lunes, 30 de agosto de 2010

Desafíos de Oaxaca de Juárez II y último.

(La presente colaboración es una opinión general, no se trata de un planteamiento formal de políticas públicas y tiene un carácter de invitación al análisis y la reflexión.)

Los desafíos de Oaxaca de Juárez tienen que ver con problemas estructurales y emergentes.

Son problemas estructurales aquellos que se mantienen de manera arraigada y continua en la historia de la ciudad y son emergentes, aquellos que surgen de manera esporádica, representando ambos tipos de problemas serias limitaciones presupuestales, de organización y de costos políticos.

Cualesquiera que fuera su tipo, esos problemas ofrecen desafíos que se pueden enfrentar mediante:

1. Mantenimiento de la gobernabilidad en el marco del Estado de Derecho.

A pesar de que Oaxaca de Juárez dejó de ser, de derecho, la capital del Estado, porque los poderes públicos no residen en su territorio, es indiscutible que sigue siendo el corazón del estado, por lo que es una caja de resonancia que difícilmente dejarán de lado las organizaciones y los activistas políticos para sus actividades como plantones, marchas, pintas y otras manifestaciones. La autoridad podrá optar entre negociar para que las instancias competentes atiendan rápidamente las demandas de esos grupos o bien, aplicar la ley para retirar a los manifestantes, vendedores ambulantes y sancionar administrativamente a los que realizan pintas en las fachadas de los edificios públicos.

El narcomenudeo, los delitos del fuero común y la inseguridad en el territorio municipal son muy dinámicos, por lo que la seguridad se convierte en una prioridad que tendrá que tener medidas de prevención, atención y combate, en el marco de la legalidad.

Algunas organizaciones o sujetos activos por su parte, demandarán con especial denuedo algunos beneficios y cotos de poder fuera de la ley, por lo que es probable que se mantenga el crecimiento de los vendedores ambulantes, los permisos para la venta de alcoholes e incluso, las asignaciones sin licitaciones para los proveedores de bienes y servicios del municipio, incluyendo el postre de la obra pública.

No sólo será necesario actualizar la reglamentación municipal, sino, lo más importante, hacerla cumplir. Del mismo modo, aquellas disposiciones que las leyes exigen a las autoridades.

El talón de aquiles del Ayuntamiento en materia de derechos humanos es la policía municipal. Sin duda tendrán que enfrentar con seriedad la capacitación y el orden al interior de esa organización.

2. Modernización y desarrollo de los servicios públicos y de la infraestructura local.
En materia de servicios públicos el ayuntamiento tiene un enorme reto por resolver.
Serán indicadores de su éxito el problema de la basura, el agua potable, las vialidades, el mercado de abastos, ---¿por qué no pensar en una zona de tolerancia?----, la central de autobuses de segunda clase---que parece de quinta---. Suponiendo que las autoridades municipales señalen que no tienen recursos suficientes para resolver esos problemas, entonces que transfieran esos servicios al gobierno estatal.

3. Reivindicación del liderazgo histórico de la Ciudad de Oaxaca de Juárez.
Oaxaca de Juárez tiene un territorio desordenado y en creciente deforestación. El nombre de la Verde Antequera, le queda como recuerdo de épocas mejores que deberán invitar a las nuevas autoridades a crear un entorno respetuoso del medio ambiente y de acciones para su rescate.
A pesar de que es un patrimonio de la humanidad, el casco histórico de la ciudad está bastante descuidado, se tendrá que pensar en un programa de rescate de espacios históricos.
Oaxaca es una ciudad turística por excelencia, pero debemos reconocer que la calidad y los precios de los servicios turísticos todavía dejan mucho que desear. De hecho están creciendo los servicios turísticos por lo que es indispensable asegurar la calidad de éstos. Es casi seguro que en la actual administración se incrementen esos servicios con inversiones de fuera.
Ya que están de moda las ciudades administrativas, sería deseable que se construyera una para el municipio de Oaxaca de Juárez, que bien podría ser donde está la antigua estación del ferrocarril. De paso, se resolvería el lamentable espectáculo que ofrecen algunas oficinas del gobierno municipal con su endémico hacinamiento burocrático. Y si así se hace, ojalá haya transparencia.

Desde luego, todo esto es un ejercicio de ideas dispersas, pero aún así, si las autoridades resolvieran al menos la mitad de éstas, sin duda, sería un mejor gobierno.

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