viernes, 14 de diciembre de 2012

El campo oaxaqueño, pobre campo

Miguel es ingeniero agrónomo.

Buscando cierto tipo de referencias botánicas dio con un paisano que me hizo el favor de presentármelo.

"Yo no te voy a resolver tus dudas", le dije, "pero te puedo presentar gente que ha trabajado esas plantas que andas buscando".

Es impresionante lo que un ingeniero agrónomo podría hacer por el campo oaxaqueño.

Claro, un ingeniero agrónomo practicante, ya que hay muchos metidos a la política y a los negocios, como intermediarios, que han puesto de su parte para dañar el campo.

¿Entonces, dónde está el problema? Le pregunto.

Me contesta con la resignación de quien se siente decepcionado: "En el gobierno".

Y continúa: "El problema empieza desde la ignorancia y la mala fe de los funcionarios; en la distribución inequitativa de los apoyos para el campo; en la falta de apoyos reales y en un daño sistemático por el que  se está generando una dependencia alimentaria. Simplemente no hay visión ni convicción."

-¿Qué podemos hacer ante este panorama?

-"La organización es la solución, pero más allá de la grilla, necesitamos el conocimiento, la tecnología y los apoyos, sin intereses políticos, para transformar el campo".

-¿Qué te parece esta parte del campo de valles centrales?

-"Pobre y desaprovechado. Se nota un cambio de tipo de suelo que está arrasando no sólo con tierras productivas, sino también con la ecología."

¡Pobre Oaxaca, con su pobre campo oaxaqueño!


No hay comentarios:

Publicar un comentario