domingo, 30 de octubre de 2011

Oaxaca, escenario internacional

Es  positivo.

Tres relevantes encuentros tienen como escenario el marco del Estado de Oaxaca, desde la ciudad de Oaxaca de Juárez.

Por un lado, el 66 Aniversario de la Organización de las Naciones Unidas, que reunió a representantes de los países que integran la ONU; por otro lado, el Encuentro de Ciudades Patrimonio de la Humanidad y también el Encuentro Empresarial del Sureste.

De manera paralela se han desarrollado otros eventos no menores, mientras que fuera de este entorno Oaxaca sigue siendo un Estado que hasta el momento sólo ofrece la Ciudad de Oaxaca de Juárez con alguna infraestructura básica para convenciones.

Un hecho positivo de estas reuniones, es que pudieron llevarse a cabo sin altos costos políticos; a pesar de la inveterada inconformidad de muchos oaxaqueños, que se manifiesta en las marchas, plantones, cierres de calles y toma de instituciones.

Acaso el discurso tendrá escasa incidencia: la ONU ha sido relegada a un segundo lugar por poderosas organizaciones económicas, con mucho más eficacia para obligar a los gobiernos; la Ciudad de Oaxaca de Juárez continuará siendo dañada por la mayoría de incultos e irresponsables manifestantes, ante la ausencia de la autoridad; y los empresarios podrán apologizar a la iniciativa privada en un entorno de difícil inversión privada: los pueblos indígenas todavía se resisten a la explotación minera, por ejemplo y la caracterización de un Estado con rezagos de infraestructura, de escasez de capital humano especializado, con alto conflicto social e intercultural y problemas de tierras, no auguran propiamente un escenario óptimo para repuntar la inversión.

Por lo demás, estos actos permiten ver que Oaxaca hoy en día está recuperando su buena imagen, tan deteriorada por actos vandálicos disfrazados de reinvindicación social.

Enhorabuena.

jueves, 20 de octubre de 2011

Requiem por un amigo

Yo lo considero un maestro.
Al periodista Miguel Angel Granados Chapa lo conocí en mis años de estudiante de preparatoria, cuando yo trabajaba en la Librería Gandhi de Coyoacán.
Granados Chapa, invariablemente, se daba tiempo los fines de semana para visitar esa librería y conocer las novedades editoriales. 
Hacia adquisiciones generosas de libros de actualidad de diversas materias.
Por sus pláticas con él sobre los libros que leía, era notorio que era un lector disciplinado.
Una vez, con motivo de un concurso de géneros periodísticos convocado por varios periódicos y el Conaculta, él tuvo la generosidad de concederme un amplio de su muy valioso tiempo para dar una entrevista al aprendiz. Con paciencia y generosidad expresó sus ideas, sin ningún recelo y sin ninguna molestia por tratarse de un periodista consumado que era entrevistado, contrario a muchos periodistas menores que contestan "la entrevista la hago yo".
Le ofrecí regresar con la entrevista por si quería opinar al respecto, pero el se negó y me contestó: "El periodista siempre debe ser responsable de lo que escribe".
Con esa entrevista ganamos un lugar a nivel nacional en el concurso de periodismo juvenil.
Lo visité un par de veces más en sus oficinas y las circunstancias y el tiempo habrían de hacernos coindicir además de la Gandhi, en la Universidad Autónoma Metropolitana, a la cual él era un destacado expositor en las múltiples mesas redondas, debates y conferencias que organiza la UAM e inclusive, en otros foros que le abría su fecundo quehacer intelectual.
Recuerdo una vez un encuentro en el que coincidió Granados Chapa con Carlos Monsivaís y al término del evento, Monsivaís comentó en corto con un poco de sorna: "No tuve ninguna pregunta difícil" y un servidor, interrumpiendo le solté a Monsivaís a quemarropa: ¿Por qué no cantó el himno nacional?
Carlos Monsivaís tosió y se hizo a un lado, mientras Granados Chapa con una sonrisa de oreja a oreja le dijo "¡Ahora sí te atraparon!".
Valga este pequeño recuerdo por un gran maestro del periodismo mexicano actual, ejemplo de congruencia y talento.



martes, 11 de octubre de 2011

Día de El Tule

El 10 de octubre es el día del Tule.
El extraordinario y gigantesco árbol que da nombre a la comunidad en que se ubica.
Se trata de una hefeméride local en la que el Gobierno del Estado, tradicionalmente le otorga medio día de descanso a sus trabajadores, con este motivo.
Hoy en día, se efectúa en esta fecha una exposición de artesanías y una muestra gastronómica de empanadas o "quesadillas", las ricas tortillas de maíz con las más variados platillos en su interior.
El municipio de el Tule recibió su título en 1529 y visitantes como Humbolt no se perdieron de la oportunidad de escuadriñar y disfrutar este portento de la naturaleza que mide cerca de 40 metros de altura.
Antiguamente los visitantes grababan inscripciones sobre su corteza, hasta que el Gobernador Miguel Castro, 1859, le puso un vigilante para evitar estos actos. Su primer libro de visitas consigna a los ministros de Estados Unidos e Italia, residentes en México, como los primeros que dejaron sus comentarios y firmaron dicho libro en 1873.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Celos que matan

La cosa estuvo más o menos así.

José siempre creyó que su mujer lo engañaría algún día.

Por eso pensó que cuando ella empezó a trabajar, lo hacía más con el deliberado propósito de ocultar sus fechorías que realmente para contribuir al gasto familiar.

Aunque ella le recriminaba, que si él trajera suficiente dinero para satisfacer las necesidades básicas, ella no tendría necesidad de irse a trabajar.

Pero José imaginaba que ese no era realmente el motivo.

Cada día José alimentaba más la monstruosa idea de que su mujer lo engañaría y la prueba contundente fue cuando ella pasó de los pantalones ajustados a una minifalda con zapatillas altas para irse a su trabajo.

La tormentosa mente de José no pudo más y discutió con ella. Su esposa lo escuchó con enfado y le contestó que no tenía otra ropa para ponerse y que además, vistiéndose así elevaba su autoestima y es más, que si quería vestir como el quisiera que le comprara otras ropas.

Para colmo, ese día la esposa de José tuvo un contratiempo a la hora de regresar a su domicilio, derivado de unas de las múltiples manifestaciones sociales que cierran impunemente las calles de la ciudad, por lo que se le hizo tarde al caminar un largo trecho y buscar otro transporte público, los cuales, esa noche, venían repletos de ciudadanos enojados porque los manifestantes les afectaban su libre tránsito. El retardo estaba justificado.

Sin embargo, para José ese retardo era la prueba contundente de que su esposa lo engañaba y después de golpear la pared, de patear los trastos y de romper decenas de fotografías del álbum familiar, tomó un palo de béisbol, azotó la puerta de su domicilio, se tropezó en la oscuridad de la noche, por la furia y maldijo a todo mundo y se escondió detrás de un poste afuera de su vecindad para esperar a su esposa.

No tuvo que esperar mucho tiempo, cuando de la carretera vecina bajó de un camión una mujer de minifalda y zapatillas, acompañada de un hombre.

José identificó rápidamente a su rival de amores y sin mediar palabra empezó a insultar y a golpear primero a la mujer, y al retar a su rival, aquél huyó despavorido de ese lugar.

La mujer gritaba, pero José estaba hecho un energúmeno y no escuchaba nada. Una vez que satisfizo su furia arrastró a la mujer hasta el poste de luz y al verle el rostro se dio cuenta de que no era su esposa.

Sólo pudo decir: "¡Discúlpeme, la confundí con mi esposa!" y corrió a refugiarse a su domicilio.

Hoy José tendrá que responder ante la justicia porque sus celos, la confusión y los golpes que le propinó a su vecina, le provocaron a ella un aborto.

José es un nombre inventado, los nombres reales los publicó la prensa ayer, así como los hechos desde la perspectiva de la víctima.

En Oaxaca existe una alto índice de crímenes por celos.