jueves, 22 de julio de 2010

¿Qué necesita Gabino Cué para la gobernabilidad futura?

Uno de los escenarios ideales para el gobernador electo para el Estado de Oaxaca tiene que ver con el mantenimiento de la gobernabilidad durante su gestión.
Sin grandes problemas teóricos propongo que por gobernabilidad entendamos la capacidad del Ejecutivo Estatal para resolver los problemas de la vida estatal en un entorno de respeto a la legalidad y la paz social.
Si como se evidencia, el gobernador electo Gabino Cué, se encuentra en una coyuntura política, toda vez que su condición de gobernador de coalición lo somete a las tensiones de grupos con prácticas e intereses contrarios con los que pactó para poder llegar a la gubernatura, esto tendrá un efecto que limitará su capacidad para tomar decisiones de gobierno que favorezcan en estricto sentido al interés general de la población del estado.
Las amenazas posibles que pueden limitar dicha capacidad están dadas por un lado por el reparto de las cuotas de poder entre los grupos que le brindaron su apoyo, que lo orillarán a favorecer a determinadas personas con decisiones probablemente fuera de la ley o de la equidad.
Por otro lado, como ya se ha discutido en otros foros, la gran presión que recae sobre Gabino Cué lo ubica como un factor en el contexto de la sucesión presidencial: ¿apoyará Gabino al Presidente de la República, de quien se comenta que no sólo lo ayudó en su campaña, sino que, definitivamente será de quien dependerá en buena medida el desarrollo de su gobierno en, al menos, los dos primeros años de su gestión? o ¿Apoyará Gabino a su mentor, Andrés Manuel López Obrador, con quien se apoyó en una extensísima precampaña en el Estado de Oaxaca, lo que también contribuyó a conseguirle votos? Hay que recordar que Andrés Manuel como Felipe Calderón son dos polos contrarios y distanciados y que cada uno de ellos le reclamará su retribución justa a Gabino Cué.
¿Qué le podría pedir Felipe Calderón a Gabino Cué? Independientemente de otros favores que se acostumbran en el sistema político mexicano, creo que el principal será que apoye la candidatura del PAN a la Presidencia de la República.
¿Qué le podría pedir López Obrador a Gabino Cué? Además del apoyo para el sostenimiento de su "gobierno legítimo" y algunas cuotas para sus condicionales en el Estado, es casi seguro que le exija reciprocidad para trabajar a favor de su candidatura a la Presidencia de la República.
Como en el caso del dilema del prisionero, Gabino está en deuda con Calderón y con López Obrador, de modo que el apoyo a uno será el rechazo del otro.
En el momento actual Gabino necesita todo el apoyo de Felipe Calderón para arrancar su gobierno y mostrar evidencias de cambio, aunque sean mínimas. Eticamente requiere impulsar algunas reformas y empezar a ordenar el gobierno en la medida de lo posible.
En cambio, actualmente, Gabino ya casi no necesita a López Obrador porque fuera del gobierno, ha mermado su influencia sobre los grupos de una izquierda pragmática y ha visto reducidas sus bases de apoyo popular.
Desde una perspectiva práctica podríamos decir que Gabino, cuando quiera, podrá invitar a comer a López Obrador, pero no podrá negarse a aceptar el café que le invite a tomar Felipe Calderón.
Aquí tendrá mucho peso la ética y la inteligencia política de Gabino Cué---en el supuesto de que su incursión en la política se trate de una convicción de vida y carrera que inspira a los líderes---, porque Calderón lo puede apoyar para mantener la gobernabilidad en Oaxaca, a costa de una retribución posible que no sería ajena a los dictados de la derecha, en cambio López Obrador, aún con su decreciente influencia, es capaz de generar algunas acciones o movimientos que limiten la estabilidad de su incipiente gobierno.
Ante este panorama es indiscutible que Gabino Cué necesita una tercera vía.
Esta vía o camino podría ir en dos direcciones, una, en el fortalecimiento de la sociedad civil, para ganar la mayor legitimidad frente a las presiones de grupos que irán en aumento conforme vaya avanzando su gobierno, y la otra, a través de la conformación de una fuerza política que le sirva como colchón frente a las presiones de los grupos de la coalición; es decir, que cree o se apoye en un partido político distinto, desde el que pueda ir fomentando la generación de cuadros y la conversión de actores políticos y bases de apoyo que lo auxilien frente a las presiones que amenazan la gobernabilidad futura.
Claro, esto es un escenario ideal.

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