lunes, 24 de diciembre de 2012

Oaxaca y Xochimilco

Están más cerca de lo que parece.

El pasado 13 de diciembre se registró el hermanamiento entre la Ciudad de Oaxaca de Juárez y la Delegación Xochimilco del Distrito Federal.

Dice, el boletín oficial del evento que dicho hermanamiento, entre otros objetivos, es para reconocer a los originarios de Xochimilco, D.F., que fundaron en 1948 el Barrio de Xochimilco de Oaxaca de Juárez.

A reserva de urgar en algunas referencias más amplias, actualmente Oaxaca de Juárez tiene varios barrios con nombres aztecas: San Juan Chapultepec, San Matías Jalatlaco, Ixcotel, San Martín Mexicapan y Xochimilco.

Algunas referencias identifican a los aztecas, primigeniamente y luego a los tlaxcaltecas como los principales cofundadores de algunos de estos centros de población, éstos últimos por acompañar a Hernán Cortés en sus expediciones de conquista.

Como sucede con los municipios mixtecas de valles centrales, es muy complicado definir un corte a partir del cual una u otra comunidad indígena fundan uno de estos pueblos, ya que la interacción pluricultural fue dinámica en sus inicios y las tierras de antequera ya tenían poblaciones antiguas habitándolas y generando prácticas culturales que perviven a través de algunos usos y costumbres.

El matriarcado xochimilca

No he preguntado entre mis amigos del Barrio de Xochimilco, Oaxaca de Juárez, como son los matrimonios aquí en la actualidad; pero sí he tenido la oportunidad de preguntarle a mi amigo el profesor Sebastián Flores Farfán, cronista de Xochimilco, D.F., cómo son las bodas tradicionales en esta delegación de la capital del país.

Sebastián Flores dice que al igual que en Oaxaca existe la tradición de la dote y cuando se fija el pedimento(cuando la familia del varón pide en matrimonio a la chica), las mujeres mayores de la familia son las primeras en aprobar o desaprobar esa unión, con sólo mirar físicamente al pretendiente.

Y no es poca cosa. Ya que detrás del pedimento viene la dote, por el cual la hija de los originarios de Xochimilco, D.F., asegurará su patrimonio, que por lo general consiste en la dotación de tierras para casa habitación y chinampas, para el trabajo en el campo, que son las tierras flotantes que todavía perviven en esa región del Distrito Federal.

Dice el cronista de Xochimilco, D.F., que existe entre los originarios de estas tierras un profundo respeto por el matrimonio, ya que las personas mayores señalan que "con la ley y la iglesia no se juega", por lo que si falla el varón dentro de la pareja--lo cual es más frecuente--, las mujeres mayores le pegan para que se corrija. "Aquí no existe el divorcio y tienen que aprender a vivir como pareja", señala el profesor Sebastián, quien además es músico.

Mientras platicamos en su domicilio de Xochimilco, D.F.--un afortunado bautizo nos acercó---, pone música oaxaqueña. Platicamos de música oaxaqueña y de Xochimilco y, para mi asombro, descubro que el Cielito Lindo es de Xochimilco, de un músico de Santiago Tulyehualco, Quirino Mendoza Cortés.

Cielito Lindo es xochimilca

Le digo al profesor Sebastián Flores Farfán, cronista de Xochimilco, D.F., que conozco la controversia sobre esta canción. Incluso, en internet, (http://capsuladelengua.wordpress.com/2011/02/09/cielito-lindo-2011/) Arturo Ortega Morán, ha hecho un esfuerzo por demostrar que, al menos la letra, no es de Quirino Mendoza Cortés, quien ya falleció, como para pedirle una explicación.

El cronista de Xochimilco, D.F., asevera que esta controversia tiene una solución que es bien conocida en Xochimilco y desconocida por muchos que no son xochimilcas ni hablan el náhuatl, efectivamente, que la melodía original la compuso Quirino Mendoza Cortés, a partir del náhuatl.

Efectivamente, al menos la música, no está en disputa por lo que es casi seguro que la melodía se trate de alguna canción nahuatl.

viernes, 14 de diciembre de 2012

El campo oaxaqueño, pobre campo

Miguel es ingeniero agrónomo.

Buscando cierto tipo de referencias botánicas dio con un paisano que me hizo el favor de presentármelo.

"Yo no te voy a resolver tus dudas", le dije, "pero te puedo presentar gente que ha trabajado esas plantas que andas buscando".

Es impresionante lo que un ingeniero agrónomo podría hacer por el campo oaxaqueño.

Claro, un ingeniero agrónomo practicante, ya que hay muchos metidos a la política y a los negocios, como intermediarios, que han puesto de su parte para dañar el campo.

¿Entonces, dónde está el problema? Le pregunto.

Me contesta con la resignación de quien se siente decepcionado: "En el gobierno".

Y continúa: "El problema empieza desde la ignorancia y la mala fe de los funcionarios; en la distribución inequitativa de los apoyos para el campo; en la falta de apoyos reales y en un daño sistemático por el que  se está generando una dependencia alimentaria. Simplemente no hay visión ni convicción."

-¿Qué podemos hacer ante este panorama?

-"La organización es la solución, pero más allá de la grilla, necesitamos el conocimiento, la tecnología y los apoyos, sin intereses políticos, para transformar el campo".

-¿Qué te parece esta parte del campo de valles centrales?

-"Pobre y desaprovechado. Se nota un cambio de tipo de suelo que está arrasando no sólo con tierras productivas, sino también con la ecología."

¡Pobre Oaxaca, con su pobre campo oaxaqueño!


lunes, 3 de diciembre de 2012

La extraordinaria piedra de Jalieza

Esta foto es del amigo Pilo de San Antonino Castillo Velasco.
Tomada cerca de 1900 retrata una piedra que se encontraba a la orilla de la carretera en el tramo de Ocotlán-Oaxaca.
Es evidente que hoy en día la piedra ya no está ahí, pero es probable que se encuentre en algún lugar del municipio de Santo Tomás Jalieza.
Como puede verse, tiene figuras astronómicas y derivado de su posición en el terreno tal vez tenga algún significado en esa materia.
Entre los múltiples pendientes, vamos a preguntar dónde quedó esa piedra.