Kapuscinsky y las de los talentosos periodistas de Iberoamérica que participan del proyecto de la FNPI.

Para ser honestos sólo hay un problema con este gran libro publicado a finales del 2012 y es que se trata de una edición no venal, es decir, no está a la venta y únicamente se distribuyó en instituciones educativas y bibliotecas públicas.

Lástima, porque en la biblioteca de mi pueblo había dos ejemplares y ahora solo queda uno.