martes, 16 de marzo de 2010

El río siempre encuentra su cauce

Llegó en el mejor momento.
Mi amigo el nagual, que lee la mente humana y tiene remedio para cada mal, me encontró casualmente mientras caminaba yo por el corredor turístico de la Ciudad de Oaxaca de Juárez.
No me dí cuenta que me seguía. De hecho su andar es silencioso y su presencia imperceptible.
Cuando tu sientes que alguien te mira volteas para ver de quien se trata o de donde viene esa energía. De igual modo, cuando tu miras con insistencia a alguien, esa persona volteará para ubicar de donde procede dicha energía. Pero con el nagual es distinto. El puede estar caminando detrás de tí o a tu lado o venir de frente y por lo general es imperceptible. Sólo te das cuenta que está ahí porque él personalmente te habla.
Y eso me pasó cuando yo andaba como perdido, preocupado, con cierta angustia.
Había asistido a visitar a un amigo burócrata y de plano ni me recibió y además ya ni me toma las llamadas. Entendí, porque al buen entendedor pocas palabras. A veces cuando necesitas apoyo pareciera que apestas y todo mundo te evade y te evita. O al menos así te sientes.
Como disponía de un poco de tiempo para otra actividad, me pasé a la Capilla del Señor del Rayo, en la Catedral de Oaxaca. Ahí hay una sensación de paz, tranquilidad y dicha que cualquier mal se olvida. Me cargué de energía y caminé en dirección de la calle Macedonio Alcalá, donde cabizbajo andaba indiferente y pensativo tratando de ajustar mi plan para ese cambio repentino, cuando de pronto escuché una voz serena y tranquilizadora a mi lado: ---"Amigo, qué coincidencia."
Miré a mi derecha y ahí estaba el nagual con un rostro que reflejaba paz, energía y seguridad.
---Hola, le dije. Me da mucho gusto encontrarlo. He estado pasando en limpio los apuntes de nuestros encuentros y me parece increíble que en tan poco tiempo hayamos generado información como para un libro extenso.
El nagual sonrío y movió la cabeza denegando. ---"Lo más importante, dijo es que te sea útil a tí porque el conocimiento sólo tiene validez cuando se aplica. Es como los libros, los libros sirven únicamente cuando alguien los lee."
Sonreí y dejé que siguiera hablando.
----"Los libros son como las personas. Hay individuos que saben mucho o son capaces de muchas cosas, pero mientras no actúen en consecuencia, su potencial estará detenido, esperando. En algunos casos su irrupción será como el sol al amanecer que ilumina con una energía maravillosa y todo lo alumbra. En otros casos, si el hombre no actúa, es probable que el conocimiento salga a cuenta gotas como meras ideas, opiniones o por lo general convirtiéndo al hombre en un ser decepcionado o en el peor de los casos en un cínico.
---¿Yo me veo ahora decepcionado?, pregunté.
---No. Me contestó. Tú estás a punto de hacer erupción, aún cuando no te des cuenta. Pero por ahora sólo te puedo decir que la lava es como el agua del río, que siempre encuentra su cauce.
Me quedé callado y otra vez agradecí la oportuna presencia de mi amigo el nagual.

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