martes, 7 de febrero de 2012

Esto puede ser la mecha

Depende de cómo se asuma.

La Central de Abastos de la Ciudad de Oaxaca de Juárez es, sin duda, el mercado más grande del Estado.

Hoy algunos comerciantes han señalado supuesta parcialidad de la autoridad municipal para hacer valer los permisos de venta de bebidas alcohólicas, pero que bien mirado el asunto, podría ser la mecha que prenda la atención sobre este asunto.

Independientemente de esta situación, el mercado de abastos es un ejemplo de lo que no se debe hacer desde la adminsitración pública, ya que tradicionalmente se le ha considerado como un espacio de la política clientelar del gobierno municipal o estatal en turno, lo que ha generado una serie de informalidades que a la manera de un cáncer lo están exterminando.

La inseguridad, los problemas viales, las alarmantes violaciones a principios elementales de protección civil,   el autogobierno y las canonjías de líderes de comerciantes que lucran impunemente con la vía pública hacen necesario rescatar dicho mercado en aras del interés público y esto sólo se podría lograr si:

1. La autoridad municipal asume el compromiso de corregir el problema, que además cae dentro de su ámbito de gobierno. Lo cual se percibe difícil porque desde cualquier perspectiva el costo económico y político es muy alto y no se ven héroes en perspectiva.

2. Que la autoridad municipal se lo endose al Gobierno Estatal. Dada la complejidad del problema y los recursos que se requieren es lo más viable. Que el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, convenga con el Gobierno Estatal que él lo resuelva, para aplicar una solución desde una perspectiva integral que tiene que ver con el ordenamiento vial, el combate a la delincuencia, el control de la prostitución en la zona, el control de la contaminación, la recuperación institucional de derechos que le correspondan a la autoridad...

Tal vez cabría una tercera opción y que tiene que ver con su concesión. Pero es inimaginable porque el resultado político vendría acompañado de costos sociales de mayor alcance.

De cualquier forma, lo peor es no hacer nada y como un sano ejercicio hay que ver el mercado de abastos desde un enfoque de políticas públicas para identificar grandes áreas de oportunidades bajo el enfoque de costo beneficio.

¿Será que nadie realmente se de cuenta de esto?

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