lunes, 7 de enero de 2013

Narcotráfico en Oaxaca...

Rélax.

Es una noticia de hace casi 30 años.

La referimos como un documento que consigna advertencias realizadas hace tres décadas y que fue publicado por el destacado periodista Manuel Buendía, en su columna Red Privada, justamente unos 26 días antes de que lo asesinaran.

Honestamente, desconozco el motivo por el cual lo hayan matado, pero hay que destacar que esa columna bien pudo haber sido utilizada como una fuente de información para el diseño de políticas públicas en materia de seguridad nacional---lo que evidentemente no fue así---, ya que, como antecedente, y la realidad de lo que sucede hoy en nuestro país, deja en claro la importancia que tiene la prensa como un espacio comprometido con la sociedad y la justicia.

Aquí una versión resumida de dicha columna.

EXCELSIOR
Viernes 4 de mayo de 1984
Red Privada
  • Obispos Denuncian
  • ¿Y el procurador?
Por Manuel Buendía

Nueve obispos del Pacífico Sur -regiones de Oaxaca y Chiapas- se han unido para hacer una denuncia que el gobierno tal vez no debiera dejar sin respuesta. No es usual que estos nueve coincidan en la firma de un mismo texto, porque en el grupo hay por lo menos dos notables progresistas, al lado de rancios conservadores. Así, pues, la unidad tiene en este caso un especial valor, que debiera alertar a los políticos.

Los obispos exponen una gravísima situación en esa región del país, a causa del narcotráfico. Una carta pastoral firmada el 19 de marzo -y que está siendo distribuida profusamente-, no coincide con los tranquilizantes informes del procurador general de la República, respecto al éxito de sus campañas contra los estupefacientes. A una sociedad nacional, profundamente alarmada, interesaría aclarar si alguien está mintiendo. He aquí algunos párrafos del documento que suscriben los nueve obispos:

"En nuestro papel de agentes de pastoral que tiene acceso a los lugares más apartados de la región y que, sobre todo, tienen acceso al corazón de nuestros pueblos, hemos escuchado el clamor angustioso que se levanta desde las comunidades que están sufriendo los hechos de violencia ocasionados por los estupefacientes. Con base en ese clamor tan extendido, prevemos y tememos, no sin razón, un deterioro mayor y más generalizado de la situación social de las personas y las comunidades de nuestra región por causa de las drogas. (...) 

"Por falta de fertilizantes y maquinaria para hacer producir mejor la tierra, y por la extrema pobreza de indígenas y campesinos, muchos han caído en manos de mafias, nacionales y extranjeras, que los 'convencen' para sembrar mariguana, quitando espacio a la agricultura (...)

"Una vez que algunos campesinos, como ya lo señalamos, han sembrado mariguana, quedan atrapados en una red de productores traficantes de droga que ganan abundante dinero y proporcionan semilla y armas. Algunos dirigentes de estos grupos son gente que se ha dado de baja del ejército. Conocen la dinámica de este 'negocio'. Muchos campesinos están presos por estas razones. Además, quien denuncia muere; quien desiste, muere. Las muertes se multiplican. Tenemos el temor, no infundado, de que en México llegue a suceder lo que en otros países hermanos, donde estas redes de narcotraficantes han llegado a tener influencia política decisiva.

"Esa era la realidad en 1982. Hoy las cosas son aún más graves (...) La siembra de la mariguana se ha incrementado en los últimos años. Areas cada vez más amplias de tierras se han ido incorporando al cultivo de esta hierba; no sólo de zonas apartadas e inhóspitas, sino incluso de lugares muy accesibles. Desafortunadamente la mayoría de ellas son de comunidades indígenas. No podemos dejar de afirmarlo: hay un porcentaje cada vez mayor de tierras laborables de nuestros dos estados, Oaxaca y Chiapas, que están siendo ocupadas para la siembra de estupefacientes.

"Con el poder del dinero y, sobre todo, con el poder de las armas, el 'patrón' y la mafia que representa se apoderan prácticamente de la vida del pueblo. Manipulan a las autoridades de las comunidades, las destituyen en muchos casos imponiendo a los suyos y establecen su imperio de terror en toda la zona..."

"Pero tampoco se puede explicar el poder tan grande que tienen las mafias en nuestra región, y la impunidad y descaro con que actúan despreciando las leyes nacionales, si no se supone que existe en este negocio complicidad, directa o indirecta, de altos funcionarios públicos a nivel estatal y federal. (...)"

Más adelante, el 14 de mayo de ese mismo 1984, Manuel Buendía insistía en su columna sobre este problema y señalaba:

El procurador general de la República y el secretario de la Defensa no deberían ignorar por más tiempo la advertencia que hicieron desde marzo los nueve obispos del Pacífico Sur, respecto al significado político que puede tener el incremento del narcotráfico en nuestro país, específicamente en los estados de Oaxaca y Chiapas. (...)

"Pero es en Estados Unidos donde se da el fenómeno más peligroso no sólo para su propia sociedad sino para los países del continente, especialmente México. El contubernio de políticos y miembros del crimen organizado -que incluye el comercio clandestino de enervantes- es cosa vieja en el esquema norteamericano, y un pilar para la ampliación constante del mercado, que estimula en otros territorios, como el nuestro, la producción."

Y además, Buendía, hacía señalamientos precisos con nombre y apellido.

Pero bueno, aquí queda este documento, como un antecedente que ayuda a explicar las inercias que hicieron de nuestro país, algún tiempo, el paraíso del crimen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario