miércoles, 13 de febrero de 2013

El misterio de las tumbas prehispánicas 2a. parte

Tomamos todas las fotos que pudimos.

Incluso, dentro de aquella majestuosa construcción, nos sentimos tan contentos por haber ganado esa batalla, que hasta nos dábamos el lujo de bromear y tomarnos fotografías.

A la distancia, me da la impresión de que el aire enrarecido y la espesa vegetación, probablemente alteraron nuestra conciencia porque realmente estábamos muy inquietos.

Sucede que cuando estás en un lugar extraordinario, tienes dos opciones, o lo describes o lo disfrutas. Y nosotros lo que hicimos en medio de nuestra euforia fue disfrutarlo.

La cinta métrica que yo llevaba en el bolsillo la traía de adorno porque en ese momento se me olvidó que la llevaba con la intención de realizar mediciones.

Parecíamos dos pequeños con un juguete nuevo.

Era tanta nuestra avidez, que sin darnos cuenta, cada quien hacía lo que quería. Mi amigo el fotógrafo me pedía que le tomara fotografías en las posiciones más ridículas en medio de aquel lugar y yo por mi parte tocaba cada parte de la pared para tratar de encontrar un pasadizo o alguna inscripción que me diera luz sobre aquel lugar.

Los insistentes gritos de afuera para que nos saliéramos nos despertaron a la realidad.

De todo lo que quisimos hacer no hicimos nada.

Salimos de aquel lugar no sin dificultades y ya afuera como que recobramos la sensatez.

Lo primero que nos pidieron fue la cámara con la que se tomaron fotografías.

Don José, nos miraba con mucha curiosidad mientras decía, "Eso sucede siempre que se meten a ese lugar: pareciera que pierden la razón." Y nos relató la larga historia de la persona que perdió la cordura después de su visita al interior de varias ruinas prehispánicas.

Estoy seguro que se trataba de una tumba de gigantes.

Afuera, misteriosamente, ya funcionaron los equipos de video y fotografía y pedimos la camarita para compartir archivos, pero mi amigo y representante de la autoridad municipal nos dijo:

-Me da mucha pena decirles que no podemos autorizar que se divulguen estas fotografías. También les pedimos que no ubiquen este lugar para evitar el saqueo que históricamente hemos tenido. Nuestra batalla es para defender estos lugares sagrados de nuestros antepasados. Ojalá lo entiendan.

Comprendimos absolutamente.