jueves, 3 de enero de 2013

Crónica chilanga

No hay pierde.

El Distrito Federal es gente, autos y ambulantes.

Así como hace más de diez años los vecinos empezaron a poner rejas o limitar el paso en sus calles, en un intento por frenar la delincuencia, los centros comerciales han puesto rejas para evitar que los comerciantes ambulantes ingresen a sus espacios de estacionamiento.

El metro sigue perdiendo la batalla contra los ambulantes, ya que van ganando espacios fuera de sus estaciones, en el interior de las estaciones, en los andenes y dentro de los vagones.

Los principales productos son chácharas y piratería, piratería y chácharas. Los chinos deben estar felices por el desplazamiento de sus productos por las vías de la informalidad, aunque los ambulantes señalan que son coreanos los que les desplazan esos productos chinos, a saber.

De hecho ha habido un incremento extraordinario del comercio informal que ha venido ocupando muchos espacios públicos.

También ha venido aumentando la creación de centros comerciales, como debe ser en una ciudad de primer mundo, supongo, muy a pesar de que los mercados públicos están en franca decadencia. Dice la señora Mary, la del puesto de comidas, que antes se vendía muy bien porque no había tantos negocios de comida rápida y que cada vez hay más puestos vacíos porque la gente prefiere irse a los supermercados.

La verdad, en algunos mercados públicos del DF sí se perciben muchos locales desocupados, ya por la insana competencia o por la delincuencia. No creo, ni lo espero, que los mercados públicos del DF desaparezcan algún día, aunque sí es probable que siga reduciéndose su influencia. Por el otro lado, los mercados sobre ruedas ahí la llevan, aunque los tianguistas, en su mayor parte, son también distribuidores de productos no perecederos de bajo costo made in China.

Le pregunto al señor José, que tiene su taller de elaboración de calzado por la zona de Tepito, cerca del mercado de Granaditas, si podría competir contra estados como Guanajuato, que son los principales productores de calzado en el país y me contesta con una sonora carcajada: "Ja, ja, ja, los mexicanos no son el enemigo, más bien, son los chinos, porque meten zapatos mucho más baratos y cómo está la crisis económica, la gente prefiere comprar barato. Yo te puedo hacer modelos como los de esa marca ---y me enseña un catálogo de calzado nacional---, pero de qué sirve, un par lo termino a mano en un día y a lo mejor sería mucho más caro porque se trata de un trabajo artesanal."

Veo sus plantillas, en su pequeño taller de unos dos por dos metros y me impresiona su extraordinaria habilidad para echarse puñados de pequeños clavos a la boca sin que se los trague. Su chalán es un joven pelón vestido tipo cholo y está extraordinariamente concentrado en el corte de las suelas.

El señor José tiene un hijo que en un local cercano vende zapatos y tenis "Made in China", a un precio realmente económico. No es tan accesible como su papá, me mira desconfiado y al ver que no le voy a comprar no me contesta. Miro entre sus productos chinos zapatos del tipo de los que hace su papá. "Una de cal por las que van de arena", pienso y me retiro.

La Zona Rosa, con el debido respeto, se está convirtiendo en la zona gay, ni modo, están en su derecho. Son los tiempos y como diría el clásico "Aquí nos tocó beber". Algunos bares con "Table Dance", parecen abandonados. No se distingue cuál sí abre y cuál no ya que muchos se parecen por sus fachadas descuidadas y porque algunos realmente están cerrados.

Los paisanos triquis y mixtecos siguen ejerciendo como boleros y franeleros, la mayoría salió de sus lugares de origen hace muchos años. Incluso, Adán, es un mixteco que estuvo siete años en Estados Unidos, se regresó para ejercer de bolero acá en la Zona Rosa. Su especialidad son los estadunidenses, ya que le gusta practicar su inglés con ellos. "Allá hay gente que habla mixteco e inglés, ya no aprendieron el español", comenta.

El DF es el rostro del consumo y se ve una obra pública que favorece la movilidad, en auto particular o público. Tiene razón Juan Manuel Hernández, Juanito, inteligente chilango y gran conocedor de los vericuetos de esta entrañable ciudad: "Ha habido un desarrollo urbano impresionante que ha logrado no sólo ubicar al DF en el circuito de las ciudades mundiales, sino que también este desarrollo ha contribuido a generar equidad entre la población en el uso de los servicios y espacios públicos."

A pesar de los puentes vehiculares, el tráfico no deja de ser una amenaza y por estas fechas de fin e inicio de año, los centros comerciales parecen insuficientes para atender la demanda.

Recuerdo mi plática con mi amigo, el profesor Sebastián Flores Farfán, cronista de Xochimilco, D.F.  cuando me decía que donde siga creciendo la plancha de concreto sobre esta demarcación, se hundirá el centro del DF, ya que esta delegación es, junto con Chapultepec, de las pocas zonas de recarga acuífera.

Si vas por el Valle de México no distinguirías dónde termina el DF y dónde comienza el Estado de México. El urbanismo y los comercios van devorando cualquier espacio, dandole una continuidad al tráfico, el comercio y la gente.

"Aquí en Ecatepec, está creciendo la presión demográfica y el aprovechamiento al máximo del espacio para vivienda", me comenta sonriente la licenciada Janette. "Si usted quiere una vivienda del Infonavit, se la entregamos en una semana". Ecatepec sigue creciendo. La última moda es precisamente aprovechar el más mínimo espacio para vivienda. "Somos el municipio número uno en población en el Estado de México y seguimos creciendo, por lo que esperamos que se siga impulsando el desarrollo del comercio y los servicios, por eso le conviene vivir aquí". Muchas gracias, le digo, solamente preguntaba.

Mi amigo Rodolfo me había dicho que uno de los principales problemas en Ecatepec es la delincuencia. "Nadie se escapa, vienen delincuentes de todos lados a hacer aquí de las suyas." Casualmente es lo mismo que me escuché con mis amigos y paisanos de Ciudad Netzahualcóyotl, "Neza es como una tierra sin ley en la que viene delincuentes de todas partes a extorsionar y robar autos con violencia". Me platican una reseña de los crímenes de la última semana y me cuesta trabajo imaginármelo. En Oaxaca hay delincuencia pero casi estoy seguro que los hechos de sangre se deben en su mayor parte a riñas y accidentes y no como en Neza, que se deben a la delincuencia.

De la misma manera, me sorprende escuchar de voz de los propios priístas que el cambio de gobierno municipal en Ciudad Netzahualcóyotl, que ahora gobernará el PRD, es una oportunidad para retomar el combate a la delincuencia. "Por su ubicación geográfica Neza es débil ante el crimen, ya que tiene presiones por todos lados. Pero esperamos que la coordinación con el DF se favorezca por ser partidos del mismo color y se ponga freno a La Familia, que son los principales extorsionadores en el municipio, que se combata la corrupción de los cuerpos de policía y se recupere la seguridad pública."

Sí, a veces los cambios de gobierno son esperanzadores.

En el DF por donde quiera que mires sólo verás gente, gente, tráfico, tráfico y ambulantes y más ambulantes.

PD

Aquí en Oaxaca nunca he visto a vendedor con un triciclo con sus bocinas que diga "¡Lleve sus ricos y sabrosos tamales oaxaqueños!" En el valle de México, sí, afortunadamente.

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