viernes, 24 de junio de 2011

Epidemia radioactiva

Es probable.

En algún futuro no muy lejano los oaxaqueños van a cambiar de color, tal vez verde, y probablemente les salgan escamas, como en las películas de ciencia ficción.

O tal vez no, dependiendo de las medidas que se tomen en relación con la proliferación extraordinaria e indiscriminada de antenas que han empezado a configurar el nuevo paisaje de Oaxaca.

Por cualquier lugar, en medio de casas habitación y zonas de vivienda densamente pobladas, las entenas de telefonía se levantan como un monumento a la modernidad, pero también como una profusa dispersión de radiación.

Tenemos conocimiento que en algunos países civilizados se han instrumentado medidas legales para limitar su proliferación desordenada por posibles daños a la salud. Pero en Oaxaca ----y tal vez en México---, todavía estemos a años luz de que alguien inocule esta amenaza.


miércoles, 22 de junio de 2011

Escuadrones de la muerte


Algún día interesarán a la sociedad.

Los llamados "Escuadrones de la muerte" son, como sabemos, grupos de alcohólicos sin remedio que viven en la vía pública, duermen en la vía pública y mueren en la vía pública.

Para la sociedad esos grupos son el desecho de la sociedad, la escoria, la inmundicia, gente enferma que a la manera de los residuos domésticos se van por el caño de lo políticamente correcto.

¿De qué otro modo podemos interpretar la parálisis oficial?

Ellos no existen para el gobierno y tampoco el gobierno existe para ellos. Se está olvidando la función de gobernar. Se está perdiendo la ética de gobierno. Al igual que los escuadrones de la muerte, que cada vez tiene más personas jóvenes entre sus filas, el gobierno también se está perdiendo y cada vez tiene menos gente apta para esa función.

Los escuadrones de la muerte se siguen multiplicando en los municipios de Oaxaca porque no existen políticas de salud pública que atiendan el problema del alcoholismo.

Son muchos los intereses que habría que tocar y eso a nadie le interesa.

sábado, 18 de junio de 2011

Intrépidas de Aniversario


Son varones muy femeninos.

La Vela Muxe (mushe) de la Pasión, cumple diez años de su baile anual en la Ciudad de Oaxaca de Juárez.

Aunque la mayoría son originarios de Juchitán, que radican en los Valles Centrales de Oaxaca, también es creciente la participación de muxes de los distintos municipios de la zona centro del estado que participan en  esta reunión anual.

Principalmente los originarios de Juchitán son los que lucen los vistosos trajes del istmo. Acá en la foto, durante la Calenda que realizaron este viernes por la tarde, muxes de valles---que son los que se viste de mujer, pero no con trajes típicos--- están tomando un descanso mientras la calenda recorre el zócalo de la Ciudad de Oaxaca.

La mayoría de la gente se sumaba a la calenda para bailar al ritmo de la tambora y degustar el mezcal que se iba repartiendo.

Irónicamente la Banda del Estado, que interpretaba música en el kiosco de la Ciudad, ante el jolgorio de los muxes, interrumpió su concierto vespertino de los viernes y se retiraron rápidamente del lugar.





























martes, 14 de junio de 2011

El mexicano según Porfirio Díaz

No es ninguna novedad.

Por lo general, basta con estar con el ánimo caído para hablar del mexicano. Digamos una crisis de creatividad intelectual, un disgusto de los colaboradores o simplemente con ganas de vomitar el hastío de lo políticamente correcto. Cualquier motivo es un buen motivo para decir lo que siempre se ha dicho del mexicano y en esta ocasión toca citar al oaxaqueño Porfirio Díaz, citado por el maestro Jorge Segura Millán en su extraordinario "Diorama de los Mexicanos", un clásico:

"El presidente Díaz, contó también con el respaldo de las clases privilegiadas, que podían engordar sus ganancias a costa del pueblo bajo que seguía en condiciones tanto o más deplorables que las que había tenido en épocas anteriores. Díaz conoció tan bien al tipo medio del mexicano de las zonas urbanas que en los comienzos de su gobierno definió de la siguiente manera: “Los mexicanos están contentos con comer desordenadamente antojitos, levantarse tarde, ser empleados públicos con padrinos de influencia, asistir a su trabajo sin puntualidad, enfermarse con frecuencia y obtener licencias con goce de sueldo, no faltar a las corridas de toros, divertirse sin cesar, tener la decoración de las instituciones mejor que las instituciones sin decoración, casarse muy jóvenes y tener hijos ‘a pasto’, gastar más de lo que ganan y endrogarse con los usureros para hacer posadas y fiestas onomásticas. Los padres de familia que tienen muchos hijos, son los más fieles servidores del gobierno, por su miedo a la miseria; a esto es a lo que tienen miedo los mexicanos de las clases directivas, a la miseria, no a la opresión, no al servilismo, no a la tiranía: a la falta de pan, de casa y vestido, y a la dura necesidad de no comer o sacrificar su pereza.”*

Sin palabras.

*Diorama de los Mexicanos. Jorge Segura Millán. Costa-Amic, México, 1964.
pp. 357-356

viernes, 10 de junio de 2011

Los costos ocultos del gobierno

Son muy caros.

Y por lo general están ocultos porque forman parte de una grave deficiencia de servicios públicos, de capacidad de gestión y de ingobernabilidad que se acumulan y repercuten finalmente en los bolsillos de los ciudadanos.

Un servicio mal dado, un trámite burocrático, una canonjía sindical que privilegia al sindicalizado en contra del interés público, ese es un costo oculto que genera pérdida de tiempo y de recursos para el que no puede realizar su trámite.

Existen otros costos ocultos, a la manera de impuestos, como cuando te tomas un café en los portales de Oaxaca y repartes limosna a diestra y siniestra. Nadie te obliga, desde luego, pero no puedes ser indiferente a la realidad.

Algún día habrá que imponer sanciones a la negligencia y omisión de los funcionarios públicos y entonces, tendrán que devolver esos impuestos generados como una pesada carga social en forma de costos ocultos.

martes, 7 de junio de 2011

La tragedia de la alfabetización en Oaxaca

Como en el chiste.

A una noticia mala le sigue otra peor.

Resulta que hoy amanecimos en Oaxaca con la noticia de que ocupamos el segundo lugar nacional en analfabetismo. Es decir, vamos creciendo para abajo.

No es extraño si atendemos que el Instituto Estatal de Educación para Adultos, pasó por una debacle severa en la gestión gubernamental anterior, ya que además de ser beneficiada con sustanciosos recursos del erario público, se le criticó que muchos de esos recursos fueron desviados a las campañas para beneficiar a un partido político.

Adicionalmente, todo trámite oficial realizado ante el Gobierno del Estado tiene un esotérico impuesto denominado "Programa de Fomento a la Alfabetización", que es aproximadamente del ocho por ciento sobre el valor del costo del trámite y que ya en alguna ocasión generó amplias discusiones por la discrecionalidad con que se opera.

Tan grande es el problema de la alfabetización que incluso el exitoso programa cubano de "Yo sí puedo" que pretendía sembrar de banderas blancas a los municipios con mayor alfabetización se frenó por varias razones; una de ellas es que se imparte estrictamente en español y en numerosas comunidades indígenas esa lengua tiene un uso deficiente o desconocido.

Por lo pronto, y mientras los políticos se echan la bolita de las culpas, seguimos avanzando en los peores lugares de gestión gubernamental, como en transparencia, cuyo cuarto lugar nacional ratifica el sentido de las opiniones en torno a la capaciadad de los funcionarios en turno.

viernes, 3 de junio de 2011

Conservatorio musical para Oaxaca

Está de pensarse.

La propuesta de un diputado local para crear el Conservatorio Estatal de Música nos plantea algunas dudas.

Hasta donde se sabe, el Conservatorio Nacional de Música, con su prestigio y calidad, brinda una generosa participación a muchos músicos oaxaqueños, principalmente de la etnia mixe, en la que en las últimas décadas la música se ha convertido en una excelente alternativa de vida y carrera.

Si bien es cierto que las instituciones musicales en el Estado gozan de una buena tradición, también es cierto que la creación de un Conservatorio tendría que centralizar diversas actividades y generaría una mayor competencia.

Desde una perspectiva de modesto ciudadano oaxaqueño, si se permite la opinión, es más importante fortalecer el trabajo de las instituciones existentes, respetando su autonomía y sobre todo, impulsar una descentralización de estas actividades que recaería sobre los municipios.

En Oaxaca no necesitamos más burocracia que frene el desarrollo de los proyectos, se necesita consolidar a las instuciones para que maduren, para que eficienticen sus procesos y productos, de modo que sus frutos sean más abundantes y de calidad.

La idea de crear un Conservatorio Musical no es mala, pero no es estrictamente indispensable en Oaxaca. Además el alto conflicto intercultural que existe generaría una baja participación de beneficiarios.

Habrá qué esperar a ver qué deciden los diputados locales.