jueves, 8 de diciembre de 2016

Tres pasos contra con la corrupción

Uno de los grandes males de nuestro país es la corrupción.

La corrupción es el acto por el que un servidor público se aprovecha de su puesto o función para generar una ganancia ilícita o un beneficio indebido.

Para el servidor público la corrupción también tiene repercusiones severas, ya que cada acto equivale a traicionar, robar,  y mentir.

Se traiciona la confianza y el espíritu del servicio público, se traiciona  a la ley y a la Patria; se roba porque obtiene de manera ilícita beneficios económicos o en especie y se miente porque para encubrir sus actos se omite o se finge respeto por la legalidad.

Aunque pudieran distinguirse distintos tamaños o dimensiones de la corrupción, como la del agente de tránsito que recibe una cantidad mínima de dinero para evitar levantar una infracción, o la del gobernante que ha desviado una considerable cantidad de millones de pesos, la corrupción es un acto deplorable que no debe existir porque debe prevalecer el Estado de Derecho, el principio de legalidad y la honestidad indiscutible de los servidores públicos.


Entre las consecuencias de la corrupción está en primer lugar la violación de las leyes y el abuso de autoridad; el daño patrimonial al Estado; la defraudación a los ciudadanos; la promoción de la inequidad y en muchos casos, daños graves a la seguridad nacional.

Las relaciones  de la corrupción se dan entre los siguientes sujetos: gobierno-iniciativa privada; gobierno-ciudadanos; gobierno-gobierno; gobierno-crimen organizado y gobierno-organizaciones.


En todos esos casos, el primero que pierde es el Gobierno qsue se corrompe, porque al romperse los principios de legalidad, honradez y eficacia, el Gobierno ya no tiene razón de ser, ya no es el árbitro supremo que vela y garantiza el bien de la nación con justicia y equidad.

Un país en el que la ley se omite es tierra de nadie y está condenado al fracaso.

Ante esta situación existen tres pasos que son fundamentales contra el combate a la corrupción, focalizando sobre el gobierno:

1. Rectitud de la autoridad. Parece obvio, pero en el gobierno las relaciones son verticales y si la cabeza no se pudre, el cuerpo no se pudrirá. Las máximas autoridades de los órdenes de gobierno deben tener voluntad de no corromperse y al cumplir con su deber podrán vigilar hacia abajo con total legitimidad y aplicar la ley.

2. Abatir la impunidad.  En donde existe voluntad para acabar con la corrupción, simple y llanamente se tiene que aplicar la ley, sin importar el nivel de autoridad de los implicados. Es el paso más complicado porque la aplicación irrestricta de la ley, en gobiernos muy corruptos, podría significar un suicidio político o una tabla de salvación de la máxima autoridad, si no está corrompida.

3. Reingeniería del sector público. Irónicamente las leyes y las instituciones que se crean para acabar con la corrupción, en el Estado corrompido, sólo legitiman el mal que pretende combatir. Las leyes de transparencia por ejemplo, favorecen que la propia autoridad pueda regular la disponibilidad de la información--un recurso para ocultar la corrupción--- y es evidente que no habrá estructura burocrática capaz de acabar con la corrupción, si no se dan los pasos mencionados con anterioridad.

Básicamente, el combate a la corrupción lo tienen que dar hombres y mujeres que realmente aman a la Patria, porque eso significa el respeto y la convicción de que el gobierno es el auténtico árbitro de la legalidad y la justicia.

miércoles, 26 de octubre de 2016

El enterrador



El Panteón General de Oaxaca está lleno de historias.

 


Cuando la luz eléctrica en Oaxaca se estaba introduciendo, el panteón contaba con una débil bombilla que se apagaba al anochecer.

En uno de esos días, los masones de Oaxaca solicitaron autorización a la administración del panteón para realizar un rito en una de las galeras donde reposaba un distinguido miembro de esa orden.

Decenas de masones vestidos de impecable traje oscuro hicieron un círculo frente al nicho, todos ellos con los arreos propios de su orden, guantes blancos, espadas y liturgias. Llegada la hora en que se apagó el foco, los masones practicaron su rito en la oscuridad, en medio del silencio sepulcral sólo se escuchaba la respiración de los presentes que en plena concentración le daban un aspecto fantasmal a aquella reunión y cuando el que lidereaba la ceremonia invocó con fuerza el nombre del difunto, un ruido espantó salió de aquellas criptas, pero fue tan impactante el ruido que varios masones cayeron privados por el susto, mientras que el resto, salió huyendo como pudo de aquel lugar, dejando espadas, liturgas y compañeros abandonados en medio de aquel infernal momento.

Es muy probable que los masones hayan creido que el muerto salió de su tumba.

Y si no fue el muerto, fueron las lechuzas que habitaban las urnas desocupadas de aquellos nichos, que al sentir la oscuridad, levantaron el vuelo asustando terriblemente a los confiados masones.

Tras el susto vino una carcajada muy franca, era don Panchito, el enterrador del Panteón General que observaba aquella escena con una comicidad inusitada porque él conocía que justo al apagarse la bombilla, aquellas aves salían invariablemente de su nido.

Por eso pudo alcanzar a los masones y explicarles el origen de aquel ruido.

Y al igual que esa anécdota, Don Francisco G. Rubiera tenía anécdotas para escribir un libro de las experiencias de sus 60 años como enterrador del panteón municipal, también conocido como panteón de San Miguel.

Esta anécdota--más o menos parecida---, la cuenta "Félix" en la entrevista que le hizo a Don panchito allá por el año de 1966, cuando el personaje contaba con 74 años de edad y 60 de trabajar como panteonero en ese lugar y que se pubicó en la revista "Oaxaca en México", en julio de 1966.

Algunos datos sobre el panteón, que proporciona Don Pachito, indican que la construcción de este cementerio se inició en 1833 por las organizaciones religiosas, concluyendo su construcción en 1852, como consta en una pared localizada al norte del lugar. El panteón estaba previsto para tener una capilla monumental, que después de cinco años de trabajos, en 1861, se suspendió tras la promulgación de las Leyes de Reforma. Aseguraba el enterrador que el único panteón que se le parece actualmente es el de San Fernando en la Ciudad de México.

Reseña don Panchito las épocas en que el panteón estuvo muy activo:

1860 a 1865 epidemia de cólera.
1915 a 1916 epidemia de tifoidea.
1918 a 1919 influenza española.

El entrevistador "Félix" reseña que durante la visita realizó en el panteó se encontró una cruz esculpida en piedra en 1733 sobre la tumba del "Muerto Olvidado"y visita las tumbas de la hija de Don Benito Juárez, el hijo de Porfirio Díaz, José María Díaz Ordaz, del doctor Pardo, el "casi dueño de la ciudad de Oaxaca" García Vigil, enterrado en una tumba de tierra, sin lápida.

Panchito el enterrador señala que en 1931 se registró un terremoto en la ciudad de Oaxaca que daño severamente el panteón y varias tumbas se perdieron, entre éstas la del compositor de "Dios Nunca Muere" de Macedonio Alcalá.

Señala que en una ocasión el gobernador Sánchez Cano realizó un homenaje sobre la tumba del compositor y cuando trataron de mostrar el ataud, la tumba estaba vacía debido al terremoto, por lo que los restos de Macedonio Alcalá están prácticamente perdidos.

Qué interesante sería encontrar las memorias de Don Panchito.


(Fotos: "Félix" Revista Oaxaca en México, junio-julio 1966.)
























viernes, 7 de octubre de 2016

Promueve el Partido Acción Nacional permiso para matar



La promoción que hace el Partido Acción Nacional en el Senado de la República para que ciudadanos porten armas en sus negocios y vehículos tiene un doble fondo, ya que esta disposición ya está prevista en el artículo 26 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, que regula el Artículo 10 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Como se recordará, el Artículo 10 Constitucional determina que los habitantes de nuestro país tienen derecho  a poseer armas en su domicilio y remite a la Ley Federal respectiva el caso de la portación de armas y en la que quedan comprendidas jurídicamente ya las hipótesis de la portación de armas en el  automóvil y en los negocios.

Si ya existe esta previsión de ley, es probable que la intención del Partido Acción Nacional no sea estrictamente modificar el Artículo 10 de la Constitución, sino el Artículo 5º  de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos que determina la política del Estado Mexicano respecto a las armas, ya que faculta al Ejecutivo Federal, a los Gobiernos de los Estados, al Distrito Federal y a los Ayuntamientos para realizar campañas educativas permanentes que induzcan a reducir la posesión, la portación y el uso de armas de cualquier tipo.

Esta política de Estado limita que poderosas compañías productoras de armamento puedan tener libre el camino para la venta de armas a discreción en nuestro país, aunque,  debido a la corrupción y el poder de las mafias, México se encuentre entre los países donde existe un alto tráfico ilegal de armas.

Si se llegara a modificar el sentido de esta política de estado propiamente prohibicionista, se daría el primer paso para la posterior liberación del mercado de armas en México y probablemente México sería lo más parecido al mercado de armas estadunidense, donde la cultura de las armas ha generado frecuentes masacres.

Desde una perspectiva de políticas públicas es muy dudoso que la liberación gradual del mercado de armas en México, como parece que lo pretende el Partido Acción Nacional, tenga un efecto positivo en el combate a la delincuencia. En primer lugar porque la posesión o la portación de un arma no garantiza que disminuya o se frene una amenaza y en segundo lugar porque el ciudadano no puede hacerse justicia por propia mano.

La fragilidad de la propuesta panista deja de lado las causas estructurales del problema: combatir la delincuencia desde sus raíces y combatir la impunidad, aspectos en los que ha dejado mucho que desear.

Más allá de todo lo que se desprende de este desapego del PAN a la tradición pacifista de la República Mexicana—y sus oscuras intenciones de crear de facto un permiso para matar--- queda demostrado que México seguirá siendo territorio en disputa de los intereses ajenos y extraños al progreso nacional.

martes, 4 de octubre de 2016

Justicia por propia mano

La tortura, consistente en cortarle los dedos, posteriormente arrastrarlo y quemar vivo a un presunto asaltante, como un acto de justicia por propia mano por parte de ciudadanos enardecidos, reduce a la sociedad y a su gobierno a una caricatura grotesca.

Este lamentable acontecimiento se registró la semana pasada en Matatlán, el municipio que le ha dado fama mundial a Oaxaca por su mezcal.

¿Qué fue lo que motivó realmente la respuesta sanguinaria de la ciudadanía ante la detención de un presunto delincuente?

Son varias y complejas las circunstancias, pero una característica las conduce de manera transversal: el hartazgo. Hartazgo por el imparable crimen; hartazgo por la proverbial justicia burocrática: "-Si quiere que levantemos la demanda, tiene que traer el original de la factura de su plancha vieja, de su radio destartalado que le heredó su abuelita y de su despertador chino y barato que compró en el tianguis, acompañado, mucho mejor, si tiene una fotografía del objeto en cuestión..."

Hartazgo porque más tardan en detener a un ladrón y presentarlo ante el Ministerio Público, que éste lo deje libre a cambio de unas cuantas monedas para el "refresco": "--Mire, jefe, ustedes son muy críticos, pero no agarran la onda que estamos sujetos a mucho trabajo, todo mundo quiere demandar, todo mundo tiene problemas; somos poco personal, no tenemos vehículos suficientes para trasladarnos, no tenemos para la gasolina y pos usté sabe, necesitamos algo para el chesco, si no, su demanda se va a archivar y ahí cuando tengamos tiempo la vamos a investigar..."

Hartazgo porque socialmente vivimos en una histeria local donde cualquiera que no agote las instancias formales para canalizar sus demandas, se apropia del espacio público y con total impunidad perjudica a terceros sin que la autoridad haga acto de presencia: "---Nooo, mi Lic. usted vive en otro mundo. Acá no podemos meternos contra esos grupos, es un problema FE-DE-RAL, a nosotros no nos toca." "---Si no presionas no te hacen caso, como dice el dicho: El que no chilla no mama" y Oaxaca está lleno de gente que mama y mama, como un estilo de vida.

Según la revista Proceso, van cinco ejecuciones de este tipo en Oaxaca, aunque---al menos en su versión de internet---, no se amplía la información sobre los lugares en que se han llevado a cabo estos homicidios tipo "Fuente Ovejuna".

¿Qué falló?

Al parecer los cuerpos de seguridad reaccionaron demasiado tarde; las autoridades locales se vieron rebasadas por la masa enardecida y se dieron cuenta de que no existe un protocolo para casos de violencia tumultuaria y que además no están capacitados para este tipo de contingencias, pero lo que está fallando de manera contundente son los valores: no hay que ser abogado o policía para frenar un linchamiento.

Falló la cordura, la sensatez, la inteligencia.

Falló la civilidad, el respeto por la dignidad de la persona, aunque se trate de un presunto delincuente.

Falló todo, incluyendo ese entorno que hace apología de la violencia a través de los medios, la cultura de la violencia en la que descubres que un muerto no es nada, que cientos de muertos no representan nada ante la cortina de impunidad que los soslaya; descubres que los crímenes del narco, de la policía, de las pandillas, del estado o del delincuente solitario, se asimilan como parte de la naturaleza, como un lugar común que caracteriza esta sociedad de justicia por propia mano.

No se trata de defender a la delincuencia, como se ha acusado reiteradamente a los organismos defensores de derechos humanos.

Se trata de formar una ciudadanía responsable, mesurada, honesta, sensata, que recupere valores y los ratifique socialmente como un estilo de vida fundado en el respeto a la dignidad de las personas.






jueves, 29 de septiembre de 2016

Los dominios de la lengua

Son dominios en términos de magnitudes.

Magnitud como ámbito espacial.

El dominio de la lengua, visto así, es exactamente como una acepción de la Real Academia Española de la Lengua: "Territorio donde se habla una lengua o dialecto".

Considerado el dominio como un territorio podríamos pensar en una especie de hegemonía de la lengua.

La lengua pervive y se recrea mientras mayor sea su número de hablantes.

Y al igual que los imperios, las lenguas también tienen sus épocas de esplendor y decadencia, aunque se trate de procesos largos y complejos.

Es difícil pensar que el español, como lo hablamos hoy en día, pueda desaparecer como el latín, aunque sí es un hecho que los modos de uso del español lo distingan del mismo idioma en otras latitudes.

De manera particular, España tiene una hegemonía de la lengua por ser el territorio originario del Español. Su destacada Real Academia de la Lengua Española hace meritorios esfuerzos por mantener la vigencia del buen uso del idioma.

Estos esfuerzos se ven multiplicados gracias a las tecnologías de información y comunicación a través de las cuales la lengua española se remoza y amplia su dominio, en la medida de la disponibilidad de las redes.

México también posee cierta territorialidad del idioma. El español de México se recrea con los modismos y la influencia de la cultura popular; se enriquece con las lenguas originarias y toma prestado de aquí y de allá algunos usos y abusos del lenguaje.

Hay que reconocer que cuando se tiene una duda sobre el español en México, por lo general se invoca a la Real Academia de la Lengua, la de España.

Así es en muchas redacciones de periódicos.

Por un lado, los nuevos editores y correctores egresados de universidades y escuelas de periodismo, son fieles al diccionario de la lengua materna que se edita en España, por lo que cuando informan sobre un temblor de tierra lo nombran como lo determina la RAE: seísmo.

Pero los viejos correctores, que se hicieron fuera de las aulas de la comunicación, lo llaman "sismo", como lo admite la Academia Mexicana de la Lengua.

Hace poco un diario nacional---en México---, publicó una nota en primera plana que decía "magullan" a fulano de tal... Dicho correctamente sobre los golpes y apretones sobre una destacada personalidad, pero esto se leía raro y se escuchaba extraño porque en el lenguaje popular la mayoría de la gente dice: "mayugar", que es una distorsión de maguyar, pero que se pronuncia más fácil y de tanto repetirse ya quedó instalada.

Al respecto, la Real Academia Mexicana de la Lengua admite, con el mismo significado, tanto mayugar como mallugar y cita el término "magullar" refiriendo a la RAE.

Los dominios de la lengua se recrean en los medios, con mayor o menos intensidad y según las experiencias y contextos de sus operadores.

Con el advenimiento de las tecnologías esas pequeñas controversias de la lengua se enfrentan en el campo del ciberespacio, representando nuevos y apasionantes retos.

viernes, 12 de agosto de 2016

El papel del cronista municipal

La muerte del cronista de la ciudad de Oaxaca Rubén Vasconcelos Beltrán, ha revivido la importancia del papel de la crónica municipal.

En primer lugar porque el señor Vasconcelos Beltrán -que fue, además de un gran cronista, un excelente promotor cultural y una de las personalidades más queridas por la sociedad oaxaqueña-- deja un vacío muy grande porque él sí desempeñó su papel de cronista con la relevancia y dignidad propias de una sociedad que aprecia la culta figura del cronista.

En segundo lugar, porque la ciudad de Oaxaca, tiene una vida histórica relevante, pero una vida social, política y cultural dinámica e intensa, que representa un desafío para el cronista por la dedicación de tiempo, recursos y esfuerzo para darle su justo lugar a la crónica local.

Hay algunos que confunden al historiador con el cronista. Un cronista tiene algo de historiador porque documenta hechos relevantes que puedan servir para la historia, pero no es un historiador porque no estudia el pasado, pero lo conoce y -en eso reside el secreto del cronista--- revalora,  identifica, distingue (pule y da brillo, podríamos decir) y les da vigencia, a aquellos acontecimientos, personajes, situaciones y hechos que tienen trascendencia para caracterizar a una comunidad.

Otro detalle adicional de la ausencia del cronista oficial de Oaxaca de Juárez es que el ayuntamiento, en un reto verdaderamente difícil, tendrá que realizar un proceso de selección objetivo y transparente, para designar al nuevo cronista citadino.

Afortunadamente no faltan candidatos y habrá que estar atentos para conocer al nuevo responsable de tan interesante labor.

jueves, 28 de julio de 2016

Artesanos indefensos

Recientemente se ha denunciado en redes sociales que empresas extranjeras han copiado modelos y estilos de ropa artesanal oaxaqueña y la comercializan sin respetar ningún derecho de autor.

Concretamente se refieren a una empresa argentina que está comercializando modelos de ropa típica de San Antonino Castillo Velasco, Oaxaca, que son más conocidas por un tejido propio de la comunidad.

Las creaciones artesanales tienen una clara fuente de producción, están identificados los estilos, las formas, sus lugares de origen, sus creadores, pero, ¿por qué es tan fácil tomar esos diseños sin ninguna responsabilidad? Porque, lamentablemente, los artesanos están indefensos ante la globalización.

No solo se carece de mecanismos de apoyo para la producción y su distribución, no hay estímulos y parece que no existen políticas de desarrollo artesanal desde una perspectiva de negocios. Lo más grave es que la propia autoridad no fomenta la denominación de origen de estos productos.

Ya sucedió en Chiapas y ahora en Oaxaca, pero estos hechos son los que se identifican porque trascienden de manera evidente en redes sociales. Hay, sin embargo, una práctica de robo hormiga que se identifica en nuestros propios mercados y es la reproducción masiva(industrial) de juguetes tradicionales que irónicamente portan una leyenda que dice "Made in China".

Algo está sucediendo con los derechos de propiedad intelectual de las creaciones culturales nativas, mientras las autoridades no reaccionan ni ante las denuncias que se realizan a través de las redes.

En estos casos, son las propias autoridades municipales las que deben tomar la iniciativa para corregir esta situación, pero esto se percibe como un sueño lejano por lo que es más probable que sea la propia sociedad civil quien impulse una acción determinante para salvar lo poco que se pueda salvar ante una práctica mercantil depredatoria que lesiona sensiblemente a nuestros artesanos y nuestras expresiones culturales.

miércoles, 6 de julio de 2016

Oaxaca, ¿Cómo sanear una sociedad desmoralizada?

La violencia nunca se justifica.

Durante algunos meses la sociedad del Estado de Oaxaca se ha visto alterada por un malestar---de manera simplista podríamos decir que de víctima o verdugo, según el lugar donde uno se pare---, y que ha repercutido en la normalidad de la vida cotidiana.

Más allá de las causas, motivaciones y objetivos de los diversos grupos que han alterado el orden social, un hecho es cierto: el hartazgo es recíproco.

Nunca como ahora se percibe una sociedad dividida y cansada, frustrada; existe un sentimiento general de incapacidad para resolver los problemas y para lograr una armonía social. Existe una incertidumbre sobre el futuro inmediato y la zozobra se hace cotidiana por los rumores, las acciones y el discurso de los diversos actores involucrados en la controversia.

La ancestral pobreza, la imparable corrupción oficial y la infinita presión económica sobre la ciudadanía---como dice el dicho, al perro más flaco se le cargan más las pulgas---, provoca que Oaxaca profundice su dependencia, su anquilosamiento y su involución política, económica y social.

Si se observa a los movimientos sociales de Oaxaca bajo el microscopio de la teoría de las revoluciones, sus estertores no pintan para un cambio de trascendencia real por su bajo perfil y sus propósitos sectoriales y cortoplacistas.

Esta situación de inestabilidad y desmoronamiento moral del pueblo oaxaqueño, no lo sustenta para enfrentar los desafíos del desarrollo.

Los pueblos, como los hombres, necesitan un cuerpo sano y una mente sana.

¿De qué manera, entonces, se puede recuperar la fe, la confianza y la autoestima de una sociedad vapuleada, dividida, frustrada ante el futuro y sin la esperanza de una estabilidad que ayude a impulsar su avance por la senda del progreso?

En primer lugar se necesita recuperar el Estado de Derecho. Que las partes se apeguen estrictamente a la legalidad. Que el Estado cumpla con su obligación de mantener la paz pública y garantizar la seguridad jurídica de las personas, a través de la observancia de los derechos y garantías constitucionales.

Pero el Estado, a través del gobierno, también necesita recuperar su credibilidad, se requiere combatir la impunidad y dar muestras contundentes de convicción y compromiso por la justicia y la legalidad.

La población necesita recuperar la confianza en su gobierno y en sus instituciones; y si la parte agraviada que reclama derechos tiene causas justas, debe agotar todos los instrumentos de negociación y de legalidad, antes de proclamar la violencia y el chantaje político.

En segundo lugar, es necesario impulsar un gran movimiento de reconciliación, paz y justicia entre los diversos actores sociales, políticos y económicos.

Más que sacar leña del árbol caído, los partidos, las iglesias, los empresarios, las organizaciones de la sociedad civil, los diputados, los presidentes municipales y principalmente los partidos políticos, deben actuar con responsabilidad social y convocar a la paz y la legalidad.

Cada institución, desde sus respectivos ámbitos, debe recuperar y fomentar los valores como el diálogo, la razón jurídica, la tolerancia, el respeto con la convicción de que el futuro de México es un futuro de grandeza.

Por algún lado tenemos que empezar a tejer la confianza desde las amistades, la familia, las instituciones, comunidades y pueblos y demostrar que más allá de nuestras diferencias somos sociedades civilizadas donde impera la razón y la legalidad y que por lo mismo, tenemos el derecho de ganarnos un futuro con responsabilidad y legitimidad.

Sanear la sociedad oaxaqueña, convulsa y subestimada, no se logrará de la noche a la manaña, pero podemos empezar hoy por nosotros mismos con una pizca de optimismo y buena fe.

viernes, 5 de febrero de 2016

Injusto olvido del letrista oaxaqueño de Agustín Lara

Para tener en cuenta.

Agustín Lara, el gran compositor veracruzano, tenía un amigo oaxaqueño que le compuso muchas de las letras de sus canciones.

Se trata de Rodolfo "El Chamaco" Sandoval, un oaxaqueño de la capital que compartió la vida bohemia  y artística con el "Flaco de Oro".

En un artículo publicado en la Revista "Oaxaca en México" (Número 53, jun-jul, 1966), asegura el Lic. Aquiles Quirón que Rodolfo "El Chamaco" Sandoval compuso la mayoría de las letras de Agustín Lara.

Independientemente de esta aseveración, Quirón señala que entre otras, fue el autor de las letras de las canciones "Rosa", "Mujer" y "Farolito".

Es conocido que varias personas talentosas contribuyeron como coautores de algunos de los éxitos musicales del maestro Agustín Lara, que es una figura indiscutible de la cultura popular mexicana y para el orgullo local, el "Chamaco" Sandoval puso allí su granito de arena.

Acá una cita y una foto del interesante blog "Hasta que el cuerpo aguante radio", sobre el "Chamaco" Sandoval:

"Hablar de Rodolfo “El Chamaco” Sandoval es hablar de ciertas controversias ligadas a la carrera como compositor de Agustín Lara. El Chamaco Sandoval nació en Oaxaca el 12 de marzo de 1907 y muy joven llegó a la capital del país. Según eldiablito.com, uno de los rumores que había en aquellos años era que Lara no componía todas sus canciones sino que algunas las compraba; esto último fue confirmado por José el “Chino” Ibarra (uno de sus músicos) en una entrevista con Cristina Pacheco en la que dijo que, efectivamente, un compositor conocido como el Chamaco Sandoval era coautor de varias de las canciones de Lara. Según Pablo Dueñas en su libro sobre boleros, “a Rodolfo Sandoval le corresponde gran parte del éxito de Lara como compositor ya que EL Chamaco le armaba gran parte de las canciones con algunas frases sueltas que el flaco de proporcionaba. También hizo poesías para Gabriel Ruiz, Adolfo Girón y Manuel Álvarez Maciste. La manía que tenia Lara de pagar sus servicios con alcohol le apresuró su final”. 

Foto y texto:
Foto MEF. http://elcuerpoaguanteradio.blogspot.mx/2013_03_01_archive.html





















A decir de Quirón, que se infiere que conoció muy de cerquita a Rodolfo, le decían "El Chamaco" porque se sumergió de tiempo completo en la bohemia, pero, afortunadamente, con mucho talento y capacidad artística.

De modo que ahora, estimado lector del estado de Oaxaca, si necesita nombrar alguna vía pública o localidad de los municipios del estado, recuerde que Rodolfo "El Chamaco" Sandoval, está disponible para que se le haga justicia.