jueves, 1 de agosto de 2019

La casa que habitó Margarita Maza de Juárez en Etla, en el olvido


Foto de doña Margarita Maza de Juárez, tomada de la portada del libro "Margarita Maza de Juárez: epistolario, antología, iconografía y efemérides" de Ángeles Mendieta Alatorre, México, 1972.


Una de las casas que habitó Don Benito Juárez en el centro de la Ciudad de Oaxaca es hoy en día una zapatería.

En el exterior una placa da cuenta de este antecedente histórico.

Hoy también se oferta en renta como local comercial el inmueble histórico ubicado en la Villa de Etla, en el que según la costumbre, la gente señala como el lugar en el que doña Margarita Maza de Juárez habitó con sus hijos e hijas y en la que abrió una tienda para sostener a su familia ante la persecución de Don Benito Juárez en 1854.

El inmueble ha pertenecido a diversos dueños y ha tenido varios usos, incluso como hostal.

Debido a su extensión de 6 salones que ocupan un total de mil metros cuadrados, se ofrece en una generosa renta de 60 mil pesos mensuales, a tratar.

Es cierto que no tendríamos por qué hacer santuarios de todos aquellos espacios en los que habitó gente importante en la historia nacional, pero este caso es distinto.

Margarita Maza de Juárez, encarna por excelencia la figura de la Primera Dama de la Nación, así, sin ánimo discriminatorio, pues en su vida supo enfrentar con valentía, con humildad y con convicción los desafíos de la historia que le impuso ser la esposa del indígena que salvó a la República.

Perseguida y hostigada por los enemigos de la Patria por su condición de esposa de Don Benito Juárez, doña Margarita Maza de Juárez simboliza, asimismo, a la madre mexicana por excelencia, a la esposa inteligente y comprometida que coadyuva a consolidar las ideas del estadista preclaro.

Doña Margarita Maza concilió con su esposo el predicar con el ejemplo y aún así se destacaba por su elegancia, su sencillez y la fineza de una mujer que vislumbró y apoyó sin mayor pretensión el papel que la gloria signaba a su marido, aunque ella misma y su familia fueran víctimas de graves carencias, peligros y desgracias.
















Hoy el espacio simbólico en que habitó y trabajó Margarita Maza es un inmueble catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, incluso, trabajadores de esa dependencia inspeccionan el lugar; pero inevitablemente será rentado para alguna actividad comercial.

Su fachada conserva como memoria de aquellos tiempos un águila de los liberales y sus puertas semidestruidas conservan con gallardía restos de sus mejores tiempos.




















Como es usual en Oaxaca--donde algunas personas pintan con grafitis los monumentos históricos en una muestra de incultura, ignorancia y patanería--, el frente de este inmueble también tiene pintas de vándalos.

Es una pena que muchos centros de población, avenidas, calles, espacios públicos se llenen con nombres de políticos vivos de dudosa honorabilidad, mientras que los espacios con valor simbólico pasen desapercibidos.

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