lunes, 26 de agosto de 2019

El misterio del hermano de Don Vicente Guerrero

Asunción Nochixtlán, Oaxaca.- El año de 1821 marca un hito en la historia patria, la provincia de Antequera declara su independencia de la Corona española en el mes de junio, en el hoy municipio de Tezoatlán de Segura y Luna, distrito de Huajuapan.

El 31 julio de ese año, después de una intensa campaña en Yanhuitlán y Nochixtlán contra el ejército realista, entran las fuerzas insurgentes a la hoy ciudad de Oaxaca, siendo el primer gobernador provisional el General Antonio de León.

Al mismo tiempo, del 23 de octubre de 1821 al 16 de mayo de 1823, Vicente Guerrero fue nombrado Comandante General del Sur.

Este es el contexto en el que se podría sustentar la misteriosa tumba que se encuentra en el centro del panteón municipal de Asunción Nochixtlán, Oaxaca, y que la tradición popular atribuye al hermano de Don Vicente Guerrero.

Una lápida en forma piramidal de un metro de alto por .50 metros de ancho, identifica el lugar en el que reposan los restos del General de División Pomposo Guerrero, acaecido el 24 de diciembre de 1871.

He leído algunas biografías de Vicente Guerrero y no citan que él haya tenido un hermano, aunque tampoco aseguran que haya sido hijo único.

Vicente Guerrero nació en Tixtla, del hoy estado de Guerrero, en 1872 ó 1873 y fue fusilado en 1831.

Si Pomposo Guerrero nació más o menos por los mismos años de Vicente y murió en 1871, podría tratarse de su hermano longevo, que vivió cerca de 90 años aproximadamente.

¿Y si no? ¿Acaso sería el hijo oaxaqueño de Vicente Guerrero?

¿O es el hermano menor que eligió Nochixtlán para quedarse a vivir aquí?

Son preguntas al aire.

Habría que buscar en los anales de la masonería oaxaqueña alguna referencia porque la lápida de la tumba tiene el símbolo de la escuadra y el compás.

Y cualquiera que sea la respuesta, justo es desempolvar la memoria de tan ilustre personaje, cuyos restos mortales yacen en el olvido en el panteón de Asunción Nochixtlán.














miércoles, 14 de agosto de 2019

CHICANO, ARTE ACÁ: INSPIRACIÓN DIDÁCTICA

Toda la niñez debería ir al museo.

Todos los niños y niñas deberían ir este mes y hasta el 10 de noviembre de este 2019 al Museo de los Pintores Oaxaqueños(MUPO) para ver la muestra de arte chicano de los Angeles, California "Construyendo puentes en época de muros".

No es que se trate de una exposición para niños, pero las obras que componen esta exhibición tienen, a mi modo de ver, un carácter didáctico que incentiva la imaginación creadora.

Es esa una de las virtudes de los museos modernos, acopiar materiales que al tiempo que se disfruten, inspiren, que muestren experiencias y recursos que sirvan como referencia para la creación, como lo sintetizó José Vasconcelos con una frase contundente que dice más o menos así: "derrochar las ideas, porque solo en el derroche de ideas florece el pensamiento".

Tal vez los niños en el museo no entiendan las complejidades sociológicas de la creación artística en contextos multiculturales y complejos. Lo que se pretende al llevarlos a ver esta muestra es que asocien la cotidianeidad como fuente de producción artística.

Desde California--laboratorio de las ciudades del futuro-- y tras una feliz gira en territorio nacional llega al MUPO esta exposición de hombres y mujeres de la resistencia cultural que recrean el arte en el antiguo territorio mexicano.

California, a la que malamente se desprestigia con el dicho: "frutas sin sabor, flores sin olor y mujeres sin amor"... en realidad, muestra en estas obras una gran sensibilidad artística y creativa, por lo que podríamos decir, California chicana, pinturas con color, ideas con sabor y arte de lo mejor.

¿Por qué casi no veo escolapios en los museos? Esta es una buena oportunidad para llevarlos, la muestra se presta para una buena visita guiada y de paso visitan la excelente exposición dedicada al gran maestro Juan Alcázar.

Museo de los Pintores Oaxaqueños, calle de Independencia, en contraesquina de Catedral. Descuentos a estudiantes y maestros. Niños entran gratis.

















PATRIK MARTÍNEZ. America is for dreamers.



FRANK  ROMERO. Carro con corazón. 






















ANA SERRANO. Cartolandia.

jueves, 1 de agosto de 2019

La casa que habitó Margarita Maza de Juárez en Etla, en el olvido


Foto de doña Margarita Maza de Juárez, tomada de la portada del libro "Margarita Maza de Juárez: epistolario, antología, iconografía y efemérides" de Ángeles Mendieta Alatorre, México, 1972.


Una de las casas que habitó Don Benito Juárez en el centro de la Ciudad de Oaxaca es hoy en día una zapatería.

En el exterior una placa da cuenta de este antecedente histórico.

Hoy también se oferta en renta como local comercial el inmueble histórico ubicado en la Villa de Etla, en el que según la costumbre, la gente señala como el lugar en el que doña Margarita Maza de Juárez habitó con sus hijos e hijas y en la que abrió una tienda para sostener a su familia ante la persecución de Don Benito Juárez en 1854.

El inmueble ha pertenecido a diversos dueños y ha tenido varios usos, incluso como hostal.

Debido a su extensión de 6 salones que ocupan un total de mil metros cuadrados, se ofrece en una generosa renta de 60 mil pesos mensuales, a tratar.

Es cierto que no tendríamos por qué hacer santuarios de todos aquellos espacios en los que habitó gente importante en la historia nacional, pero este caso es distinto.

Margarita Maza de Juárez, encarna por excelencia la figura de la Primera Dama de la Nación, así, sin ánimo discriminatorio, pues en su vida supo enfrentar con valentía, con humildad y con convicción los desafíos de la historia que le impuso ser la esposa del indígena que salvó a la República.

Perseguida y hostigada por los enemigos de la Patria por su condición de esposa de Don Benito Juárez, doña Margarita Maza de Juárez simboliza, asimismo, a la madre mexicana por excelencia, a la esposa inteligente y comprometida que coadyuva a consolidar las ideas del estadista preclaro.

Doña Margarita Maza concilió con su esposo el predicar con el ejemplo y aún así se destacaba por su elegancia, su sencillez y la fineza de una mujer que vislumbró y apoyó sin mayor pretensión el papel que la gloria signaba a su marido, aunque ella misma y su familia fueran víctimas de graves carencias, peligros y desgracias.
















Hoy el espacio simbólico en que habitó y trabajó Margarita Maza es un inmueble catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, incluso, trabajadores de esa dependencia inspeccionan el lugar; pero inevitablemente será rentado para alguna actividad comercial.

Su fachada conserva como memoria de aquellos tiempos un águila de los liberales y sus puertas semidestruidas conservan con gallardía restos de sus mejores tiempos.




















Como es usual en Oaxaca--donde algunas personas pintan con grafitis los monumentos históricos en una muestra de incultura, ignorancia y patanería--, el frente de este inmueble también tiene pintas de vándalos.

Es una pena que muchos centros de población, avenidas, calles, espacios públicos se llenen con nombres de políticos vivos de dudosa honorabilidad, mientras que los espacios con valor simbólico pasen desapercibidos.