jueves, 26 de septiembre de 2013

¿Benito Juárez era realmente de Guelatao?

La historia oficial dice que sí.

No obstante, los antecedentes que consigna el poblamiento de Guelatao indica que sus habitantes provenían de una comunidad vecina que se ubicaba en Rabezi, ranchería perteneciente a Santiago Xiacui.

Según esta información, Rabezi, que en zapoteco significa árbol de nudos en la punta, era una población rica y abundante en el siglo XVIII; sin embargo, hubo una epidemia que devastó a la mayoría de los pobladores, por lo que, los sobrevivientes abandonaron el pueblo y solicitaron  permiso a las autoridades de Ixtlán, para que les permitiera vivir en Guelatao, en donde estuvieron como vecinos hasta 1824, fecha en que obtuvieron su reconocimiento.

Benito Juárez nació en 1806 y en sus "Apuntes para mis Hijos", su autobiografía, consigna que nació "en el pueblo de San Pablo Guelatao de la Jurisdicción de Santo Tomás Ixtlán en el Estado de Oaxaca", precisamente cuando todavía eran considerados "vecinos" de la comunidad, es decir, no originarios.

Como sea, la ascendencia étnica de Don Benito Juárez, según esa evidencia, podría encontrarse justamente en Rabezi, que en el censo del gobierno del estado de Oaxaca, del último tercio del siglo XIX, arrojaba apenas una población de 15 personas.

Este detalle le da un cariz de leyenda a los orígenes del prócer y tal vez por ese motivo, Xiacuí podría reclamar moralmente, ser la cuna de la raza de este extraordinario personaje de la vida pública del país.

martes, 10 de septiembre de 2013

El adeudo de Benito Juárez con Alejandro de Humboldt

Juárez puso la primera piedra.

Este 14 de septiembre se cumplirán 244 años del natalicio del gran sabio alemán Alejandro de Humboldt.

Al menos son tres las características que hacen de Alejandro de Humboldt un personaje imprescindible en la historia de México:

En primer lugar su sólida y destacada formación científica y humanista, que lo llevó a acometer a sus treinta años una de las más grandes hazañas del mundo contemporáneo: la exploración científica del continente americano durante cinco años(de julio de 1799 a julio de 1804), de los que uno dedicó a México.

Los resultados de este extraordinario viaje los publicó en una obra monumental denominada "Viaje a las Regiones Equinocciales" y dentro de las obras más destacas para México, el "Ensayo Político sobre el Reino de la Nueva España".

Otra segunda característica, sin duda, fue su ascendencia con el Rey español, Carlos III, que le cofinanció su viaje de exploración a América y  le expidió las más amplias recomendaciones para penetrar la complicada burocracia de las colonias y de sus autoridades civiles, militares y eclesiásticas, incluyendo las sociedades científicas de la época.

Fue tan relevante su presencia en el ámbito científico y cultural que además de realizar su trabajo de campo, intervino como sinodal en exámenes de titulación y tuvo que hacer gestión ante diversas autoridades para desenterrar la impresionante escultura de la Coatlicue.

Y una tercera característica de su relevancia, la constituye su interacción en un entorno de ideas libertarias que convergió en su persona por su afinidad intelectual con las causas de la justicia, y la preocupación del desarrollo de un país contrastante que lo fascinó y lo hizo vibrar en cuerpo y alma.

Tal vez no haya interactuado directamente con Don Benito Juárez, por las diferencias de edades y la distancia, ya que dos años después de que regresara a Europa con su abultada investigación sobre tierras americanas, apenas nacía Benito Juárez en la frondosa sierra oaxaqueña. Por otro lado, se sabe que el gran sabio alemán siempre quiso retornar a su amado objeto de estudio, pero las circunstancias no se lo permitieron.

En 1857 el presidente Comonfort, le adiciona el apellido de Humboldt a un pueblo zapoteco del istmo, Guevea, en honor del científico que había identificado y propuesto el istmo de Tehuantepec, como una de las zonas idóneas para unir los dos oceános intercontinentales. Otro de los lugares que había propuesto para el canal fue Panamá.

Alejandro de Humboldt murió en Alemania el 6 de marzo de 1859. Tres meses después, el 29 de junio, Don Benito Juárez, en justo homenaje por sus aportaciones a la ciencia y el conocimiento de México, lo nombra "Benemérito de la Patria" y como suele suceder con los grandes hombres que realizan grandes aportaciones, determinó que se le construyera una estatua.

Juárez hizo lo que tenía que hacer en calidad de hombre de estado.

Pero como dice Alicia Reyes en sus excelentes apuntes biográficos sobre Alejandro de Humboldt(SEP, México, 1967), "Las duras pruebas por las que atravesaba México, la guerra de Reforma y la intervención francesa, impidieron la ejecución de estos decretos. Pero durante los treinta años de paz porfiriana tampoco se les dio curso, y el único testimonio de gratitud a Humboldt fue dar su nombre a una calle del centro de la Metrópoli. La estatatua que se levanta en el pequeño jardín de la Biblioteca Nacional fue obsequiada a México por Guillermo II, con motivo del centenario de la Independencia."

Sin duda, Juárez hizo lo propio, la República, entonces, está en deuda con el gran sabio alemán.

lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Zimatlán de Álvarez o Zimatlán de Mejía?: O la venganza de Don Porfirio

Es un municipio de valles centrales.

Zimatlán de Álvarez es también cabecera distrital y debería de llamarse Zimatlán de Mejía, pero se llama Zimatlán de Álvarez por una venganza de Porfirio Díaz.

En el municipio de Zimatlán, Oaxaca,  nació el 4 de agosto de 1814 el General Ignacio Mejía Fernández, gran patriótica que formó parte del Ejército Trigarante, fue uno de los ilustres miembros de la generación de liberales juaristas, combatiente de la Batalla del 5 de Mayo; Gobernador interino de Oaxaca, Gobernador y Comandante Militar de Puebla y también Ministro de Guerra y Marina de Don Benito Juárez.

Bajo su mando militar tuvo en repetidas ocasiones como subalterno a Porfirio Díaz---y también a Félix, el "Chato Díaz", hermano de Don Porfirio---.

Correspondió al General Ignacio Mejía combatir, vencer y contener los levantamientos guerrilleros de Porfirio Díaz ( y de Félix Díaz) en contra de Benito Juárez. Por eso, cuando muere Juárez, el candidato natural para sucederlo era por mérito y linaje el jefe del partido Juarista, el General Ignacio Mejía.

Porfirio Díaz de hecho le temía y lo respetaba, por eso durante su primer y segundo mandato presidencial lo exilió a la Habana.

Siendo gobernador de Oaxaca Félix Díaz, en 1868, emitió un Decreto por el que concedió una feria anual a Zimatlán, modificando su nombre a Villa de Álvarez, en reconocimiento al General guerrerense Juan Álvarez, que fue presidente de México.

Evidentemente, con esta medida se ratificó el rencor de los Díaz contra el General Ignacio Mejía y que se tradujo en un duro golpe para los oaxaqueños, pues el General Ignacio Mejía, además de haber nacido en Zimatlán tenía el mérito suficiente para ser él la persona honrada con esta medida.

Sin embargo, el General Ignacio Mejía, con la dignidad y sabiduría de un hombre de su talla, no se amedrentó por este detalle.

El General Ignacio Mejía falleció el 2 de diciembre de 1906 en Oaxaca.

¿Se le reivindicará algún día?