El delito de feminicidio – o crímen por odio contra las
mujeres -, es multicausal.
Cualquiera que sea la causa, no se justifica.
Hace más de cinco años se realizó un estudio sobre el
feminicidio en Oaxaca, por parte de una dependencia estatal y una Organización
No Gubernamental, con recursos federales.
Como parte del diagnóstico se identificó y entrevistó a
varios hombres presos en distintos reclusorios del estado que cometieron
crímenes sanguinarios en contra de mujeres y que, de acuerdo con la
metodología, esos crímenes podrían ser tipificados como feminicidios.
Al narrar de manera voluntaria sus crímenes, algunos de
estos sujetos, que eran novios, esposos o amigos de las víctimas, manifestaron
motivos pasionales, principalmente el adulterio de la mujer, como la causa que
los llevó a privarlas de la vida.
Los criminales sentenciados en la cárcel y que aceptaron las entrevistas
mostraban una enorme disposición para
contar sus historias con la mayor descripción, a la manera de quien tiene la
necesidad de ser escuchado sobre una historia que se ha analizado y reconstruido
en la soledad del encierro, por lo que las narraciones resultaban precisas y
escalofriantes.
En esos crímenes de violencia extrema para privar de la vida
a las mujeres se distingue una suma histórica de agravios entre la pareja. De
modo que el homicidio venía a ser como al colofón lamentable de relaciones
humanas complejas, desgastadas y violentas.
Al señalar los motivos pasionales como una de las múltiples
causas del feminicidio—el adulterio es común entre hombres y mujeres--- también
se ha identificado que afectan a varones adúlteros(en un reclusorio del centro
es muy conocida una historia de una mujer con estudios de posgrado que purga
una sentencia por un homicidio sanguinario en contra de su marido adúltero), y
sin ser una generalidad, también este tipo de crímenes se han identificado
dentro de la comunidad homosexual.
En la prensa frecuentemente se publican delitos de lesiones
contra mujeres por motivos de celos e infidelidad y suceden en cualquier
estrato social y económico, evidenciando una cultura machista, por la que la
reacción del hombre ante casos de infidelidad, a veces resulta fatal.
A partir de esta idea, la reacción del hombre es más
violenta cuando descubre que su mujer le ha sido infiel y no son pocos los
casos de crímenes sanguinarios en contra de varones que se han involucrado con
mujeres casadas.
Tratándose específicamente del feminicidio por adulterio,
sin demeritar otras causas, se deben tomar medidas desde las políticas públicas
de género, que aborden esta problemática sin prejuicios y se puedan instituir medidas
de prevención y de apoyo.
Hasta ahora, las acciones institucionales se han focalizado
en la creación de instancias judiciales que atienden a mujeres agredidas y se
han perfilado nuevos tipos penales para castigar con mayor rigor a quienes
privan de la vida a mujeres, como el caso del delito de feminicidio. ¿Pero, qué
hay de la prevención?
Sin duda que se trata de un tema muy complejo porque la
sexualidad es un asunto íntimo de la pareja o de la persona y que obedece
propiamente a su educación, convicción y responsabilidad.
Hoy en día el adulterio, o la infidelidad sexual de la
pareja, ha dejado de ser un delito a nivel federal, no obstante de que es un
tema muy delicado porque afecta la confianza máxima que existe en una relación
y que es causa de algunos crímenes sangrientos, como el feminicidio.
Por eso es importante que al nivel de formalización de la
pareja, en el caso del matrimonio civil, se advierta y se aperciba a la pareja
sobre el alcance de sus compromisos. El contrato matrimonial tiene por objeto
asegurar la fidelidad de la pareja, pero si no fuera el caso, los consortes
deben saber que la infidelidad es causa de divorcios y de crímenes indeseables.
Y en ese sentido debe ir la prevención: si usted quiere
tener sexo fuera del matrimonio o de su relación sentimental y su pareja no es
capaz de tolerarlo, primero divórciese o sepárese, para que no vaya a provocar
un daño irreparable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario