jueves, 17 de junio de 2010

El termómetro del éxito político

Una cosa es cierto.
El éxito político debe medirse a partir de los problemas que deja una administración de modo que la renovación de las autoridades municipales tiene que tener como referencia la situación en que dejan el municipio, a la manera de un refrendo.
En la ciudad de Oaxaca podríamos tomar como referencia la terminal de autobuses de segunda clase, que está en el abandono a pesar de la gran cantidad de turismo internacional y nacional que la utiliza. Pero para las autoridades eso no es estrictamente relevante.
Otro indicador es el mercado de abastos de Oaxaca.
Pese a su importancia económica regional nadie se preocupa realmente por resolver las necesidades que plantea.
En el mercado de abastos existe una gran informalidad, ahí mandan los grupos caciquiles que ofrecen votos gremiales a la autoridad, además de fomentar y promover un manejo particular de los servicios públicos que beneficia económicamente a las familias de líderes y genera una seria falta de equidad para los propios comerciantes y los usuarios.
Es común que a los visitantes al mercado de abastos le arrebaten los aretes de las orejas y hasta hay una farmacia especializada en sanar a las personas a las que lastiman los delincuentes por arrebatarles sus aretes.
Existen serios problemas de delincuencia y nadie hace nada.
El mercado de Abastos es un indicador para evaluar no sólo la gestión de las autoridades municipales, sino también de la autoridad estatal.
Lástima que la gente no se da cuenta.

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