sábado, 24 de noviembre de 2012

Pueblos Mixtecos de Valles Centrales

La historia del Rey zapoteco Cocijoeza es fascinante.

Después de aliarse con los mixtecos para echar de los valles centrales a los aztecas (según leo en el Cuadro Sinóptico y Estadístico de Oaxaca de 1882) intentó rebelarse contra sus aliados, pero fue reducido a un escondite en la punta del cerro que se llama "La Teta de María Sánchez", ubicado en Zimatlán, que tiene una curiosa entrada en la mera cima y que ha dado pie a innumerables leyendas de tesoros escondidos y que ha sido explorado por aventureros nacionales y extranjeros.

El cerro lleva el nombre de María Sánchez en honor a una española que le ganó en una apuesta varios terrenos a un hacendado al capturar caballos salvajes a mano limpia. Este cerro se ve desde la carretera a Zimatlán o desde la carretera a Ocotlán.

Bueno, resulta que estando a punto de ser sometido Cocijoeza, fue salvado por los españoles.

En esas épocas los mixtecos habían fundado los pueblos de Xoxocotlán, San Agustín de las Juntas, Huayapam, Santa Lucía del Camino, San Sebastián y San Francisco y Cuilapam.

Hay otro pueblo mixteco, enclavado hoy en el distrito de Ocotlán: Santa Ana Zegache.

Al respecto de este pueblo dice José Antonio Gay en su historia de Oaxaca, que "Al tiempo de la Conquista, Santa Ana Sagache se adjudicó Cortés, por estar sujeto a Cuilapan, que era una de sus villas. El Conde de Monterrey separó las doctrinas determinando que asistiese en Santa Ana dos religiosos dominicos, uno en la lengua zapoteca y otro de la mixteca, por hablarse allí dos idiomas... Unos y otros indios, olvidados de su antigua enemistad, vivieron después de la conquista con la mejor armonía, recogiendo igualmente los frutos de una tierra fecunda y bien regada y soboreándola a la sombra de la paz..."

Aún cuando Cuilapam no pudo concluir su extraordinario templo, porque la Real Audiencia de México mandó suspender la obra por no tener el lugar una mayor categoría sociopolítica, o como dijera el padre Gay "por causa de ser Cuilapam una de las villas del Marqués", Santa Ana Zegache, en cambio, pudo levantar un templo más modesto, pero no menos importante, cuyo estilo dominico conserva su extraordinario diseño y riqueza arquitectónica.

Acá unas fotos del hermoso templo de Santa Ana Zegache.





lunes, 19 de noviembre de 2012

Sueño macabro

Es un sueño real.

Se supone que estoy de visita en un lugar supuestamente de Veracruz. Exactamente no sé con qué fin estoy allí, pero es un fin de semana y el martes tengo que retornar.

Es lunes.

Por segunda ocasión invito a salir a la delgada chica que trabaja en el hotel. Tal vez tenga entre 17 y 19 años. Tez morena clara. Ojos grandes y 1.55 de estatura aproximadamente. De carácter agradable, pero taciturno.

Me acompaña a tomar fotos. Hay un paisaje que llama poderosamente mi atención porque parece un cuadro muy bien pintado, aunque un poco lóbrego: por en medio de un estrecho callejón se ve al fondo una loma verde con una casa de ladrillos grises en construcción. Me cuesta trabajo tomar la foto porque mi cámara es como una plantilla de plástico amarillo, cuadrada y muy maleable.

Seguimos caminando y me agrada ver residencias de vivos colores sobre el fondo azul del cielo. Las calles son amplias y limpias. Tomo otra foto.

Mi amiga me lleva a la sala de urgencias de un hospital. La sensación es incómoda. Hay muchas personas con rostros desencajados y desesperanzados que esperan a sus familiares enfermos. Me apresuro a salir de aquel lugar y le digo a la chica que me acompaña: "No lo tomes a mal, pero tengo muchas ganas de hacerte el amor, quieres?" Ella me mira como si esperara esa pregunta porque me contestó sin ninguna muestra de sorpresa: "Yo también".

Le doy dinero y le pido que vaya a conseguir unos condones. Ella se aleja sonriente con su pantalón de mezclilla y su blusa verde de mangas muy cortas y ajustada al cuerpo.

Se tardó y yo deseaba que no regresara. Me parecía una situación muy comprometedora, en caso de que volviera. Efectivamente no regresó.

Al día siguiente salgo a caminar. Es martes y por la tarde tengo que retornar. En una esquina, cerca de una carretera, debajo de un frondoso árbol encuentro muchos pedazos de drenaje limpio, como si tratara de una obra que van a iniciar. Las exploro y no encuentro ningún motivo para permanecer allí y me alejo rumbo al hotel.

Antes de ingresar al hotel, me mata la curiosidad y me introduzco a un local comercial que está al lado del hotel en una ruidosa calle a desnivel, para preguntar sobre ella. Casualmente otra persona ha preguntado por la misma chica. Disimuladamente me quedo escuchando y para mis adentros me digo "Qué bueno que no hice nada con esa chica".

La persona que está detrás del mostrador describe a la misma chica. Se trata efectivamente de ella. Luego, con enfado le insiste a la persona que ha preguntado por ella: "Le digo que es ella, pero no puede ser, porque la semana pasada la mataron."

La piel se me pone de gallina y de la impresión me despierto en la oscuridad de la noche. Son las 02:00 de la madrugada.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Gigantes de Oaxaca

No es un asunto deportivo.

Más bien, es uno de los misterios que rodean la historia de Oaxaca.

Cita José Antonio Gay en su Historia de Oaxaca, que Don Juan Parra realizó una excavación en un extraño panteón de lápidas rectangulares en Chilchotla, Teotitlán del Camino, en el que había esqueletos humanos gigantescos.

Y también, invocando a los trabajadores que el propio Gay tenía en su hacienda, refiere que éstos le contaron que "A siete leguas de la ciudad, en la hacienda de San Antonio Teitipac, hace algunos años---José Antonio Gay escribía esto alrededor de 1880, aproximadamente--- un río cercano en sus avenidas, descubrió unos sepulcros arreglados los unos al lado de los otros, puestos en forma de ataúd con piedras planas, que descansaban por sus extremos las unas en las otras, como suele verse en las cuevas de Monte Albán.

"Se conservan allí enteros los esqueletos , que por su forma no podía dudarse haber sido de hombres, pero cuyo tamaño era mucho mayor que el ordinario. Los esqueletos se ajustaban bien a los sepulcros, que parecían formados a propósito, y no dejaban duda que aquel lugar había sido el panteón de un pueblo de gigantes."

Cierto o no, existen referencias dentro de la cultura popular de algunos pueblos de Oaxaca, en las que se habla precisamente de gigantes.

Chilchotla y San Antonio Teitipac, para allá vamos.

Seguiremos informando. 

lunes, 5 de noviembre de 2012

Foto antigua de El Tule














En esta fotografía, tomada a principios de 1900, se ve a una familia de clase acomodada alrededor de El Tule. La foto pertenece a una familia de San Antonino Castillo Velasco, Oaxaca, y forma parte de un álbum familiar.