jueves, 12 de abril de 2012

Campañas políticas en Oaxaca

El panorama es de apatía.

Como que existe un sentimiento de escepticismo general.

Aunque en menor medida, todavía se practica la cargada, es decir, la maquinaria que presionando cada vez más sobre los cada vez menores recursos oficiales es capaz de movilizar acarreados, cobrando facturas y ofreciendo el paraíso.

Se queja la paisana del mercado de abastos: "nos obligó a ir el líder", pero sonriente rememora "el candidato nos saludó de mano a todas".

Las mujeres son las más entusiasmadas, se sienten parte de la telenovela.

Esto no es política. Es un show y todas son fans.

"A nosotras nos trajeron en los camiones que pagó el municipio y hasta nos dieron tortas".

Me acuerdo de mis lecturas universitarias, más especialmente de Mediocridad y Delirio de Hans Magnus Enzesberger.

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