Foto de Nacho López, vía Pinterest.
Este artículo obtuvo miles y miles de likes de todo el mundo en facebook, lo reproduzco acá en su versión original:
Desde temprano había una
larga fila de estudiantes que esperaban adquirir sus guías en las oficinas de
control escolar del Cobao 12 "Nochixtlán".
La mayoría de los jóvenes y
señoritas mostraban una actitud alegre. Además de iniciar un nuevo ciclo
académico, siempre es grato contar con los libros, los útiles escolares, el
uniforme, la credencial, las nuevas amistades, el nuevo ambiente. Es toda una
etapa que ocurre una sola vez en la vida.
Sin embargo, a diferencia de la alegría
de la mayoría del alumnado, en una banca del área del jardín había un
estudiante solitario que lloraba y se mostraba desconsolado.
Este hecho no pasó
desapercibido para la prefecta María Esther Martínez, "Teté", como
cariñosamente la llaman los integrantes de la comunidad escolar.
Teté se acercó al alumno de
nuevo ingreso y le preguntó si se encontraba bien. El joven, con lágrimas en
los ojos, le contestó que no. Que en su casa son de condición humilde y que
tuvieron que vender el único borrego con el que contaban, para poder juntar el
dinero para completar el costo de las guías y que cuando se disponía a formarse
para adquirir sus libros, se dio cuenta que perdió el dinero, probablemente en
el interior del plantel.
Que esa situación lo ponía en
un serio apuro, porque su familia tardaría algún tiempo para reponerlo y él no
contaría con oportunidad con sus libros y además, no sabía cómo explicarle a
sus padres que el dinero que juntaron con tanto esfuerzo él lo había
extraviado.
La prefecta Teté le dijo al
alumno que no se preocupara, que buscaría la forma de apoyarlo, porque, aunque
el Plantel 12 hace la donación de algunas guías a personas de escasos recursos,
y si él no alcanzara, por ser extemporánea la solicitud, que ella vería la
forma de que el joven contara con sus libros nuevos.
A pesar de este ofrecimiento,
el joven seguía sumido en la tristeza, pues aunque hubiera solución, no era
justo perder el dinero de los libros de esa manera, además de haber vendido a
su preciado borrego.
Precisamente mientras Teté
hablaba con el joven, una alumna también de nuevo ingreso buscaba en esos
momentos a Teté en la prefectura.
Michel Guadalupe Santiago
Pérez, del grupo 132, del semestre 2019'B se acercó a Teté y al compungido
joven, diciendo: "Buenos días, prefecta, la ando buscando porque encontré
mil pesos en el patio y supongo que si son de alguien, probablemente le van a
venir a preguntar..."
La tristeza desapareció del
rostro del alumno, y de la sorpresa pasó a un sentimiento de alegría: había
recuperado su dinero perdido.
Teté atestiguó la entrega del
dinero extraviado y tras agradecerle a la alumna por su acto, aseguró: "El
alumnado de Nochixtlán siempre se han caracterizado por su honestidad, por eso
triunfan en la vida, porque además de que son estudiosos también son
honestos".
Por este hecho, la alumna recibió
un reconocimiento por su honestidad. ¡Qué buen ejemplo!
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