viernes, 26 de julio de 2013

"¡Dios no existe!"

Dramático.

Con motivo del periodo vacacional volví a ver a mi joven amigo a quien recuerdo porque desde pequeño, un poco por la religiosidad de su madre, quería ser sacerdote.

De rostro inteligente y vivaracho, supuse que podría ser un extraordinario ministro de Dios en la tierra y en cierta forma, por la crisis de la falta de sacerdotes católicos acá en Oaxaca, me daba orgullo que desde pequeño hubiera identificado su ruta para el futuro.

Uno le preguntaba, "¿Qué te dice Dios?" y él contestaba risueño: "Dios me necesita y dice que tú eres un mamón." -Pues cuando seas sacerdote, voy a ir a misa nada más para hacerte reír, le contestaba.

Pasaron los años y supe que su madre, con grandes esfuerzos, lo había logrado inscribir al Seminario San José de Ixtapaluca, Estado de México.

En un par de ocasiones, involuntariamente, fui testigo de reuniones sociales en las que participaba mi joven amigo con miembros del seminario. Me alertó y disgustó que la persona a la que presentaban como "El Rector", abrazara de manera lasciva a los jovencitos. Hice un comentario a la mamá de mi amigo y ella se molestó muchísimo conmigo. Me dijo que yo siempre he criticado a la iglesia, que no voy a misa, que soy un ateo y que confundo las cosas.

Se generó un sano distanciamiento hasta que volví a ver a mi joven amigo.

Todo un adolescente, le tiré a quemarropa: "¿Qué te dice Dios, wey? Y con el rostro adusto, el ceño fruncido y la mirada enojada me contestó "¡Dios no existe!" y dándome la espalda se retiró.

Nunca había esperado una respuesta tan fría y directa de alguien que en toda su vida quería servir a Dios.

Me quedé callado, pensando --y deseando--- que su respuesta fuera una broma, pero no. Esta vez su mamá ni siquiera me regresó el saludo.

Posteriormente, conocidos de su mamá me indican que mi joven amigo ya no quiso seguir asistiendo al Seminario San José de Ixtapaluca, porque supuestamente el actual Rector intentó violarlo y que la mamá de mi joven amigo no quiere presentar ninguna denuncia ante las autoridades competentes, porque está muy lastimada moralmente y dice que este asunto lo deja en manos de Dios.

Sólo por no dejar, crucé un par de llamadas con amigos comunes y me confirmaron la situación. Dicen que efectivamente la mamá de mi joven amigo dice que él sufría de hostigamiento y que el Rector del Seminario San José de Ixtapaluca, quiso violarlo, pero ellos creen que realmente abusaron de él porque tienen conocimiento de otros casos similares y que supuestamente el Rector del Seminario los ataca mientras duermen.

La seriedad de las personas y los datos reales que aportan, y que omitimos aquí por cuestiones de respeto a las víctimas y sus familiares, nos advierten que algo huele muy feo en ese Seminario.

Por lo pronto tenemos un sacerdote menos para el futuro y un adolescente que ha perdido la fe en quien más creía.

Yo siento que he perdido un par de amigos y confirmo mi desconfianza en los representantes de Dios en la tierra.

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